JUEVES, 21 DE NOV

Belgrano: un club de pasado glorioso y con un presente de puertas abiertas

La entidad que supo tener a figuras como Rinaldo Martino y Vairo hoy vive un presente popular. Conclusión dialogó con su presidente, Gustavo Castro, quien describió la realidad de la entidad celeste.

Por Pablo Martínez

La historia dice que el club Belgrano tuvo un gran protagonismo futbolístico en las primeras décadas del siglo pasado, cuando se fundó en la zona oeste y luego se trasladó al sur de Rosario, donde se instaló definitivamente en Italia 2941.

Durante la supremacía de Newell’s y Central, de los primeros años del 1900, Belgrano supo formar grandes equipos, hasta que en 1924 se coronó campeón del torneo de la Liga Rosarina. Jugadores de la talla de Rinaldo Martino (se destacó en San Lorenzo, la selección argentina y tío del Tata Martino) y Federico Vairo (jugó en Central, River y el combinado nacional) transitaron la cancha del Celeste rosarino.

Del esplendor de otras épocas a un presente auspicioso, Belgrano intenta ser un lugar de esparcimiento para todos los barrios cercanos. Conclusión dialogó con su presidente, Gustavo Castro, quien hizo un recorrido por la vida institucional del club sureño.

El máximo dirigente narró la historia de la institución: “Fue fundado el 17 de junio de 1911, fue uno de los socios fundadores junto con Newell’s, Central y Gimnasia y Esgrima de la Asociación Rosarina de Fútbol, este club siempre fue de fútbol, pero por  malas administraciones anteriores, toda la infraestructura que tenía el club se fue perdiendo, solo queda lo que hoy tenemos en Italia y Rueda”.

“El club se inicia en barrio Belgrano, frente a la vieja estación Rosario oeste del ferrocarril, allí tenía la sede social, la manzana comprendida entre las calles Italia, Rueda, España y Amenábar, estaba la cancha de fútbol y la secretaría estaba en Maipú y Córdoba, esto hace 50 años atrás», recordó Castro.

El presidente de Belgrano también contó los avatares de la entidad en épocas oscuras: “Los socios antiguos cuentan que hicieron incendiar la secretaría, se perdió toda la documentación y después vendieron la secretaría y la sede social. Y lo único que quedó, es el predio donde estamos hoy. El club se pudo sostener con el patín y básquet”. Y agregó: “Hoy en día, se practica patín, básquet, fútbol de salón, danza clásica y árabe, yoga y gimnasia para la tercera edad”.

Castro conduce una comisión directiva que pasó la década de gestión: “Yo estoy como presidente hace 10 años y 15 que estoy en el club, yo cuando llegué no teníamos techo, ni paredes firmes, parecían de cartón y poco a poco, se fue construyendo”. Y añadió: “El club Belgrano se mantiene con medios propios, por la actividades, por el pago de la cuota societaria de 45 pesos, con eso tratamos de subvencionar todos los gastos y los impuestos que se generan acá, tenemos aproximadamente 350 socios, de los cuales 270 son deportistas, el resto son padres o porque vienen a comer un asado”.

El dirigente contó como empezó su vínculo con la institución: “Yo llegué al club porque vivía cerca y empecé a venir a ver como jugaban en el salón, después me fui metiendo, conocí al presidente, que me invitó a estar como secretario, más tarde fui tesorero, hasta que llegué a la presidencia”.

Como todos los clubes de la ciudad, Belgrano realizó una gran tarea social: “De los 350 socios que hay, un 10% llegan de las villas, gente que no tiene ingresos, que se los beca, no se les cobra la cuota societaria. Acá cerca están las villas La Lata y Moreno, además el barrio Latinoamericano, los Fonavi que confluyen acá y por la actualidad económica, hay mucha gente que no puede pagar un club grande y se acercan por nuestra cuota accesible”.

Castro también se refirió a los proyectos por cumplir: “A futuro, queremos cerrar el club y poner el piso de madera para las actividades deportivas”.

En materia económica, el club Belgrano también sintió en sus arcas el tarifazo: “A nosotros nos aumentaron la luz en un 130%, el gas un 400% y el agua un 100%, no lo llevamos al monto de la cuota, porque si no, no vendría nadie. Por eso, hacemos eventos, venta de comida, rifas, para solventar los gastos del club”. Y amplió: “Hasta ahora, no tenemos ayuda económica gubernamental, pero estamos tramitando los papeles, para obtener un subsidio, a través del Plan Abre. Yo calculo que lo vamos a lograr, porque me dijeron que hay grandes posibilidades”.

Para concluir, Gustavo Castro definió en pocas palabras a la institución del barrio Hospitales: “Belgrano es la segunda casa del barrio Hospitales, acá no se les cierra las puertas a nadie, aunque no sean socios o si tiene alguna discapacidad motriz, siempre se les da lugar a todos”.

 

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