China y Brasil estrechan lazos para forjar “un futuro compartido para un mundo más justo”
El presidente del gigante asiático, Xi Jinping, y el de la nación sudamericana, Luiz Inácio Lula da Silva, anunciaron la elevación de los lazos bilaterales en el marco de la visita oficial del oriental a Brasil. Buscan alinear la iniciativa china de La Franja y la Ruta con las estrategias de desarrollo brasileñas.
- Internacionales
- Nov 21, 2024
El presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunciaron el miércoles la elevación de los lazos bilaterales a una «comunidad de futuro compartido para un mundo más justo y un planeta más sostenible».
El anuncio, realizado durante la visita de Estado de Xi a Brasil, se vio reforzado por el compromiso de los líderes de alinear la iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, con las estrategias de desarrollo de Brasil.
Preludio musical de la amistad
La calidez de las relaciones China-Brasil quedó patentada durante la gran ceremonia de bienvenida ofrecida por Lula el miércoles.
La ceremonia contó con un momento profundamente emotivo: una cantante brasileña interpretó la emblemática canción china Mi Patria en lengua china.
Fue un gesto recíproco. Cuando Lula visitó China el año pasado, la parte china interpretó la canción brasileña Novo Tempo, o Un Nuevo Tiempo en español, en la ceremonia de bienvenida.
Ambas canciones tienen un profundo significado en sus respectivas naciones. Mi Patria, una oda a la perdurable resistencia del pueblo chino y el amor por su país, resuena profundamente en el pueblo chino, mientras que Novo Tempo, con su letra esperanzadora sobre un futuro más brillante, simboliza las aspiraciones de Brasil de progreso y renovación, incluso en tiempos difíciles.
La selección de ambas canciones subraya el profundo entendimiento entre los dos países: reconocen y honran lo que cada uno aprecia más.
Durante su encuentro con Lula, Xi se declaró profundamente conmovido por la gran importancia que Lula concede a las relaciones China-Brasil y por su profunda amistad hacia el pueblo chino, tal y como reflejó la gran ceremonia de bienvenida de la más alta cortesía que se le dispensó a Xi.
Brasil y China son buenos amigos que se respetan y dependen el uno del otro, dijo Lula en la reunión, añadiendo que China es el socio estratégico más importante de Brasil, y el pueblo chino es el amigo más digno de confianza del pueblo brasileño.
La visita de Xi a Brasil, su quinta a la nación sudamericana, se produce cuando los dos importantes países en desarrollo celebran cinco décadas de relaciones diplomáticas.
Durante la reunión, Xi destacó los profundos lazos forjados en el último medio siglo, señalando que ambas partes encontraron un camino correcto para que los grandes países en desarrollo se lleven bien entre sí, basado en el respeto y el beneficio mutuos, la amistad y la cooperación de ganancias compartidas.
Brasil ocupa un lugar único en las asociaciones globales de China. Es el primer país en establecer una asociación estratégica con China. También es la primera nación de América Latina que establece una asociación estratégica integral con China.
Para Julio Bandeira, autor del libro histórico «Brasil en ruta hacia China», el pueblo brasileño tiene una larga historia de amor a la cultura china y de cercanía al pueblo chino.
«Hoy, los chinos de ultramar en Brasil también han hecho grandes contribuciones a la economía y la sociedad brasileñas», subrayó.
Sinergia de las estrategias de desarrollo
En el centro de las discusiones de los líderes estuvo el compromiso de alinear la iniciativa de la Franja y la Ruta con las principales estrategias de desarrollo de Brasil. Estas estrategias pretenden modernizar las infraestructuras brasileñas y fortalecer la conectividad regional, objetivos que se hacen eco de la misión de la iniciativa china de potenciar el comercio y el desarrollo globales a través de infraestructuras compartidas.
Ambas partes deben profundizar la cooperación en áreas prioritarias como la economía y el comercio, las finanzas, la ciencia y la tecnología, las infraestructuras y la protección del medio ambiente, fortaleciendo la cooperación en campos emergentes como la transición energética, la economía digital, la inteligencia artificial y la minería verde, dijo Xi al reunirse con la prensa junto con Lula tras sus conversaciones.
Lula, por su parte, destacó los planes centrados en ampliar y profundizar la cooperación en áreas como el desarrollo sostenible, las infraestructuras, las finanzas, la transición energética y el sector aeroespacial.
Ya hay proyectos concretos en marcha. Por ejemplo, el proyecto de transmisión de ultra alta tensión de Belo Monte, que crea una «autopista de la electricidad» uniendo el norte y el sur de Brasil, no solo ha proporcionado energía adecuada a los centros industriales de la zona, sino que también ha resuelto el problema de la escasez de energía para más de 22 millones de brasileños.
Además, los abundantes recursos renovables de Brasil, como la energía hidroeléctrica, solar y eólica, encajan perfectamente con la experiencia de China en la tecnología y la fabricación de energías limpias.
En los últimos años, las empresas chinas han participado activamente en el sector de las energías renovables de Brasil, especialmente en los proyectos solares y eólicos a gran escala, contribuyendo a la creación de empleo y la modernización tecnológica del país sudamericano.
En un artículo firmado y publicado en los medios brasileños antes de su visita, Xi instó a ambos países a «aprovechar las oportunidades que ofrecen estos tiempos» a medida que se aceleran la nueva revolución de la ciencia y la tecnología y la transformación industrial.
«Debemos fomentar más proyectos ejemplares que se alineen con la tendencia de los tiempos y ofrezcan beneficios duraderos a la gente, y contribuir al desarrollo común de nuestros países y regiones», escribió Xi.
Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil, destacó el crecimiento constante de las relaciones económicas y comerciales entre Brasil y China en los últimos 50 años. Señaló que la asociación no solo ha satisfecho las necesidades de ambas naciones, sino que también ha aprovechado sus respectivas fuerzas para crear una cooperación complementaria.
En los últimos años, dijo, China ha logrado avances notables en áreas como la tecnología, la educación y la salud. De cara al futuro, Hoffmann expresó su confianza en el potencial para profundizar la colaboración en estos campos, vislumbrando un futuro marcado por lo que describió como unos «nuevos 50 años dorados».
China está promoviendo un desarrollo de alta calidad con nuevas fuerzas productivas de calidad, afirmó Mayara Araújo, investigadora de la Universidad Federal Fluminense de Brasil, refiriéndose a una productividad avanzada que se caracteriza por la alta tecnología, la alta eficiencia y la alta calidad.
Vincular las estrategias de desarrollo de Brasil con la iniciativa de la Franja y la Ruta traerá más oportunidades nuevas para mejorar y actualizar la cooperación entre los dos países, agregó Araújo.
Una voz reforzada para el sur global
La elevación de los lazos entre China y Brasil a una comunidad de futuro compartido para un mundo más justo y un planeta más sostenible se produjo poco después de la 19ª Cumbre del Grupo de los Veinte (G20) celebrada en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
Con el lema «Construir un mundo justo y un planeta sostenible», esta cumbre del G20 ofreció una plataforma vital para que los líderes abordaran los urgentes desafíos globales, como el hambre, la desigualdad económica y el cambio climático.
Tras pedir el lunes un mundo justo de desarrollo común y un sistema de gobernanza global justo y equitativo, Xi pidió el miércoles a ambos países que den un paso adelante en favor de la paz y la justicia mundiales.
Las dos partes deben practicar el auténtico multilateralismo, hablar y actuar en favor de la justicia, y hacer que la gobernanza global sea más justa y equitativa, dijo Xi durante su encuentro con Lula.
Como importantes países en desarrollo, China y Brasil deben tomar la iniciativa en la realización de consultas, la promoción de la solidaridad global, el abordaje conjunto de los desafíos globales relacionados con el futuro de la humanidad, añadió Xi.
Tanto Brasil como China se han comprometido a ampliar la participación de los países en desarrollo en los procesos de toma de decisiones de las organizaciones internacionales, afirmó Evandro Menezes de Carvalho, profesor de la Fundación Getulio Vargas de Brasil.
Además, su colaboración dentro de mecanismos como el BRICS demuestra cómo pueden unirse en torno a objetivos compartidos y traducir esa solidaridad en acciones concretas con un impacto sustancial, dijo el experto, señalando que es precisamente por esta razón que un número cada vez mayor de países en desarrollo están deseosos de unirse a estas instituciones.