Los días pasan y la expectativa va en aumento. En la cabeza de Coudet hay un mundo de situaciones y variables que desembocarán en dos posibles respuestas. Para el pueblo canalla, sólo hay una de ellas que pueda aliviar la incertidumbre y mantener la ilusión de continuar con la idea que plasmó el Chacho y tan buena respuesta tuvo por parte de los jugadores.

El viernes será el día D. El Chacho tomará la decisión que ya está procesando desde el momento en que Rapallini pitó el final en el Mario Alberto Kempes.

«Tengo que charlar con mi gente. Analizaré las cosas con mi familia y con mi cuerpo técnico», decía el entrenador luego de la derrota ante Belgrano. Está claro que la eliminación de la Copa caló hondo en el grupo, pero más que nada, en Coudet. Detrás de sus declaraciones, se esconde una profunda desazón y es lo que le lleva a replantearse su continuidad.

La multitudinaria convocatoria por parte de los hinchas que se llegaron hasta Arroyo Seco para hacerle saber su apoyo, no fue un dato más en la cabeza de Coudet. A pesar de que no es ajeno al cariño y devoción que siente el hincha para con él, el episodio le hizo, quizás, replantear su decisión.

No obstante, el estar lejos de la familia y el trajín de la doble competencia, son elementos primordiales en la mente del Chacho hoy por hoy, y analizará profundamente cada detalle antes de tomar cualquier decisión.

Los hinchas están a la espera y auguran por una respuesta positiva, que los invite a soñar con ser protagonistas un torneo más y lograr coronarlo. Por otro lado, desde la comisión directiva saben que es difícil y, aunque harán todo lo posible, saben que la decisión es del Chacho.