SáBADO, 23 DE NOV

El Vaticano actualizará las directrices para prevenir los abusos sexuales en la iglesia

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores anunció el lanzamiento de una consulta pública para reforzar los esfuerzos que se vienen realizando.

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores anunció el lanzamiento mundial de un periodo de consulta pública sobre una propuesta de actualización del Marco Universal de Directrices, para reforzar los esfuerzos encaminados a crear un entorno seguro para los niños y las personas vulnerables en toda la Iglesia.

El Marco Universal de Directrices (MUD), aprobado para su distribución por la Comisión Pontificia durante su reciente asamblea plenaria, sirve de modelo para definir los procedimientos de salvaguardia que deben aplicarse en todas las Iglesias locales del mundo.

La función de estos principios es promover la protección contra los abusos en la Iglesia de acuerdo con las buenas prácticas existentes en materia de salvaguardia, centrándose en la asistencia a las personas afectadas por abusos y en la importancia de tratar adecuadamente los casos de abuso.

El Marco Universal de Directrices tiene su origen en la Carta Circular de 2011, titulada ‘Subsidio para las Conferencias Episcopales en la preparación de líneas guía para tratar los casos de abuso sexual de menores por parte del clero’ publicado por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe.

Basándose en el análisis de la labor realizada en toda la Iglesia y la sociedad civil durante la última década, la Comisión identificó una serie de principios básicos, destinados a sustentar las directrices y políticas locales de salvaguardia en cada Iglesia local. Además de distribuir el MUD a las conferencias episcopales del mundo y a los superiores de congregaciones religiosas y sociedades de vida apostólica, la Comisión abre un periodo de comentarios públicos, invitando a participar en una encuesta en línea que estará disponible en la página web de la Comisión.

La encuesta está disponible en cuatro idiomas y va acompañada de una serie de preguntas frecuentes y de la propuesta de un documento que funcione como Marco Universal de Directrices.

La Comisión solicita los aportes de todos, conscientes de que, como dijo el Papa Francisco, «este deber de cuidado y protección incumbe a toda la Iglesia».

Las respuestas serán revisadas, cotejadas e incorporadas a un MUD final para su evaluación y aprobación por la Comisión, hacia finales de 2023. A continuación, se distribuirá definitivamente a todas las Iglesias locales del mundo, pidiéndoles que actualicen sus actuales directrices de salvaguardia y las sometan a la revisión de la Comisión.

El proceso de establecer directrices de salvaguardia en toda la Iglesia se emprendió por primera vez en 2011 y fue dirigido por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe. Con la promulgación de la constitución apostólica Praedicate evangelium, el artículo 78.2 asignó a la Comisión la competencia dentro de la Curia romana sobre las directrices de salvaguardia.

El nuevo Marco Universal de Directrices pedirá a las Iglesias locales que proporcionen sistemas para recibir y gestionar las acusaciones de abusos y para apoyar a todos los afectados, especialmente a las víctimas y a los supervivientes, de acuerdo con los requisitos del Motu proprio del Santo Padre, Vos estis lux mundi.

Otros requisitos son: acompañamiento de los afectados por los abusos y de las comunidades afectadas, competencia cultural para garantizar entornos seguros en toda la Iglesia, procedimientos accesibles al público, un compromiso declarado con la salvaguardia y mecanismos de rendición de cuentas para el liderazgo eclesiástico, medidas de prevención de riesgos y conversión pastoral hacia una cultura de salvaguardia basada en la formación y capacitación permanentes de todos los ministros de la Iglesia.

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