MIéRCOLES, 27 DE NOV

Tres referentes juveniles agitaron la Feria del Libro

Rick Yancey, creador de "La quinta ola", Leonardo Patrignani, responsable de la trilogía "Universo", y Sophie Jordan, quien dio a luz a la saga "Firelight" son los representantes de una nueva camada de creadores de literatura juvenil y estuvieron en Buenos Aires. 

Los escritores Rick Yancey, autor de «La quinta ola», Leonardo Patrignani creador de la trilogía «Multiverso» y Sophie Jordan, quien ideó la saga «Firelight», forman parte del fenómeno que se desató este último fin de semana en la Feria del Libro de Buenos Aires con la literatura juvenil.

A pesar de cultivar estilos disímiles, tienen en común que comenzaron a involucrarse con la escritura a la misma edad que tienen ahora sus fanáticos.

«La quinta ola», la historia del escritor norteamericano Rick Yancey que también tiene su versión cinematográfica, trata de una invasión externa donde no faltan naves espaciales, un poblado norteamericano atemorizado y exterminado a través de diferentes olas: apagón eléctrico, subida del oleaje, epidemia y la caza indiscriminada de supervivientes.

“A mí me gustaron siempre las historias donde hay una persona común y corriente que de pronto está en una situación extraordinaria porque habla de la naturaleza humana en sí misma», asegura Yancey en una entrevista con Télam.

-¿Cuál fue el disparador de tu historia?

-«Fue un poco por accidente. Primero fui guionista pero tuve poca suerte, luego escribí una novela entera para adultos. Era mi tercer libro y nadie lo quería publicar aunque les gustaba la historia y los personajes, pero como en Estados Unidos todo se cataloga, este libro era difícil de encasillar en una sola categoría”.

El escritor también recuerda: “Me pidieron que cambie al personaje, que el protagonista no tenga 30 años sino 15 y así fue cómo se convirtió en una novela de adultos-jóvenes y después de otros cambios se convirtió en una novela para adolescentes”.

-¿Por qué elegiste esta temática?

– «No sé si uno elige el tema del que quiere escribir o el tema nos elige a nosotros (los escritores). Lo mismo le pasa a los lectores. ¿Por qué algunos se sienten atraídos por ciertos libros y por otros no?».

Para llegar a este libro, que es el primero de la saga -el resto aún no se presentó en Argentina- el autor tuvo que sortear varios años de negativas.

«Comencé a escribir desde joven y desde ese momento supe que ese era mi sueño. Tuve diferentes trabajos y recién en 2003 comencé a trabajar full time con la escritura, relata Yancey.

La trama de «La quinta ola» no sólo habla de gente atemorizada corriendo para sobrevivir, sino también plantea una historia de amor, cuota casi infaltable en todas las sagas juveniles.

«El amor en todas sus formas está presente en mis novelas porque es lo que nos define, nos da esperanza. Los personajes se dan cuenta que es la fuerza del amor la que los va a redimir y a diferenciar del resto de las personas», sentencia el joven escritor.

-¿Quisiste dejarle un mensaje a tus lectores?

– “Dios no llama a los que están equipados, sino que equipa a los que llama»- dispara como profeta. «Los adolescentes de esta historia ven que su mundo se cae a pedazos y tienen que enfrentarse a preguntas fundamentales que uno simplemente se imagina pero, en este caso, se hacen realidad. Mis personajes sienten que están perdiendo hasta sus vidas y creo que eso es lo que apela a los lectores adolescentes; ellos son los que pueden imaginarse a sí mismos en esa situación y qué harían si tienen que pasar por algo similar. Además, los chicos están en una etapa apocalíptica porque están en el final de sus vida de niñez y por entrar a la adultez y la eterna pregunta es: qué viene ahora», finaliza.

Otro de los invitados internacionales a la tradicional Feria del Libro es el italiano Leonardo Patrignani, autor de la trilogía «Multiverso», una historia de dos adolescentes que sufren desmayos y sin conocerse se comunican mentalmente. Los personajes de Alex y Jenny viven en países diferentes y así, a la distancia, comienzan una historia de misterio y amor, donde la muerte juega un rol fundamental.

«La historia la comencé a escribir luego de la muerte de mi padre», recuerda emocionado el italiano en el bar del hotel donde se aloja en el bario de Recoleta y también menciona que «por esos tiempos incursionaba en una banda de rock con la que edité tres discos de heavy metal y escribía solo por hobby».

«‘Multiverso’ (Ediciones B) surgió en 2008 cuando murió mi padre. Escribí como terapia, me pasé mucho tiempo encerrado delineando la trama. Esta obra abrió el camino a la saga compuesta por ‘Memoria’ y ‘Utopía’. Ser escritor convirtió en mi actividad principal», sentencia.

-¿Necesitabas creer que había algo mas allá?

-«Exacto. Cuando uno pasa por algo tan grave como la muerte de un ser querido, te haces muchas preguntas. Tenía curiosidad sobre la teoría del multiverso -postulado basado en la física, matemáticas y astronomía que plantea la posible existencia de universos paralelos- y una de esas preguntas era saber qué hubiese pasado si mi padre estuviera con vida. Yo podría haber sido escritor, casarme, formar una familia», se cuestiona.

«Creo que los jóvenes de entre 13 y 16 años que leen mis novelas se sienten identificados con los protagonistas porque tienen la ilusión de que todo puede ser posible. Sólo Alex y Jenny, quienes cuentan con la ayuda de Marco (amigo de Alex), pudieron enfrentar el viaje que realizaron. Si hubiesen sido adultos no lo podrían ni imaginar», señala.

-Más allá de las aventuras que atraviesan tus personajes hay una historia de amor muy apasionada y hasta de otro mundo ¿Por qué?

-«No escribí la clásica historia de amor entre el chico y la chica. Lo que más los une en el multiverso es la amistad, la alianza, el hecho de que puede pasar cualquier cosa pero siempre se van a encontrar: esa es la fórmula de amor entre ambos».

Finalmente, la escritora norteamericana Sophie Jordan, creadora de la saga «Firelight» -compuesta por «Firelight Chica de fuego», «Vanish Chica de niebla» y «Hidden Chica de luz»-, creó a Jacinda, una chica que desciende de dragones que pueden adquirir forma humana y así ocultarse de los predadores.

Jacinda, la última de su especie, está bajo el dominio de un clan y junto a su hermana decide huir, a sabiendas de los peligros que eso representa, a la vez que se enfrentará a alguien que hará que su corazón muera de amor.

Jordan recuerda que «venía escribiendo ficción para adulto y quería darle un giro a mi escritura. Comencé a pensar en una historia para jóvenes con elementos paranormales y romance. Investigué qué le gustaba a los chicos, qué leían, qué consumian: en ese momento eran furor las historias de vampiros, hadas y ángeles pero no quería ir por ese lado porque ya estaba hecho. Quería hacer algo distinto y así que me instalé en el mundo de los dragones», recuerda.

«Es una gran historia épica y mucho romance que nadie estaba haciendo», sentencia Jordan, una mujer de mediana edad, simpática por naturaleza y con un anillo en forma de dragón que envuelve uno de sus dedos en su mano izquierda.

«A través de Jacinda pude generar al resto de los personajes y todos los conflictos surgieron a partir de lo que era ella y de lo que se preguntaba», sintetiza.

-¿Los altos y bajos de Jacinda son una muestra de lo que son los adolescentes?

– «Tengo una hija de 13 años así que puedo afirmar que sí. Creo que los adolescentes, que no viven en un mundo como el de mi obra, viven todas sus emociones intensamente y sienten que todo es el fin del mundo. Mis personajes coinciden con los altos y bajos típicos de los adolescentes pero en un mundo distinto».

-¿Crees que los jóvenes consumen este tipo de literatura porque juegan a cambiar constantemente de personalidad? «Mi opinión es que a partir de la tragedia del 11 de septiembre todos nos dimos cuenta de las cosas terribles que pasan en el mundo, y pueden encontrar una vía de escape en estos mundos distintos».

En su último libro «Reino de sombras» (V&R) Jordan habla de un universo oscuro que puede florecer, donde surge el amor y la esperanza.

«Con mi historia creo que los chicos piensan: ‘mi vida no está tan mal’ y aprenden que pueden haber tragedias de todo tipo, pero que la amistad, la familia y el amor puede ayudar a que se sientan mejor. A los jóvenes les gusta el mensaje esperanzador, doy fe de eso».

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