La prueba de Dios para el pueblo fiel: purificación de la tierra en épocas de tribulación

Los Padres de la Iglesia hablaron de que la Iglesia pasará por una gran tribulación, reflejando la Pasión de Cristo. Y el Catecismo dice que la Iglesia deberá pasar por su propia pasión antes de la segunda venida de Cristo. Esta pasión incluirá la traición, la persecución y la crucifixión de la Iglesia.

 

La prueba de Dios al Remanente Fiel preparándolo para la Gran Apostasía y el Apagón Espiritual.

Mientras el mundo persigue a la civilización y la fe cristianas, dentro de la Iglesia sucede algo que llama la atención. Hay un abandono progresivo de la prédica de la fe apostólica. Y la adopción de una prédica similar a la de los poderes civiles: cambio climático, migraciones, vacunación, que todas las religiones apuntan al mismo Dios.

Algunos dirán: está naciendo otra religión. Y otros dirán: no, todos están yendo hacia la negación de Dios en absoluto. Externamente parecería que los dos tienen algo de razón

Pero lo que en realidad sucede es que Dios está probando al remanente fiel, a los que guardan sus mandamientos, antes de profundizar la purificación del mundo, que ya comenzó. Porque este remanente fiel será el que re-evangelice de nuevo la Tierra cuando termine la tribulación.

El Padre Malachi Martin contó que el Cardenal Agustín Bea, de quien era asesor, había estado presente en una reunión celebrada por el Papa Juan XXIII, en 1960, para discutir qué se debía hacer respecto al 3er Secreto de Fátima, que les mostró el Papa.

Juan XXIII pensaba que no se debía publicar el secreto. Porque arruinaría el curso de las negociaciones con Nikita Kruschev. Y también tenía una perspectiva descreída de las apariciones. Que expresó dos años más tarde al abrir el Concilio Vaticano II.

Cuando casi con desdén deslizó una burla a quienes llamó ‘profetas de la fatalidad’, en su discurso del 11 de octubre de 1962. Y no hubo duda en la mente de ninguno de los presentes que estaba hablando de los tres videntes de Fátima. Él estaba en contra de ellos, dijo Malachi Martin.

Juan XXIII no creyó en el mensaje. Pero Pablo VI tampoco creyó conveniente revelarlo, Juan Pablo II reveló sólo una parte, y Benedicto XVI y Francisco tuvieron la misma conducta de ocultarlo. Y la forma de defenderse fue la desinformación, “no existe ninguna segunda parte del tercer secreto”, “no tenemos nada más”.

Pero numerosos testigos, de primer nivel, dicen que efectivamente existe una hoja donde Sor Lucía escribió la interpretación que la Virgen le dio sobre las imágenes. Que luego el Vaticano revelaría en el año 2000: el ángel tocando el eje de la Tierra y el Papa martirizado subiendo a una montaña con una cruz.
El caso más notorio es el del escritor investigador Antonio Socci, que comenzó su investigación para desacreditar la existencia de esa hoja. Pero encontró pruebas abrumadoras que indican su existencia y cambió radicalmente de opinión.

¿Y qué contiene esa hoja? Los cardenales Silvio Oddi y Mario Luigi Ciappi dirían al final de su vida que la Santísima Virgen había anunciado una gran apostasía dentro de la Iglesia.

Ciappi especificó que la Virgen había dicho que la apostasía comenzaría desde lo más alto del Vaticano. El padre Joaquín Alonso, archivista oficial de Fátima, dijo que su contenido se refiere a la crisis de fe dentro de la Iglesia, a la negligencia de los pastores, a las luchas internas en la Iglesia y a una grave negligencia pastoral de la alta jerarquía. Y varios santos y místicos, entre ellos el Padre Pío, coinciden en que vendría una apostasía en la Iglesia promovida por la jerarquía vaticana.

Lo que dijo la Virgen ya había sido profetizado desde el inicio del cristianismo. Por ejemplo, en Lucas 18 encontramos que Jesús se pregunta si encontrará fe en la Tierra cuando vuelva.

En Hechos de los Apóstoles 20 dice que aparecerán dentro de la Iglesia pastores que prediquen otro mensaje y arrastren a muchos cristianos. Y en muchas apariciones Nuestra Señora ha profetizado lo mismo.

En la Salette dijo que Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo. En Akita y en muchas otras, Ella repite que muchos sacerdotes perderán la fe y perseguirán a los que la conserven.

Los Padres de la Iglesia hablaron de que la Iglesia pasará por una gran tribulación, reflejando la Pasión de Cristo. Y el Catecismo dice que la Iglesia deberá pasar por su propia pasión antes de la segunda venida de Cristo. Esta pasión incluirá la traición, la persecución y la crucifixión de la Iglesia.

 

¿QUÉ LE DIRÁ DIOS AL DIABLO?

Que la gente ya no se sienta pecadora y que piense que irá fácilmente al Cielo, porque no han sido grandes delincuentes.

Se redefinirá el mensaje cristiano arguyendo que lo que quiso decir el Dios que se reveló en la Biblia, es que la gente debe centrarse en ayudar al prójimo y también al planeta.

Inculcará que valores centrales sean la tolerancia de las otras espiritualidades y el indiferentismo, o sea que todas las religiones apuntan a lo mismo. Esta herejía produce apostasía, o sea abandono generalizado de las verdades de la fe tradicional católica, por las verdades de la fe humanista.

Y está diseñada para que la Iglesia no predique más el mensaje de Jesús y predique el señorío del hombre en la tierra. ¿Pero cómo puede pasar esto si Jesús dijo que la Iglesia nunca sería destruida?

Esto no significa que la Iglesia deje de existir, pero puede parecer, en apariencia, que la Iglesia ha muerto. Sin embargo, será purificada y resucitará, al igual que Jesús. Estamos en el Getsemaní de la Iglesia. Cuando los apóstoles se dispersaron y Judas traicionó a Jesús.

Hoy vemos muchos Judas dentro de la Iglesia, traicionando la verdad. Y es interesante ver que la traición de Judas fuera con un beso, un acto de falso amor y falsa compasión. Porque hoy en día estamos viendo lo mismo: falsas compasiones y falsas misericordias que niegan la verdad.

En nombre de la inclusión y la tolerancia, se está permitiendo todo tipo de pecado bajo la apariencia de amor. ¿Y por qué está pasando esto? Porque Dios está poniendo a prueba a los católicos fieles, no a los liberales.

Ya sabe hacia dónde van los liberales: hacia el modernismo, hacia el globalismo. Pero Jesús está mirando ahora al pequeño remanente fiel y está preguntando: “¿Me amarás cuando Pedro esté negando mi rostro?”. “¿Permanecerás fiel cuando «Roma pierda la fe», y predique sobre cambio climático, las vacunaciones, las migraciones y que todas las religiones son iguales, en lugar del mensaje de Jesucristo?”

En este momento, muchos católicos están siendo probados. Sólo así la Iglesia será purificada y la Tierra experimentará un período de paz y santidad. Estamos viviendo en el tiempo de los dolores de parto, como lo llama Jesús en el Evangelio. Estamos viendo los comienzos de la purificación.

Antes de que llegue esa era de paz, habrá grandes tribulaciones. Y es importante que nos preparemos espiritualmente para eso. Lo que necesitamos es fijar nuestros ojos en Cristo. Él es la fuente de nuestra esperanza. Si mantenemos nuestros ojos en Jesús, todo lo demás tomará su lugar adecuado.

Lo primero es arraigarnos en la Palabra de Dios y en la enseñanza constante de la Iglesia. Y lo segundo es rezar. Y el Espíritu Santo nos guiará a toda la verdad. Porque la victoria de Cristo está asegurada, y debemos mantener nuestros ojos en esa verdad para reinar con Él.

 

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