Solá y Timerman: el límite del apoyo a Milei y la autocrítica justicialista

La pobreza creció un 11 con respecto a diciembre pasado, mientras tanto la imagen de Milei comienza a caer. Y la inflación desacelera aunque no al ritmo esperado. Los salarios, por su parte, no alcanzan y las tarifas aumentaron sin control. En este contexto, Felipé Solá y Raúl Timerman analizaron la coyuntura actual del país y el presente del justicialismo en una charla conjunta en el teatro de Empleados de Comercio en Rosario (Corrientes 450).

En diálogo con Conclusión, Felipe Solá ensayó una fuerte autocrítica del justicialismo de los últimos años y consideró que el partido “no debe pronunciar discursos que después no se pueden llevar adelante”. “La falta de movimiento que mucha gente le adjudica al peronismo frente al terrible avance del ajuste y la crueldad de Milei, en realidad esconde una autocrítica. Si no se oye ruido del peronismo es porque hay una autocrítica, solo que no se hace pública, va por dentro, entre compañeros lo decimos”, reconoció el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires.

En tanto que se diferenció fuertemente del gobierno anterior. “Agradezco que me hayan echado del Gobierno de Alberto Fernández, era un pésimo gobierno”, disparó quien fuera ministro de Relaciones Exteriores entre diciembre de 2019 y septiembre de 2021.

“En Argentina tendemos a resolver nuestros problemas por medio de la inflación. El gobierno antipopular por querer fundar todo, lo choca. Entonces llega un gobierno popular, lo boicotean los empresarios, financistas, pretende hacer control de precios y no puede. Ahí empieza a haber inflación, emite y tiene que declarar el default. Da la impresión de que hay que elegir entre pobreza o inflación. Es un ciclo que se da muchas veces”, explicó el referente del peronismo.

Con respecto a la actual gestión Milei, enfatizó: “El endeudamiento que va a haber el año que viene no permite pensar que esto vaya a mejorar”. “La gente en el fondo espera que haya un estado que la ayude en la salud, que ponga regulaciones en las tarifas y donde sea necesario”, sumó el referente justicialista.

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Elecciones de medio término

Al margen de los errores del pasado y el armado político actual, para Solá volver al poder estará intimamente ligado a los resultados del gobierno libertario: “Milei cada vez se equivoca más, entonces más gente se va a sentir identificada con otra representación. No sé si lo que viene se llamará peronismo o no, pero sí se que va a ser una respuesta a este desastre llamado anarco capitalismo. En América Latina los ciclos de gobiernos populares van y vienen. En Argentina es distinto, Argentina tiene a favor la memoria del peronismo que son los sindicatos. La CGT, los gremios, actúan como piso en el cual no se puede seguir el ajuste”.

“Los liberales lo solucionan endeudándose. Hay que reflexionar y pensar qué es lo que queremos para Argentina. Y no pronunciar discursos que después no se pueden llevar adelante”. “Hay que negociar con algunos poderes para que dejen gobernar”, dijo con su característico estilo frontal Solá.

Y completó: “El justicialismo tenemos que ir lo más fuerte posible, unidos entre nosotros y con otros para ir juntos en un frente. Porque hay que lograr mayoría en el Congreso para evitar los vetos, el desguace del Estado que se plantea, para esta aplanadora que se quiere llevar adelante la estructura argentina”.

Hasta cuándo es el aguante

La aprobación de la gestión de Javier Milei se ubicaba entre el 50 y el 52%. En medio de un ajuste brutal era una anomalía mantener esos números. Sin embargo, días atrás se observó una caída, que marcó una aceptación del 44 por ciento -que sigue siendo alto- y una desaprobación de 54 puntos. En nueve meses cayó 12 puntos la imagen del presidente. Todo de acuerdo a la consultora de Raúl Timerman, Grupo de Opinión Pública. Para el consultor político, la aprobación tiene dos fundamentos, “el que sigue con la esperanza de que las cosas mejoren y los que lo votaron por hartazgo de todo lo anterior”.

“Si el Gobierno de Macri o Alberto Fernández hubiesen sido buenos, Milei seguiría siendo panelista en Intratables”, dijo con firmeza el analista Raúl Timerman en diálogo con Conclusión.

Más allá del ajuste más grande en democracia, la aceptación de la gente para Milei se mantuvo. La pregunta es ¿hasta cuándo? “El 40% de los votantes de Milei dicen hasta el final de su mandato, el resto dice que entre uno y dos años. Los votantes de Massa quieren que se acabe ya o en unos meses. La esperanza se termina con el último paquete de fideos”, contesta Timerman. “Hay un porcentaje que llega a fin de mes, pero hay otro porcentaje que tiene que usar ahorros o endeudarse”, completa el especialista sobre lo que puede inclinar la balanza en la opinión pública.

Sin liderazgo en la oposición

A pesar de su plan de gobierno, Milei también tiene en cuenta el clima social: “Los primeros alertas fueron en abril en relación a las prepagas o el presupuesto universitario. El Gobierno, entonces, reaccionó, hizo una corrección en esos puntos. Y apareció en Buenos Aires una cuestión que preocupó a los votantes de Milei jóvenes, que fue el aumento del precio del transporte. El veto a la ley de movilidad jubilatoria y el festejar la cancelación del aumento a jubilados también fue muy mal visto”.

“Los gobiernos se debilitan no por acción de los que no lo votaron, sino por falta de apoyo de los que lo votaron. Además, el Gobierno ya es débil porque no tiene mayoría en las cámaras, gobernadores ni intendentes”, explicó Timerman.

Sobre el panorama de los partidos políticos en la actualidad, analizó: “Hoy Argentina está dividida en Milei sí Milei no. No hay un nombre del otro lado. Antes de pensar en quién, hay pensar en qué, con qué propuestas se sale a la sociedad. No alcanza con oponerse al Gobierno. Hay que pensar una propuesta alternativa que seduzca a la gente y la encolumne. Después va a aparecer quién las lleve adelante, por ahora no se vislumbra”.