Desbarataron un prostíbulo y detuvieron a la mujer que lo regenteaba
La detenida, a cargo del funcionamiento de los tres departamentos, trabaja en supuesto acuerdo con el dueño de las viviendas, y las mujeres debían darle el 60 por ciento de lo que le pagaban sus clientes, en concepto de pago de alquiler, seguridad y elementos de higiene.
La justicia ordenó allanar y clausurar tres departamentos en el centro porteño tras detectar que funcionaban como «prostíbulo», al tiempo que detuvieron a una mujer a cargo de su funcionamiento, informó personal de Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Tras un año de investigaciones, efectivos de la Policía porteña desarticularon «un prostíbulo» que funcionaba en tres departamentos de un edificio ubicado en Suipacha al 600, tras lo cual personal de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) procedió a su clausura por explotar económicamente el ejercicio de la prostitución.
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El operativo fue realizado anoche y estuvo a cargo de personal de la División Trata de Personas de la Policía porteña, bajo la orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 11.
Las fuerzas lograron determinar que en esos tres departamentos, una mujer «regenteaba» un prostíbulo en supuesto acuerdo con el dueño de las viviendas, en el que las mujeres debían darle el 60 por ciento de lo que le pagaban sus clientes, en concepto de pago de alquiler, seguridad y elementos de higiene.
La mujer, de 38 años, fue detenida y secuestraron documentación como un cuaderno con anotaciones sobre el trabajo de cada mujer, 500 mil pesos, folletería, geles íntimos, profilácticos y nueve celulares.
Al procedimiento asistió personal del Programa Nacional de Acompañamiento de Víctimas del Delito de Trata, quienes entrevistaron a 13 personas para brindarles asistencia y asesoramiento, aunque ninguna de ellas se decidió por acogerse al programa.
La infracción corresponde al artículo 145bis conforme Ley 26.842, que establece que será reprimido con prisión de cuatro (4) a ocho (8) años el que ofreciere, captare, trasladare, recibiere o acogiere personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países, aunque mediare el consentimiento de la víctima.