José de San Martín, el héroe que tuvo que exiliarse por desobediente
En el marco del 166º aniversario de su muerte, el historiador Pablo Sapei ofreció su mirada a Conclusión acerca de la trayectoria del “Padre de la Patria”. Según su apreciación, la pasión fue el motor de su gesta libertaria.
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- Ago 17, 2016
Por Marcelo Chibotta
Es probable que haya más relatos sobre la historia de José de San Martín que la cantidad de centros culturales, parques, avenidas o clubes que lo evocan con su nombre.
No obstante, y en el día que se recuerda el 166º aniversario de su muerte, Conclusión conversó con el historiador Pablo Sapei, quien desde su punto de vista brindó algunos detalles del libertador de Argentina, Chile y Perú con el Ejército de Granaderos a Caballo que creó para tal fin.
“Lo que tal vez me llame mucho la atención de San Martín es la pasión con la cual decidió emprender la gesta libertadora desde la apuesta a una idea porque la Nación, más allá de lo que diga el documento de identidad, es una pasión. Eso explica, por ejemplo, por qué Messi no juega en la selección de España”, comparó inicialmente el historiador bermudense.
Seguidamente, Sapei le dio sustento a su testimonio a partir de la exposición de sus argumentos: “Esto se ve porque San Martín tenía una carrera militar en España muy promisoria, era teniente coronel y es cierto que quizás no sé si hubiera llegado a general porque la oligarquía de allí era muy estrecha porque él no era de la nobleza. Pero más allá de eso, renuncia a esa carrera y viene a pelear a América, un lugar que prácticamente no conoció porque se había ido de acá a los 5 años. Y además, hacerlo desde sus notables problemas de salud, es entendible a partir de esa pasión a la que me refiero”.
“Además tenía objetivos, de los cuales podríamos decir uno que era local pero había otro que era más que eso y tenía que ver con la cuestión de la libertad, ya que vino acá a luchar contra un ejército del cual él había formado parte”, agregó.
Más adelante, Sapei afirmó que “la idea integradora de San Martín era más generosa que la que planteaba Simón Bolívar porque pensaba en la Patria Grande de manera diferente, ya que este último la perfilaba con un centro en Venezuela o Colombia y nunca se iba a poner bajo el mando de San Martín.
“Otra cuestión notable fue que toda su campaña la hizo en 12 años, desde 1812 a 1824 – agregó el historiador – en ese tiempo creó el Regimiento de Granaderos a Caballo, producto de una estrategia que estaba elaborada, y no tanto por él sino por la Logia Lautaro de la cual formaba parte”.
En otro aspecto, Sapei explicó la relación que existía entre San Martín y el “hombre fuerte” de la política de ese momento, Bernardino Rivadavia: “Rivadavia era algo así como el gran operador político y hombre clave en este período. Era un hombre de peso y no toleraba que San Martín no defendiera los intereses porteños. Tenía como objetivo una revolución mucho más moderada y lo que le importaba era el predominio de Buenos Aires. Por ello, mandó a llamar al ejército de San Martín para pelear contra Estanislao López y Ramírez, cosa que San Martín desobedeció. Eso terminó de romper una relación que estaba agarrada de los pelos”.
Consultado sobre las razones por las cuales San Martín se exilió, Sapei se lo atribuyó a “una especie de karma argentino”: “La mayoría de los grandes protagonistas de la historia de nuestro país terminaron exiliados o en su defecto olvidados, como fue el caso de Belgrano. Perón, Rosas, el mismo San Martín, Sarmiento, murieron en el exilio o lo sufrieron por grandes momentos de su vida. ¿Por qué? Porque prevalecen los intereses locales”.
“Cuando San Martín tiene la entrevista de Guayaquil con Bolívar, se da cuenta que no iban a poder convivir ambos proyectos porque Bolívar no iba a resignar su proyecto ni subordinarlo y entonces dijo ‘yo me corro’ – explicó Sapei – porque cuando terminara el proyecto de la independencia, venía la lucha entre los dos, San Martín no quería luchar y por eso se fue”.
Otra de las razones que dio el historiador de Capitán Bermúdez, fue que “Rivadavia no le perdonó el hecho de no haber socorrido al unitarismo a través del sostenimiento del directorio y de la Constitución de 1819 y se veía amenazado por ello. Y por otra parte, tenía un enemigo interno que se llamaba Carreras, que era un chileno que había formado parte de la independencia chilena con O’Higgins y cuando hizo la alianza con él, lo hecha a Carreras que era un delincuente y por eso se transforma un mercenario que vino a pelear en Argentina”.
“En ese momento, Carreras tenía una banda de pistoleros que estaban en la provincia de Buenos Aires que también se la tenía jurada. Es decir que San Martín sabía que no tenía muchos amigos en Buenos Aires y que corría peligro su vida, por eso decide exiliarse”, concluyó.
Finalmente, recordó que el “Padre de la Patria” procuró regresar al país en 1829 “cuando tomó un barco, pero cuando llegó a Montevideo se produce el golpe de Estado que da Lavalle después de asesinar a Dorrego. Allí, Lavalle se subió al barco y le ofreció a San Martín la posibilidad que se haga cargo del poder que él había tomado. San Martín le dijo que no, debido a que no podía avalar con su acción un golpe de Estado. Después de eso, no desembarcó y se volvió a Europa».