“Fue el contexto quien disparó la bala que atravesó el corazón de Favaloro”

Por Fabrizio Turturici

Un día como hoy, hace dieciséis años, René Favaloro tomaba la terrible decisión de encerrarse en el baño de su casa y terminar su vida con un balazo en el corazón. Fue, sin dudas, el retrato de una época y una de las muertes más conmocionantes. Recordando su partida, Conclusión reunió las voces de cuatro referentes locales.

“Fue el contexto quien disparó esa bala que atravesó el corazón de Favaloro”, grafica el psiquiatra y psicoterapeuta rosarino, Ernesto Rathge, que fue consultado por la fecha al igual que el concejal Carlos Cossia, el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Héctor Floriani, y el médico geriatra rosarino, Jorge Barragán.

“Favaloro está entre las personalidades más destacadas de la ciencia mundial, con un método revolucionario, que es el bypass. Él lo aplicó y hoy en día, el mundo sigue utilizando la misma técnica. Nadie se olvidará de su humildad”, comenta Cossia, edil de Peronismo Solidario, integrante de la Comisión de Salud y Acción Social del Palacio Vasallo.

De la misma manera, Floriani agrega que el fallecido educador y médico cardiocirujano argentino “es un personaje valioso que se brindó completamente a ciertos aspectos como el bien común. Fue una persona importantísima para el país y es lamentable que haya llegado a la decisión de suicidarse, aunque no conozco los motivos”.

“Fue una pérdida irreparable, pero dejó gran enseñanza en muchos sentidos. La más importante como sociedad es la de no haber cuidado verdaderamente a nuestros héroes. Hay que pensar cómo valorar en vida, viendo qué valores tiene esa persona y después saber cultivarlos cada uno de nosotros como ciudadanos”, señaló el doctor Barragán.

“En el siglo XVII, Spinoza reflexionó sobre el tema de las pasiones y las emociones. En un momento, se preguntó sobre el suicidio: ¿cómo puede ser que alguien, en un momento determinado, decida atentar contra sí mismo? Para Spinoza, la muerte siempre viene de afuera. Es decir, es un hecho externo que supera al individuo. En el caso de Favaloro, se puede aplicar esta conclusión: un suicida es alguien derrotado por las circunstancias”, añade el psiquiatra Rathge, brindándole un tinte reflexivo a la nota.

Sobre las circunstancias que lo derrotaron, Rathge no se atreve a elucubrar desde el desconocimiento, aunque “se puede interpretar que Favaloro fue vencido por un contexto que no lo dejaba ser. Seguramente que por la situación económica y política, pero hay que ser extremadamente prudentes a la hora de hacer literatura sobre la vida de una persona”, consideró.

Siguiendo por la misma línea, Cossia toma la palabra y dice: “Sentí un gran dolor aquel sábado a la tarde, cuando me enteré de la muerte de Favaloro. Quizás, su ética no le haya permitido afrontar algunas situaciones complicadas. No fue escuchado por el entonces presidente Fernando de la Rúa y terminó tomando una decisión errónea”.

“Aquel día, me impresioné mucho con lo que había pasado. Que una persona tome la decisión de terminar con su propia vida, sea Favaloro u otra persona, causa conmoción. Desconozco las circunstancias en que lo hice; más allá de lo que dije, no me consta nada”, completa Floriani en sintonía con el edil.

“Hay un libro que cuenta de su desempeño rural en la medicina para después trasladar la sensibilidad humana a las ciudades. La sensibilidad humana es algo fundamental en la medicina: todos los conocimientos científicos que se puedan tener, de poco valen si no son acompañados por sensibilidad humana”, referencia el también veterinario Carlos Cossia.

En tanto, a la incómoda pregunta de si, como médico, rescata más su conocimiento profesional o sus valores éticos, Barragán responde sin dudarlo: “Sus valores éticos. Incluso uno, con conocimiento pero sin valores morales, puede llegar a ser un tipo muy peligroso. Y esto no corre solamente para la medicina”.

Floriani, rector de la UNR, se incorporar al considerar que “René marca un camino de vocación de servicio. Además, es producto de la facultad pública, ya que hasta 1978, la universidad argentina tenía solamente la matriz pública”.

“Es inexplicable que el país le haya dado la espalda. René fue lo que no vemos en los futbolistas: todo esto de irse afuera para enriquecerse. Este hombre dejó todo, sus grandes posibilidades económicas y reconocimientos mundiales, para lucharla desde su país. Fue un gran defensor de la universidad pública, una lucha que debemos seguir tomando como ejemplo”, acotó Cossia, antes de terminar: “Los días como éste, son recordados con mucho dolor e injusticia para aquellos que nos toca formar parte de la política”.