El Instituto Karolinska de Estocolmo otorgó este lunes el premio Nobel de Fisiología 2024, a los científicos estadounidenses Víctor Ambros y Gary Ruvkun «por el descubrimiento de los microARN y su papel en la regulación genética postranscripcional».
La regulación genética, descubierta por Ambros y Ruvkun, es un mecanismo que permite la evolución de organismos cada vez más complejos. Según comprobaron los científicos, la regulación anormal por microARN puede contribuir al desarrollo de cáncer, al tiempo que constataron mutaciones en los genes que codifican el microARN en humanos, lo que puede traducirse en pérdida de audición congénita y trastornos oculares.
A partir del análisis exhaustivo del gusano C. elegans, que cuenta con muchos tipos de células específicas, musculares y nerviosas, los científicos lograron descubrir el microARN. Se trata de una nueva clase de ARN, molécula crucial para leer la información del ADN y transcribirla para crear proteínas.
Sus hallazgos «están demostrando ser de importancia fundamental en cómo se desarrollan y funcionan los organismos», indicó la Asamblea del Nobel en su anuncio oficial.
El año pasado, obtuvieron el Nobel de Medicina Katalin Karikó y Drew Weissman por la vacuna del covid-19 basada en ARN mensajero.