MIéRCOLES, 13 DE NOV
Entrevista

Genocidio planificado: el gobierno recorta 76% el presupuesto para personas con VIH, hepatitis y tuberculosis

Hace más de 20 años el Ministerio de Salud de la Nación compra medicación para aprovisionar en forma gratuita los tratamientos muy costosos para personas que se atienden en el sistema público de salud. Este año empezó el ajuste, "hoy es difícil sostener un tratamiento".

El referente del Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, Claudio Mariani denunció en diálogo con Conclusión que el Presupuesto 2025 enviado al Congreso por el Gobierno de Javier Mieli, contempla el ajuste de los fondos para la prevención y el tratamiento de VIH, hepatitis y tuberculosis y otras infecciones de transmisión sexual, un 76 por ciento.

Las organizaciones que integran el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, Hepatitis y Tuberculosis se movilizaron ante el Congreso y advirtieron que esta materia «se asiste a un genocidio planificado».

Mariani explicó que desde «el comienzo de 2024 se paralizaron las compras públicas y comenzamos a notar la falta de algunos medicamentos, los afectados por alguna de estas dolencias que recibían tratamiento se vieron a realizar cambios que en muchos casos agravó su salud».

Otra de las carencias, que señaló Mariani es la «falta de preservativos, un insumo esencial para la prevención y también de reactivos para testear resistencia, carga viral y CD4, su efectividad y seguridad de los tratamientos».

«Actualmente, por ejemplo, las personas gestantes con VIH no pueden acceder a la Zidovudina (AZT) EV, un fármaco indispensable durante el trabajo de parto para prevenir la transmisión vertical. La ausencia de preservativos y la falta de campañas de prevención, dispara los casos de VIH, sífilis y otras ITS, llevando a una epidemia descontrolada», alertó Mariani.

Buscan el déficit cero matando a la población argentina que tiene jubilaciones o alguna enfermedad

Un comparativo de presupuestos de 2023, 2024 y 2025: puso en evidencia que no solamente se reduce en términos reales la capacidad de dar respuesta a las personas que ya vienen recibiendo tratamientos sino la imposibilidad de la incorporación de nuevas personas con diagnósticos recientes que deben atenderse en el subsistema público de salud, agravado el número por la migración de personas de las obras sociales y empresas de medicina prepaga a causa de la crisis económica que enfrentan la mayoría de las familias en Argentina.

Para el año 2023 (último presupuesto aprobado), la asignación fue de $21.242.070.001. El presupuesto propuesto para 2025 es de apenas $23.052.000.000, un recorte de 75,72% en términos de dólares estadounidenses. La propuesta actual es también 54,31% menor que los $42.451.555.000 propuestos, aunque no aprobados, para 2024

Otro de los aspecto que subrayó Mariani es que «esta reducción presupuestaria no generará ahorros reales; al contrario, incrementará la necesidad de inversión futura en salud. Las personas que no accedan a sus tratamientos experimentarán un deterioro en su salud, aumentando la presión sobre el sistema público».

Asimismo, «la falta de diagnóstico y la reducción en insumos de prevención impulsarán las tasas de transmisión del VIH y otras ITS, intensificando la crisis sanitaria en el país».

 

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