MARTES, 26 DE NOV

Julian Assange llegó a un trato con la Justicia de Estados Unidos y saldrá en libertad

El fundador de Wikileaks llegó a un entendimiento con la fiscalía norteamericana y se declarará culpable de violar la Ley de Espionaje, cuyo castigo es una cantidad coincidente de años que el activista y periodista australiano ya purgó en prisión.

 

El fundador del sitio web de filtraciones de cables de información, el periodista australiano Julian Assange, llegó a un acuerdo este lunes con la fiscalía de Estados Unidos y decidió declararse culpable del delito de difundir ilegalmente material de seguridad nacional a cambio de su liberación de una prisión británica.

El activista, símbolo de la lucha por la libertad de prensa y la libertad de expresión, fue excarcelado de la prisión de Belmarsh, donde hace cinco años que se encuentra encarcelado para tomar un vuelo directo a Australia. Una vez allí, deberá comparecer frente a los tribunales de la isla de Saipán, capital de las Islas Marianas del Norte, en el Océano Pacífico. Lejos de los palacios de justicia continentales del país que lo quiere ver preso desde hace trece años. Previo a su encierro en Belmarsh, Assange había estado otros siete años en la embajada londinense de Ecuador, hasta que el presidente Lenin Moreno le retiró el asilo político y dejó que fuerzas federales lo sacaran a la fuerza del edificio y lo detuvieran en abril de 2019.

Julián Assange está libre. Salió de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh la mañana del 24 de junio, después de haber pasado allí 1.901 días”, apunta un comunicado de la página oficial de Wikileaks y añade: “El Tribunal Superior de Londres le concedió la libertad bajo fianza y fue liberado en el aeropuerto de Stansted durante la tarde, donde abordó un avión y partió del Reino Unido” rumbo a Oceanía.

La estrategia

Assange decidió declararse culpable frente a la justicia norteamericana de un cargo grave, por violación a la Ley de Espionaje luego de su papel protagónico en la filtración de miles de cables de información clasificada del gobierno de Estados Unidos, documentos militares y expedientes diplomáticos en 2010.

El delito por el que se lo acusa tiene una una pena máxima de 10 años de prisión, pero se espera que la justicia lo condene a cinco años, computándolo con los años en los que el australiano permaneció encerrado en la institución penal británica: luego de dictada la sentencia, Assange quedaría en libertad.

“Después de más de cinco años en una celda de 2×3 metros, aislado 23 horas al día, pronto se reunirá con su esposa Stella Assange y sus hijos, que sólo han conocido a su padre tras las rejas”, apuntaron desde Wikileaks.

Esta situación es inédita en la historia del culebrón sobre espías, servicios de contrainteligencia, violaciones a los derechos humanos no sólo en Irán y Afganistán en los conflictos desarrollados por el gendarme norteamericano, sino en diferentes zonas de Latinoamérica y Asia.

En un principio, el periodista se enfrentaba a una pena máxima de 170 años de cárcel dado que el gobierno de Barak Obama perseguía al editor de Wikileaks por 17 delitos de violación a la Ley de Espionaje y uno por una infiltración a los sistemas gubernamentales del Departamento de Estado, que derivaron en la filtración de más de 250.000 documentos clasificados en noviembre de 2010.

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Un escrito del Departamento de Justicia anticipa que “el acusado (Julian Assange) se declarará culpable (…) de conspirar para obtener y diseminar ilegalmente información clasificada relacionada con la defensa nacional de los Estados Unidos (…) y será sentenciado por el Tribunal por ese delito” y apunta que el activista se presentará este miércoles a las 9 de la mañana -horario local de Saipán- ante la jueza Ramona Villagómez Manglona.

Assange rechazaba comparecer ante un tribunal continental de Estados Unidos debido a que el gobierno norteamericano no dio pruebas de que serían respetadas las garantías procesales y constitucionales del acusado. Las Marianas, por su parte, están más cerca de la Australia natal de Assange.

El símbolo de cabello plateado

El periodista nunca dejó de defender que la publicación de cables de información era un asunto de interés público, por lo que estaba siendo protegido por la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana, que defiende la libertad de expresión. La reacción del gobierno norteamericano sostenía que las filtraciones pusieron en peligro la seguridad nacional y a los aliados del Estado.

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“Este es el resultado de una campaña global que abarcó a organizadores de base, defensores de la libertad de prensa, legisladores y líderes de todo el espectro político, hasta llegar a las Naciones Unidas. Esto creó el espacio para un largo período de negociaciones con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que condujo a un acuerdo que aún no se ha cerrado formalmente”, aclaran en su comunicado los amigos y colegas de Wikileaks y prometen proporcionar más información “lo antes posible”.

El mensaje del sitio web de Assange sostiene que “WikiLeaks publicó historias innovadoras sobre corrupción gubernamental y abusos contra los derechos humanos, responsabilizando a los poderosos por sus acciones. Como editor en jefe, Julian pagó severamente por estos principios y por el derecho del pueblo a saber” y cerraron: “La libertad de Julian es nuestra libertad”.

 

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