MIéRCOLES, 20 DE NOV

Medjugorje: la ciudad donde la Virgen María batalla contra el demonio

Los exorcistas han dicho que esta localidad de Bosnia es el principal lugar del mundo donde se produce la batalla frontal entre el bien y el mal.

 

Medjugorje es una ciudad de Bosnia-Herzegovina considerada de peregrinaje católico desde la presunta aparición de la Virgen María en la Colina de las Apariciones en 1981. Varios exorcistas han declarado este lugar como el epicentro de una batalla celestial entre la Virgen María y el demonio en Medjugorje.

Sor Emmanuel Maillard ha relatado en su libro «Medjugorje: La Guerra Día a Día» algo que le reveló Jelena en la víspera del 5 de agosto de 1984. La joven Jelena estuvo al lado de los videntes desde la primera hora, recibió algunos mensajes, pero no formó parte de los 6 videntes y se vinculó a grupos de oración.

Allí le contó a Sor Emmanuel que los líderes de su grupo de oración habían recibido el mensaje de la Virgen de que un día satanás fue a ver a Dios, le pidió Medjugorje, y que a cambio renunciaría al resto del mundo, y Dios se negó. Lo que muestra la importancia crucial de Medjugorje en los planes de Dios, para la salvación del mundo.

Y a su vez la Virgen le dijo a Jelena que satanás y sus ángeles caídos habían dejado muchos lugares en la tierra para establecerse en Medjugorje, para frustrar sus planes.

Un testigo de Medjugorje ha dado una buena definición de lo que sucede allí, «Medjugorje es el talón de María; es allí donde Ella aplasta la cabeza de la serpiente más que en cualquier otro lugar».

Mirjana, la vidente de Medjugorje, ha preguntado ¿Por qué está Satanás tan furioso con Medjugorje? Y ha recibido la contestación de la Virgen, de que con cada aparición, con cada venida de ella, satanás pierde algo de su poder.

La místicaMartha Robin le dijo al filósofo Jean Guitton, que «el demonio siempre está furioso, pero cuando la Madonna aparece, no puede hacer nada contra Ella”. Él no tiene poder sobre Ella, cuando la Madonna aparece tiene que irse.

Los exorcistas cuentan cómo actúa la Virgen de ordinario en Medjugorje, lo hace suavemente, casi sin que se note su lucha contra el demonio.

Aquí hay dos casos que revelan claramente la forma en que Nuestra Señora desarticula al demonio.

Cuando la vidente Marija aún vivía con sus padres, muchos peregrinos italianos venían a visitarla en su casa de Medjugorje, porque había recibido el don de hablar italiano de la Gospa, en su cumpleaños de abril de 1983.

En ese entonces se le presentó una joven italiana atormentada por el diablo, que había estado en Medjugorje durante algunos días, y todos la evitaban porque su comportamiento era perturbador.

Había hecho un pacto con Satanás, participado en misas negras e involucrado en actividades sacrílegas, y había resultado poseída. Pero Marija accedió a hospedarla, reconociendo que la chica buscaba paz y sanación en Medjugorje. Durante ese mes, los fenómenos causados por el demonio que atormentaba a la chica eran espectaculares.

Por ejemplo, un sacerdote de paso que también se quedó con Marija durante esos días, en una ocasión quiso rezar en secreto por la chica, porque era imposible rezar frente a ella sin provocar una reacción violenta. Mientras estaba en su habitación, aprovechó la oportunidad para bendecirla en silencio desde el otro lado de la puerta, haciendo la señal de la cruz con su mano. Y entonces ella abrió violentamente la puerta y gritó «¡Deja de torturarme!», con improperios. 

Otra vez, cuando estaba en el suelo sufriendo los dolores del infierno, una amiga de Marija rezó en silencio para que la Virgen viniera a consolar y bendecir a la chica. Y en ese momento, la chica se sacudió como si estuviera quemada con un hierro caliente y gritó «¡Basta con tus oraciones sucias!».

Sin embargo la Virgen actuó en silencio y suavemente ese mes. Gracias a las oraciones la chica fue liberada y se fue a su país en paz.

Otro caso más impresionante es el de un sacerdote redentorista de la provincia ucraniana, que dio un testimonio inusual en el 15º seminario internacional para sacerdotes en Medjugorje.

En el año 2005, el obispo le había confiado la gran responsabilidad de dar el servicio de exorcista de su diócesis. Los primeros meses y el primer año estuvieron llenos del amor y la gracia de Dios, pero por supuesto, con grandes dificultades.

Pero durante un exorcismo sobre una persona poseída comenzaron sus dificultades.

Una voz muy dura y llena de horror se dirigió a él con estas palabras, «Soy terrible, soy fuerte y te destruiré. Destruiré tu sacerdocio, tu vida religiosa y toda tu vida». 

Aunque fue terrible, todavía no se lo tomó demasiado en serio, porque creía completamente en Dios y no tenía razón para no creer, y además sabía que el temor a satanás ya es una pérdida.

Pero en medio de ese dolor y la tentación, intentó rezar pero no pudo fue a confesión todos los días, pero satanás lo tentaba. Las pruebas fueron tan fuertes que perdió completamente su paz mental.

Y no solo eso, en su alma sintió que había perdido su vocación monástica y del sacerdocio. En paralelo, alguien le ofreció un viaje a Medjugorje y fue.

Estaba con un grupo de hermanos sacerdotes, y mientras ellos rezaban él no podía.

Un día subió el monte Podbrdo, donde les dijeron que habría una aparición a uno de los videntes, había mucha gente y los sacerdotes, se sentó de espalda al lugar de la aparición porque sentía que no era digno de estar allí. Durante la oración del rosario, tuvo el deseo de ver qué estaba pasando en el lugar de la aparición.

Fue allí en donde sintió otra voz que le decía que no mirara allí, que había fallado y que terminaría en el infierno. 

Pero empezó a mirar y buscar, tal vez vería algo después de todo, la esperanza nacía lentamente en él, pero crecían aún nuevos argumentos de que su humillación no cambiaría. Y en ese momento sintió como si experimentara a Nuestra Señora bajando del cielo, fue calmado por una ternura y una ligereza, como el suave viento de la presencia celestial de la Madre. 

Cuanto más se acercaba, más se alejaba el poder del maligno y experimentó una nueva revelación en su corazón, de cuán fuerte es la humildad de Nuestra Señora.

Se dio cuenta que ella no ahuyenta a los espíritus malignos, sino que ellos huyen porque no pueden soportar la pureza y belleza de su presencia. El espíritu destructor de satanás había desaparecido con su depresión y con todos sus miedos.

Y escuchó una voz en su corazón: «No temas, soy tu madre, soy tu garantía de que no perecerás». Y desde ahí siente la presencia de Nuestra Señora en cada exorcismo que realiza.

 

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