VIERNES, 29 DE NOV

La realidad transatlántica y el futuro de la humanidad

Es un milagro que Estados Unidos exista todavía en este momento, dado que no existen los mecanismos para salvar la economía.

El periodista inglés Ambrose Evans-Pritchard, del Daily Telegraph, manifestó preocupación por su “reciente descubrimiento” acerca de que la región transatlántica está entrando ahora a una fase de estallido hiperinflacionario. En realidad, cualquiera que esté en su sano juicio debería estar bastante consciente de que Estados Unidos y Europa ya están condenados. La economía de Estados Unidos está en una situación desesperada, y nada que no sea un cambio radical en la política económica —que descarte la veneración al dinero por sobre la creatividad humana—puede evitar la destrucción total. No puede haber un renacimiento económico ni siquiera una supervivencia bajo las políticas actuales. Es un milagro que Estados Unidos exista todavía en este momento, dado que no existen los mecanismos para salvar la economía.

Mientras China sigue construyendo trenes comerciales de alta velocidad (de levitación magnética) como el que muestra la foto junto a esta nota, Estados Unidos lucha por mantenerse vivo como país.

Suicidios

La crisis se expresa de manera más gráfica en el súbito aumento de las tasas de suicidio y las muertes por sobredosis de drogas y la caída en la esperanza de vida en Estados Unidos.

Estamos al borde de un derrumbe global, del cual no es posible que sobreviva la región transatlántica. A estas alturas, el crac se puede producir en cualquier momento y es esta realidad la que ha desatado la histeria de personas como el director del BCE, Mario Draghi, y el escritor de la corona británica Evans-Pritchard.

El único recurso que tiene la región transatlántica es clausurar Wall Street y Londres, eliminarlos por completo y cambiar después el concepto del sistema económico.

Hay dos concepciones de economía totalmente irreconciliables. En una el dinero, dinero, dinero de Wall Street y los británicos. El dinero en sí mismo no tiene nada que ver con el valor real.

Franklin Roosevelt

El sistema alternativo, el sistema hamiltoniano que Franklin Roosevelt entendió y llevó a cabo, rechaza el dinero y rechaza Wall Street. Se basa en los descubrimientos humanos que se traducen en avances científicos y tecnológicos que crean riqueza real y mejoran el avance de la humanidad.

Ese presidente estadounidense tenía los conceptos y los puso en la práctica hasta que el FBI y los republicanos clausuraron su programa, incluso antes de su muerte prematura. Ningún sistema basado en el dinero y las finanzas puede funcionar, y eso fue lo que entendió Roosevelt.

Rusia y China

En nuestros tiempos, el presidente ruso Vladimir Putin no opera en un sistema monetario. El liderazgo chino bajo Xi Jinping no lo hace en base a un sistema monetarista. Eurasia se está organizando bajo principios diferentes, dirigidos por la búsqueda de China por llevar a cabo el imperativo extraterrestre del hombre. Esta idea se puso de manifiesto el último día del Congreso de la República Popular de China (CRPC), que se llevó a cabo recientemente en Pekín, en donde una de las delegadas al Ejército Popular de Liberación, la primera mujer astronauta de China, le dio una entrevista impactante a la cadena de televisión internacional CCTV, sobre las perspectivas del programa espacial de China, país que va también muy avanzado en la construcción del primer reactor comercial de alta temperaturas enfriado con gas. Esto es economía real, no la demencia de dinero, dinero, dinero que ha plagado a Estados Unidos desde la muerte de Franklin Roosevelt, con muy pocas excepciones.

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