Zooterapia: el perro desnuda conductas del niño con el amor por encima de todo

Por Marina Vidal

Se ha demostrado que el perro es el mejor amigo del hombre. Se ha demostrado también que la fidelidad de una mascota para con su dueño, no tiene límites y jamás se rompe. Cada vez son más las personas que adhieren al dicho “mientras más conozco a las personas, más quiero a mi perro”. Ahora bien, cuando esos animales además se convierten en herramientas de trabajo para ayudar y favorecer el tratamientos de niños con discapacidad, se tornan aún más mágicos y queribles.

Desde hace años, trabaja en Rosario el Centro de Terapia Asistida con Animales (Ctaca Rosario), donde los chicos con distintas patologías son abordados desde una mirada multidisciplinaria, interdisciplinaria y en red. En una cálida charla con Conclusión, su director Adrián Santiago detalló el trabajo que realizan día a día para mejorar la calidad de vida de los niños y promover la colaboración mutua, estimulando el desarrollo del tratamiento terapéutico de patologías físicas y psíquicas a través de la terapia asistida con animales.

“La zooterapia no es una actividad lúdica, ni se trata de medicina alternativa, ni de una actividad recreativa. Desde que se fundó Ctaca, allá por el año 2000 más o menos,  siempre se persiguió la idea de que esté fuera un lugar no sólo que brindará tratamiento para chicos con un abordaje de la zooterapia sino un tratamiento integral, diferente. Se trata de un grupo de profesionales en el área de la salud bien formados en todo lo que es nuerorehabilitación, neurobiología, que trabajan con niños con patologías que no son tan convencionales y otras que sí”, comenzó a desarrollar el titular.

Adrían quiso dejar en claro que lo principal en este Centro es la profesionalidad y preparación de quienes trabajan allí. “Es un lugar de encuentro de profesionales en el área de la salud y  de la docencia quienes desarrollan habilidades en el campo terapéutico utilizando animales. Y es muy importante entender que esta terapia no es mejor ni peor que ninguna otra, pero si complementa a otras disciplinas ya que exige un factor de vinculación más rápido qué ayuda a mejorar en velocidad y en calidad el tratamiento y a sostenerlos a largo plazo”, definió el director de Ctaca.

El director de la entidad contó que el animal con el que trabaja debe ser adecuado. El adiestramiento, por ejemplo, “no es un adiestramiento cognitivo conductual sino cognitivo emocional”. Así, entre otras conductas, “el perro no necesita una orden de los profesionales para no atravesarse adelante de un chico con muletas”.

“Por tales motivos, la zooterapia no funciona con el perro que compra la familia como mascota, si la familia quiere adoptar un perrito que lo adopte ya que siempre hace feliz una mascota, pero que no crea que ese animal va a servir como herramienta terapéutica en su casa”, explicó Santiago.

“Nosotros conocemos y nos preparamos para este trabajo al igual que los animales con los que trabajamos. Sabemos que hay determinadas razas con una conformación genética determinada  que van a ayudar a la zooterapia”

Abordaje multidiciplinario en redes

La idea de Ctaca es diferenciarse por el abordaje de sus pacientes. Buscan que se genere  una confianza mutua de empatía rápida con el profesional donde puedan  ver al chico expresando sus mayores cualidades y sus mayores dificultades de manera natural.

“Muchas veces los chicos primero empatizan con el animal y luego con el profesional y la transferencia se realiza primero así”, destacó Adrián.

“El concepto de enfermedad para nosotros es que es una condición, y lo único ético es querer modificar algo de esa condición”

Según el director, gracias a su trabajo pueden modificar pequeñas y grandes cosas en los niños. “A veces ni siquiera nosotros nos damos cuenta de los cambios,  hasta que  vienen los papás y nos dicen: ´No lo podemos creer, hoy pudo ir a un cumpleaños…hoy en la escuela se sostuvo en el aula más tiempo…´, y eso es un montón”, resumió.

En la Asociación civil, el animal es considerado una herramienta de trabajo donde se le brinda las mejores condiciones pero  no dejan de remarcar su rol de co- terapeuta. “El animal tiene cosas para contarnos, y nos damos cuenta gracias a la conducta de los chicos para con los animales con los que trabajamos”.

 En Ctaca hay una perra, una lora, dos tortugas y un pez.

Los perros y la zooterapia

“Los perros no son perros mágicos, pero en la cercanía con el paciente hacen leer particularidades de la patología. Cabe aclarar que no es  nuestra generar perros de servicio (como lazarillos por ejemplo) ya que necesita una estructura de crianza de animal muy importante y de mucha demanda económica. El perro que nosotros necesitamos es un perro que tenga una estabilidad emocional continua, que sepa adaptar su conducta y por ello debe formarse en un centro de zooterapia”, describió Adrían.

Y agregó que el can, debe adaptarse a los ruidos, que no salga despavorido ante una bocina, un grito y debe brindar un “rango de seguridad para trabajar”.

“Nosotros no trabajamos con los animales para “encajárselos” al chico; nosotros no vamos a ponerle la tortuguita en la mano al hiperactivo, ni el conejito al autista para que lo acaricie. Se trata de respetar a rajatabla la alteridad de cada uno y ver qué sucede en ese vínculo. Lo mejor que brinda el animal es lo propio que lo caracteriza como animal. Cuando yo antropomorfiso mucho deja de dar lo mejor de sí”, explicó el especialista.

Las ventajas de la zooterapia

“Para trabajar en  zooterapia hay que aprender a ver patrones comportamentales Y eso es lo que nosotros le enseñamos a nuestros profesionales para que puedan desarrollar otro tipo de mirada”, detalló Santiago.

La zooterapia permite acortar los plazos diagnósticos, los tratamientos terapéuticos ya que, según explican los profesionales, “a  más corta relación hepática con el animal, se genera una transferencia y mayor comunicación”.

“El animal lee los patrones de conductas nuestros y del niño y nos cuenta a los humanos a través de su propio accionar cosas que aparecen en ese vínculo. Estos rasgos, no saldrían a la luz con algo inmóvil, con algo no vívido.”.

“El perro desnuda situaciones que el niño trae consigo, cuestiones espontáneas o patrones de comportamientos anómalos de agresividad, o conductas de hiperactividad, entre otras, Siempre, con efectividad porque está el afecto por encima de todo en ese vínculo”