VIERNES, 22 DE NOV

Viaje de egresados: desde Atención al Consumidor recomiendan «leer la letra chica» de los contratos

A partir del DNU 70/2023, que desreguló la actividad turística surgieron numerosas dudas al momento de contrar una empresa para el viaje de fin de curso. ¿Qué se debe tener en cuenta?.

La desregulación del sector turístico en relación a la firma de contratos de viajes de egresado trae consigo un universo de confusiones; sobre todo en padres y madres que deberán enfrentar el viaje de sus hijos con las primeras modificaciones. Frente a ello y a modo de alerta, desde la Oficina Municipal del Consumidor se dieron una serie de recomendaciones para evitar «dolores de cabeza».

Frente a este escenario, la jefa de la repartición, Solange Bobbet, remarcó la importancia de «leer con atención y de forma detallada» los contratos y poner mayor énfasis en «la letra chica».

«Hasta hace un par de años los padres firmaban los contratos, creían en la palabra de lo que les decían los coordinadores de viaje en las reuniones y no chequeábamos en esta cuestión de las excursiones y todo lo que nos decían, pero hoy lo que recomendamos es que toda esa información que se les brinda, luego chequeen que esté en el contrato, que esté todo detallado», destacó.

Asimismo, Bobbet abrió paréntesis en la contratación de los seguros a la hora de viajar que, si bien no es obligatoria su contratación, es imprescindible «conocer con qué empresa se contratan, el monto, en qué forma se acordó el servicio y qué tipo de cobertura tienen».

Otra de las modificaciones notorias desde que se aprobó el decreto de necesidad y urgencia (DNU) emitido por el gobierno nacional, tiene que ver con los contratos para los viajes de estudio firmados en el invierno del año pasado y la denominada “cuota cero” que consistía en una primera cuota, correspondiente al 6 por ciento del contrato básico de viaje que se aportaba a un fondo fiduciarios con el objetivo de asegurar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los que organizan viajes de fin de curso.

Dicho dinero, funcionaba como una garantía para cubrir los servicios de transporte, alojamiento, gastronomía, excursiones básicas diurnas y los seguros correspondientes a la realización del viaje, en caso de que la agencia contratada no cumpliera con lo pactado.

Si existen dudas, en la Oficina del Consumidor (peatonal Córdoba 852) funciona un área encargada de turismo que asesora en forma gratuita sobre estos temas.

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