La producción de acero crudo cayó 17,8%: el Gobierno había eliminado las restricciones a la importación
Este es un componente esencial para la industria argentina, particularmente para los sectores de la construcción y la metalmecánica, que dependen en gran medida de su disponibilidad y precio.
La industria del acero registró en agosto pasado una caída interanual de 17,8% en la producción y mostró que el derrumbe económico está lejos de haber quedado atrás. El Gobierno nacional había eliminado en agosto pasado las restricciones a la importación.
Los datos fueron expuestos por la Cámara Argentina del Acero (CAA) y señalan que, con un total de 346.900 toneladas, la producción de crudo tuvo un incremento de 10,5% en agosto respecto a julio, pero un derrumbe de 17,8% en la comparación con el mismo mes del año anterior.
Además de la baja en la producción de acero crudo, la fabricación de laminados terminados en caliente también sufrió una contracción significativa en términos interanuales. Durante agosto, la producción de laminados alcanzó las 324.400 toneladas, un 18,5% menos que en el mismo mes de 2023, aunque mostró una mejora del 10,6% respecto a julio.
El acero es un componente esencial para la industria argentina, particularmente para los sectores de la construcción y la metalmecánica, que dependen en gran medida de su disponibilidad y precio.
No obstante, a pesar de estos números, la CAA ve indicios de una leve recuperación en un puñado de sectores vinculados. «Comienzan a verse algunos signos de reactivación en los sectores vinculados a la cadena de valor metalmecánica», sostuvo la entidad empresarial en un comunicado.
Igualmente, desde la Cámara Argentina del Acero hicieron énfasis en el reclamo de «avanzar con urgencia en la reducción de los impuestos distorsivos que penalizan la agregación de valor en la Argentina».
Uno de los temas que también está en el centro del debate es la reciente modificación del reglamento técnico del acero para la construcción. Este cambio, que en la práctica facilita la importación de acero, aluminio y materiales para la construcción, fue justificado por el Ejecutivo como una medida para alentar la competencia y reducir los costos en el mercado local.
La CAA expresó su apoyo a los esfuerzos del gobierno por desburocratizar la economía, pero advirtió sobre los riesgos que podría generar una normativa más laxa en términos de seguridad estructural. «El reglamento técnico modificado, que rige en otros mercados como Estados Unidos y la Unión Europea, tiene por objetivo garantizar la seguridad estructural de las construcciones antes de que se produzcan fallas que se detectarían en el tiempo, una vez ya instaladas las estructuras de acero», explicó la entidad.
