El cardenal de Bolonia enviado por el Papa a Kiev inicia una misión de paz con autoridades ucranianas
Matteo Zuppi llegó este lunes a la capital de Ucrania para también “sostener gestos de humanidad”. Desde el Vaticano dijeron que uno de los objetivos de la misión es ayudar a “aliviar las tensiones”.
- Religión y espiritualidad
- Jun 5, 2023
El arzobispo de Bolonia, el cardenal Matteo Zuppi, inicia este lunes la misión de paz del papa Francisco en Kiev para buscar también «sostener gestos de humanidad» en medio de la guerra entre Ucrania y Rusia en la que se ha denunciado además el robo de bebés por parte de las fuerzas de Moscú.
Zuppi, purpurado de larga trayectoria en mediaciones internacionales, desarrolla este lunes y este martes en la capital ucraniana «una iniciativa que tiene como objetivo principal escuchar de forma profunda a las autoridades ucranianas sobre los posibles caminos para alcanzar una paz justa y apoyar gestos de humanidad que ayudan a aliviar las tensiones», informó el Vaticano en un comunicado.
Zuppi, cercano a la comunidad católica San Egidio, participó ya en los procesos de paz de Mozambique en 1992 y luego en el desarme definitivo del grupo separatista vasco ETA.
La llegada de Zuppi a Kiev podría ser complementada por el viaje de otro delegado del Papa a Moscú, luego de que por el momento quedara descartada la ida de Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio de las Iglesias Orientales.
La búsqueda de un plan de paz por parte del Vaticano había sido revelada por el pontífice a inicios de mayo al regresar de una visita de tres días a Hungría, aunque se mantenía «en reserva».
A inicios del mes pasado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó al Papa en medio de una gira europea para una reunión de 40 minutos en la que quedó de manifiesto la negativa de Kiev a una mediación que sentara a Moscú en la misma mesa, aunque no se descartó un plan de paz que tendiera puentes por separado.
La Santa Sede buscará ayudar a Ucrania en la restitución de niños que Kiev denuncia que fueron llevados por la fuerza a Rusia, en lo que el propio Francisco definió como una tarea «humanitaria».