Día Mundial de Lucha contra las aAdicciones: Rosario realizó la marcha más importante de todo el país

Distintas agrupaciones sociales, fundaciones y organizaciones eclesiásticas, marcharon junto a la Asociación Civil Madres Territoriales de la Nación en busca de visibilizar una vez más el gran flagelo que padecen los jóvenes relacionado a los consumos problematicos. La movilización partió desde Plaza Montenegro hacia el Monumento a la Bandera.

La Mesa Nacional de Adicciones esta integrada por el Foro Provincial de Adicciones de Santa Fe que colaboran con SEDRONAR y APRECOD (Agencia de Prevención de Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones).

Silvia Segarra, integrante de la organización Madres Territoriales, dialogó con Conclusión en el marco de la movilización y aseguro que la joranada “es un canto a la vida. Ni un pibe más”. La militante aseguró que «trabajamos en red. Nosotros somos 24-7, para asistencia y atención a los jóvenes y a toda persona que necesite la ayuda en esta problemática. Estamos viendo cómo se mueren los jóvenes, cómo se mueren los chicos, cómo hay tanta necesidad. Debemos cambiar los paradigmas de asistencia a las adicciones. Debemos hablar de adicciones”.

«Debemos juntarnos la parte política, el Estado, las organizaciones, los que trabajamos día a día en esta problemática. Hay que hablar de adicciones para poder dar una ayuda y una asistencia”, aclaró Segarra.

Susana Carreño, otra integrante de las madres confió a Conclusión que «abran los ojos. Esta enfermedad es una pandemia que nadie quiere aceptar. El Estado tiene que entender que nos está sobrepasando. Cada vez hay más chicos enfermos. Esta porquería destruye”.

“Mata cerebros, mata a familias enteras. Por favor, tomen conciencia. Es una pandemia, es una enfermedad. Entiendan que es una enfermedad y que no se sale solo, pero se sale” sostuvo de manera efusiva Carreño.

Las Madres Territoriales Nacional, invitaron para el día viernes y sábado próximos, en la Universidad Católica Argentina, donde se realizará la conmemoración del tercer Congreso de Madres. Se estima que visitarán la ciudad de Rosario más de 50 profesionales de todo el país, especialistas en adicciones, y asistirán las Madres de todo el país.

Por otra parte, el Padre Fabián Belay, referente de la Pastoral de Drogadependencia, en dialogo con Conclusión afirmó que “todos los años, gracias a Dios, podemos hacer este encuentro en el que participan un montón de organizaciones sociales, civiles, también religiosas, estamos gente de la iglesia evangélica, de la iglesia católica, asumiendo que en esto no puede haber una grieta, en esto tenemos que estar todos juntos porque, se trata del futuro de nuestra sociedad y también del futuro de los niños, de los adolescentes y de los jóvenes de nuestra ciudad”.

El sacerdote dio detalles de la manera en que se está trabajando desde las iglesias y como es la colaboración. “Nosotros en lo que es la comunidad Padre Misericordioso, de los Hogares de Cristo, tenemos lo que son centros de niñez, hay centros que funcionan en los barrios, que son los centros de vida, que brindan contención a las personas con problemas de consumo, hay tres granjas en las cuales hay personas que están haciendo tratamientos de internación, hay centros ambulatorios para varones y para mujeres, es decir, se trabaja desde la prevención hasta lo que es la asistencia, en tres niveles”, afirmó Belay.

“Creo que es momento de romper los silencios y empezar a problematizar todo lo que tiene que ver con el consumo de droga en nuestra sociedad”, finalizó el responsable de la pastoral contra la drogadependencia.

En el transcurrir de la marcha, las historias de vida poblaron las calles. Álvaro Boselli, contó su experiencia desgarradora de haber pasado por el horror de consumir drogas y haber perdido a su familia por esa causa. “Nosotros venimos con el problema del consumo, tuvimos problemas que llegamos a terminar en la calle, en mi caso, degradándome, como persona, porque hemos hecho cagada por todos lados. Gracias a Dios encontramos lugares como estos que recuperan a personas. Madre Territorial, es un lugar diferente a los demás, es un lugar muy inclusivo”.

“Tenemos terapia con psicólogos, buscamos el por qué consumimos. Porque sí, se arranca probando, pero después, siempre por algún problema que tuvimos de chico o en nuestro pasar de la vida que nos fue llevando a tratar de olvidar cosas y eso es lo que nos hacía la cocaína, o sea, evadíamos los problemas. Lo que aprendemos es enfrentar los problemas, charlarlo, lo charlamos con compañeros, lo charlamos con psicólogos, con terapeutas, lo hacemos con grupos”, vaticinó Boselli.

Tal como Alvaro, su par y compañero de estudio en este momento el Rasta, como le dicen, también contó su vivencia a cerca de los consumos: “También terminé igual, he terminado en la calle, 28 años de consumo, hoy tengo 40. Ahora ya estoy estudiando para operador comunitario, para ayudar, como me ayudaron a mí y enseñarles a otros chicos que esto no es un problema, es un tema que hay que ocuparse”. Como siempre le digo, salir se puede. Acá  nos dan algo que digo siempre yo, nos dan la sartén, nos dan el aceite y uno tiene que poner los huevos, las ganas”.