La sonrisa final
El Canalla despidió el año con una sonrisa ante su gente. Lo consiguió con sufrimiento, pero necesitaba una alegría final para al menos cerrar la temporada olvidable con otro ánimo. Despidió a su leyenda en el Gigante.
- Deportes
- Por Paulo Viglierchio
- Dic 14, 2024
Rosario Central le bajó la persiana a la Liga Profesional y a un año en el que estuvo lejos del protagonismo esperado. Como punto positivo, dijo adiós al 2024 ganando. Por el contexto que lo envolvía, no es poco. Podrá decirse que son tres puntos y nada más. Pero para lo que es la realidad auriazul, resultó vital despedirse ante su gente con un semblante distinto al que tuvo en una temporada en la que nada salió como se esperaba. Hoy importaba ganar y darle un mimo al último ídolo, el eterno Marco Ruben.
Analizando este paso final, hay que decir que el primer tiempo fue completísimo en cuanto a emociones. En una etapa que se extendió por las circunstancias climáticas e intervenciones del VAR, pasó de todo dentro y fuera del campo de juego. Por sobre lo que pudiera pensarse de dos equipos que ya no tenían nada que jugar ni perder, mucho menos en la última fecha, el trámite estuvo por demás de entretenido, con todos los condimentos.
Es que, a pesar de la ventaja casi desde el vestuario con un golazo de Damián Martínez al ángulo, el Canalla fue superado por su adversario, que le manejó la pelota y le llegó con claridad varias veces. Como sucedió en encuentros anteriores, la fortuna y una buena actuación de Jorge Broun evitaron que el resultado fuera otro. Mejor Belgrano en fútbol y propuesta, ante un Central que ni siquiera el ponerse arriba en el marcador temprano le dio la tranquilidad para manejar el partido.
El medio campo auriazul no cortó los circuitos del Pirata, y en el fondo hizo agua -parafraseando al temporal que se vivió por momentos en la tarde de Arroyito- por el costado de Martínez, que careció de marca y tampoco contó con el respaldo de Gaspar Duarte y Jonathan Gómez por ese sector. Franco Jara y Francisco González Metilli tuvieron muchas libertades para conducir y decidir la mejor opción en ataque. La labor de Juan Giménez y Mauricio Martínez fue destacada para obturar los pases finales adversarios. Lo único firme atrás.
Central la pasó mal, y solo respiró cuando el balón pasó por los pies de Santiago Segovia. El juvenil le dio buen destino a sus intenciones y se puso al hombro la tarea de la gestación, ante la ausencia de hombres claves como Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz, y con un Maxi Lovera muy irregular, con arranques de jugador distinto pero culminaciones del ‘Loverita’ de siempre, con excepción de aquella jugada inolvidable que le dio el título al Canalla en 2023. También se destacó la actuación de Gaspar Duarte en ofensiva, incisivo con sus desbordes. A su vez, la leyenda Marco Ruben trató de imponer presencia, pero careció de situaciones de gol.
En el complemento, la tónica siguió siendo la misma. Belgrano tuvo el dominio y siguió preocupando, ante un conjunto de Ariel Holan que sufrió cada embate por lo poco que contenía. La visita llegó profundo y todo dependió de la puntería. Había problemas en el retroceso y el parado táctico para defender. Muy inconexas las líneas, con Franco Ibarra, de flojo rendimiento en estos últimos compromisos, demasiado solo en el medio. El equipo estaba claramente partido.
Aun así, en un contragolpe con espacios, Jonathan Gómez lo encontró a Duarte, el pibe profundizó por derecha, se metió en el área y asistió de forma precisa a Segovia, quien definió mordido entrando por el medio para poner el 2 a 0. Por como se estaba dando todo, premio muy grande para Central. Pero el fútbol no conoce de merecimientos sino de goles. Efectividad total para el conjunto auriazul. Buena conquista tras jugada colectiva.
Sin embargo, a los pocos minutos el club cordobés puso un poco de justicia al asunto con un remate de Hernandes que se desvió en ‘Caramelo’ Martínez y decretó el descuento. El escenario para relajarse era mínimo, había que seguir concentrado. El desarrollo cambió, empezaron a aparecer más espacios y ninguno defendía. Estaba para cualquiera, Central podía pasar del 3 a 1 al 2 a 2, no había garantía de nada.
El Canalla se repitió en errores con salida de balón que le pudieron costar caro, pero los delanteros celestes estuvieron en una tarde para el olvido, sino otro habría sido el desenlace. Los de Holan plancharon el tiempo final con tenencia, buscando esa asistencia para un Ruben que siguió picando. La última se la perdió Belgrano de forma insólita en el área y Fernando Espinoza decretó el cierre para el grito de desahogo de la gente.
Central le dijo adiós a un año muy malo. Como punto fuerte de esta jornada debe llevarse el buen futuro que proyectan los chicos Juan Giménez, Santiago Segovia y Gaspar Duarte. Allí hay material para trabajar y pulir, pero en principio asoman como nombres que Holan deberá comenzar a considerar seguido. Siempre se debe echar mano de las inferiores del club. A ellos habrá que rodearlos de la jerarquía necesaria para que el 2025 pueda ser un tiempo más próspero, como el pueblo auriazul se merece.