Los nuevos lineamientos geopolíticos del gobierno de Milei: el acercamiento a EEUU y el distanciamiento de China
“No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”. Esa es una frase que se le atribuye al expresidente Arturo Illia durante uno de los pocos gobiernos democráticos del siglo XX en la Argentina. Jauretche también nos adiestraba sobre el cipayo y su admiración por el europeo o el “gringo”.
- Internacionales
- Abr 10, 2024
“No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”. Esa es una frase que se le atribuye al expresidente Arturo Illia durante uno de los pocos gobiernos democráticos del siglo XX en la Argentina. Jauretche también nos adiestraba sobre el cipayo y su admiración por el europeo o el “gringo”.
Estos debates se encuentran más vigentes que nunca luego del viaje a último momento del presidente Javier Milei con la Jefa del Comando Sur de la Marina de Estados Unidos de América, la General Laura Richardson y el embajador norteamericano en la argentina Marc Stanley al punto más austral de nuestro país.
La cita no se dio en Buenos Aires durante la audiencia con la Canciller Mondino, el Ministro de Defensa Petri, el actual titular de la AFI Sivori y el Secretario de Estrategia Nacional Antelo; el encuentro se concretó fuera de agenda y organizado sobre la hora en la capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Además del discurso al que nos tiene acostumbrado sobre la libertad mencionando datos históricos de dudosa rigurosidad, el primer mandatario argentino realizó un novedoso anuncio; un hecho que tendrá consecuencias importantes en nuestras relaciones con el mundo, a corto y largo plazo: la creación de una base naval estadounidense integrada en Ushuaia. El horario del anuncio fue bastante atípico, un momento de la noche con pocos televidentes y con canales de noticias sin programación. Asimismo, el momento del año se lo puede considerar, como mínimo, insólito, puesto que se realiza sólo 48 horas del día de Conmemoración de la Guerra de las Malvinas, una fecha en donde todos los argentinos nos tomamos un lapso en nuestra rutina para reforzar nuestra memoria colectiva, invocando la soberanía nacional y rindiendo honor a los veteranos y a los caídos del conflicto. Ese fue el momento elegido para entregar una porción de nuestro territorio nacional y soberanía con el objetivo de permitir que una potencia extranjera pueda asentarse en el Atlántico Sur.
Esta nueva presencia militar no se la puede analizar sin tener en cuenta la política internacional que EEUU viene desplegando durante los últimos años tanto a nivel global, como regional.
En primer lugar, hace varios años que estamos en presencia de una especie de Guerra Fría versión siglo XXI: un enfrentamiento indirecto en términos bélicos, comerciales, estratégicos y geopolíticos entre dos facciones. Por un lado, encontramos a EEUU, la Unión Europea y su brazo militar de occidente en la OTAN; y por el otro, a la República Popular China y la Federación Rusa. Este remake del enfrentamiento este/oeste del siglo pasado, es la expresión reactiva de la política internacional estadounidense por retener su posición como la principal potencia mundial, en un escenario internacional que fue mutando del unipolarismo a la multipolaridad. Esta diversificación de polos de poder se dio debido al ascenso de grandes potencias con intereses globales, como también, por la aparición de nuevos grupos de países que nuclean a estas potencias, como el BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y el G20. La guerra en Ucrania contra Rusia, como la guerra comercial, estratégica y tecnológica de EEUU contra China son los principales indicadores de esta nueva Guerra Fría en proceso, en donde EEUU sigue siendo indiscutiblemente la gran potencia militar, que perdió poder relativo en áreas como la industria, el comercio y la tecnología.
A nivel regional, tampoco se lo puede considerar un avance aislado de EEUU en el Cono Sur, sino que debe ser entendido como nuevo paso en su política continental por recuperar el control de “su patio trasero”.
Los objetivos son muy claros: los recursos naturales estratégicos y biodiversos que América del Sur posee, como el litio, oro, cobre, el agua dulce, el gas y el petróleo. No es ningún secreto, la misma Richardson ya lo afirmaba en una entrevista a principios del año pasado cuando le preguntan sobre el valor que tiene la región para su país. La generala enfatizó la importancia que tiene América Latina y el Caribe para la Seguridad Nacional estadounidense a la vez que ratificó que los dos principales enemigos en la región son Rusia, a quien define como su segundo adversario, y China, como su principal competidor estratégico regional. i ii
Ahora, ¿por qué afirmo que es un nuevo paso y no el primero hacia un mayor control geopolítico de Sudamérica? El primer avance del siglo XXI lo dió en el 2008, cuando después de 58 años, Estados Unidos reactivó la IV flota de la Armada bajo la autoridad del Comando Sur. Casualmente, ese mismo año, un nuevo grupo de países suramericanos venía forjándose y firmaron su acta constitutiva a fines del 2008 dando lugar a la creación de la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), cuyo principal órgano fue el Consejo Suramericano de Defensa. Este velaba por la seguridad del sur del continente, definida de forma amplia y novedosa, en donde entre sus objetivos se encontraba la protección de los recursos naturales regionales.
Justamente entre el 2007 y 2008, Brasil había anunciado el descubrimiento de pozos petroleros que constituyen hoy la tercera mayor cuenca off shore del mundo. iii
El segundo paso lo dió a través de su influencia política, con el apoyo o acercamiento a partidos y actores opositores a los gobiernos que fundaron a la UNASUR. El Presidente Javier Milei en sí mismo es un producto de ese accionar. Sudamérica pasó de contar con líderes progresistas en el considerado “giro a la izquierda” que entre 2010 y 2015 les dio predominancia a Cristina Fernández, Evo Morales, Lula Da Silva, Pepe Múgica, Rafael Correa, Chavez o Maduro; a tener primeros mandatarios como Macri, Bolsonaro, Piñera, Iván Duque, Lenin Moreno, Cartés, Lacalle Pou y Vizcarra. Estos últimos, entre 2018 y 2020 y en ejercicio de sus respectivas presidencias, decidieron retirar a sus países de la UNASUR, desbaratando la única organización regional en donde la seguridad era un tema primordial. Hoy en día, solo Guyana, Suriname, Bolivia y Venezuela siguen formando parte.
Actualmente se puede afirmar que está ejecutándose la tercera intervención o el tercer paso, en donde el estado norteamericano trató de repeler el avance de las potencias extra hemisféricas como China y Rusia, quienes venían aumentado su presencia comercial y estratégica en Latinoamérica en los últimos veinte años.
EEUU tiene todo encaminado con el gobierno de Milei para instalar una base aeronaval, la cual se convertiría en la primer Base Militar extranjera en suelo continental argentino en toda su historia. La misma va a ser la más austral del mundo y será la más cercana de todo el globo a sus bases en la Antártida, controlando un paso bioceánico estratégico, próximo a las riquezas marítimas aún disputadas en el Mar Argentino y en nuestra plataforma continenteal que rodean a las Islas Malvinas.
El giro geopolítico de la Argentina: el poco entendimiento de los intereses y urgencias nacionales.
A lo largo de estos primeros meses de gobierno, se pueden identificar diferentes acciones que demuestran un distanciamiento y otras que podrían caracterizarse como provocadoras para con la República Popular de China. El primer acontecimiento sucedió el día posterior a la asunción de Javier Milei: la Canciller Mondino a través una publicación en la red social X (ex Twitter) manifestó que la República Argentina se iba a retirar de los BRICS, cuando sólo un par de meses antes había sido aceptado su ingreso en conjunto con Egipto, Irán, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos luego de años de negociación. Las explicaciones que dió en una entrevista en La Nación + luego de formalizar la salida fueron muy pobres: una especie de simplificación de conceptos. El posicionamiento argentino sería la alianza irrestricta con las democracias liberales del mundo (EEUU, Israel, Europa, el Commonwealth, según sus palabras), desarrollar acuerdos comerciales al que se posicione como “el mejor postor” para colocar nuestras exportaciones y salir de foros internacionales que implican, a su criterio, una pérdida de tiempo. La renuncia al bloque no fue bien recibida por el gobierno chino, quienes acababan de felicitar el flamante presidente a través de comunicados oficiales. iv
A esto se suma que Modino tuvo un encuentro con la Canciller de Taiwán. Estos hechos afectaron visiblemente el humor del régimen chino para con el nuevo gobierno libertario. Cabe mencionar que Taiwán y la República Popular China llevan enfrentadas por más de 70 años y que sólo 14 países del mundo reconocen a Taiwán como país independiente (en Europa sólo el Vaticano y el único sudamericano es Paraguay). v
A nivel cooperativo, el gobierno nacional en su política de suspender el desarrollo de las obras públicas que venían ejecutándose, despidió a 1800 obreros que estaban trabajando en proyectos hidroeléctricos cuyas licitaciones habían ganado oportunamente empresas orientales: las represas Jorge Cepernic y Nestor Kirchner, que suponen una de las obras civiles chinas más importantes de la región. Vi
¿Una vuelta a las relaciones carnales de los noventa?
«Es la mentalidad del cipayo que hasta cree estar sirviendo a su país cuando sirve directores extranjeros”. Arturo Jauretche
Estas nuevas acciones indican una falta de vocación soberana que entran en conflicto directo con nuestras fortalezas e intereses nacionales. Asimismo, indican un viraje con respecto a administraciones anteriores, en una marcada ruptura con la política internacional llevada adelante por el país en las últimas tres décadas.
Es menester aclarar que los dos principales socios comerciales de la Argentina continúan siendo Brasil y China, y que existen declaraciones de relaciones bilaterales estratégicas con China y Rusia, las cuales se encuentran en plena vigencia. Por lo que la salida de los BRICS y el distanciamiento del gigante asiático indican un cambio geopolítico que podemos tildarlo, al menos, de apresurado y poco inteligente, careciendo de una real comprensión de la importancia comercial, financiera y de infraestructura pública que tienen estos estados para el país.
El contexto económico tampoco es de gran ayuda: Argentina necesita de China como comprador de sus productos agropecuarios, como también para activar el segundo tramo de los Swaps acordados en yuanes, con el fin de engrosar las divisas del Banco Central, algo muy necesario para un correcto funcionamiento del mercado de importaciones como del mercado cambiario. Este contexto ambiguo para con los chinos, obligó a la Canciller Mondino a que anunciara una gira por Asia con paso por Beijing como un gesto de buena fe para con el gigante oriental. Pero el panorama se enmaraña con este nuevo anuncio sobre la instalación de la base naval estadounidense en Ushuaia, principalmente porque existían versiones sobre la intención china de construir un puerto y/o base de proyección similarvii.
Este nuevo posicionamiento nacional que comprende un alejamiento de China y un alineamiento con la potencia de América del Norte, tiene ciertas semejanzas al menemismo y a sus “relaciones carnales”. Se pueden identificar expresiones bilaterales análogas, no sólo en el ámbito estratégico, sino también, en materia militar y satelital. Recordemos que todavía se encuentra latente el Juicio por la expropiación de YPF, donde la jueza Loreta Preska del segundo distrito de Manhattan ordenó al país otorgar como garantía el equivalente a 16 mil millones de dólares en propiedad del estado nacional, que podrían quedar en manos extranjeras. A su vez, los demandantes pidieron información sobre acciones embargables de todas empresas nacionales, como de la misma YPF, ARSAT, ENARSA, INVAP, Banco Nación o Aerolíneas Argentina. Este escenario se asimila a la década de los noventa, cuando los Estados Unidos solicitaron al gobierno de Menem abandonar o vender diferentes proyectos estratégicos, como el Plan Condor, que desarrollaba un misil de largo alcance, el desmantelamiento del predio espacial en Falda del Carmen.
Fue una época marcada por el consenso de Washington y por recortes de gastos públicos, banderas por las que el actual presidente expresó en reiteradas oportunidades sentir simpatía.
A modo de cierre
El presidente Milei se verá presionado por la puja entre las dos principales potencias del mundo y sus respectivos intereses en la región.
¿Se continuarán las relaciones estratégicas forjadas con la República Popular China durante los últimos años o se volverá a un alineamiento total con los norteamericanos como en los 90`? La tendencia hasta ahora indica que el posicionamiento ideológico y estratégico/militar con EEUU inclina más la balanza hacia occidente que los intereses comerciales, financieros y de obra pública con los chinos. Pero lo que principalmente se vislumbra de estos nuevos acontecimientos, es la carencia de experiencia y una cierta improvisación por parte del actual gobierno debido a la falta de una hoja de ruta clara en materia de política internacional que priorice los intereses argentinos antes que los intereses extranjeros, sean chinos o estadounidenses.
Cuestiones como el posible envío de tropas a la guerra de Ucrania o la mudanza a Jerusalén de la sede diplomática en Israel, son distintos gestos simbólicos que poco tienen que ver con los intereses y urgencias nacionales. Hoy en día, reducir la falta de divisas, como el crecimiento de las exportaciones son prioridades para la Argentina, objetivos que un alineamiento ideológico/militar no contempla. El gobierno debería comerciar y establecer relaciones con todos los estados del mundo y, en tiempos de una Nueva Guerra Fría, una tercera posición o no alineamiento irrestricto parece una salida acorde que tomaría en consideración las urgencias nacionales y daría márgenes de maniobra al país. El tiempo revelará las consecuencias del rumbo adoptado por el actual gobierno nacional.
Rodolfo Nicolás Mantaras – Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Católica Argentina y Miembro del CEIEP (Consejo de Estudios Interdisciplinarios, Económicos y Políticos)
Referencias:
- ihttps://www.youtube.com/watch?v=QjN0m-ISwXg&ab_channel=JP%2B
- iihttps://actualidad.rt.com/actualidad/455823-jefa-comando-sur-eeuu-explica-importancia-latinoamerica
- iiihttps://www.ambito.com/economia/brasil-bendecido-descubren-el-tercer-pozo-petroleo-mas-grande-del-mundo-n3494206
- ivhttps://www.youtube.com/watch?v=vf4qmHrWA_E&ab_channel=LANACION
- vhttps://cadenaser.com/nacional/2022/08/04/que-paises-reconocen-a-taiwan-como-estado-independiente-la-escueta-lista-de-enemigos-declarados-dechina-cadena-ser/
- vi https://www.lanacion.com.ar/politica/un-paso-en-falso-en-momentos-en-que-el-gobierno-multiplica-gestos-hacia-china-nid23032024/
- vii https://dialogo-americas.com/es/articles/china-presiona-a-argentina-para-construir-base-naval/