“Las del Indú”, alimentos para el cuerpo y el alma de los chicos

Cariñosas caras sucias de corazones limpios, sus rostros se iluminan cuando ven llegar a unos locos en sus motos haciendo sonar sus bocinas y roncar sus motores. Son los chicos de la copa de leche “Las del Indú”, en el barrio Industrial de Granadero Baigorria.

Un barrio humilde, muy humilde, al que han llegado estos tipos para dejar algunas cosas y un poco de alegría. Los vecinos salen a las puertas de sus viviendas (precarias casi todas) y sacan fotos con sus celulares. Es que no siempre un malón de motores levantando polvo se ve por el barrio.

Una murga, “El Indú”, que para más datos ha obtenido un interesante premio en un reciente concurso organizado por el Estado, recibe a estos motoristas y los precede en su paso hasta el comerdorcito.

Pero las motos y sus conductores son lo de menos, no son lo que importa en esta crónica. Lo de más, lo más importante, lo trascendental y maravilloso, es la obra que hacen en el barrio un grupo de mamás dando de comer a más de 150 chicos. A la cabeza de esta cruzada que emociona, que conmueve, que hace pensar y repensar, está Valeria Belén, una joven madre que vive para el comedor, está comprometida junto con su familia, con la copa de leche y con los chicos.

Y es mucho lo que han logrado estas mamás, porque no es sólo la copa, los almuerzos, el alimento para esas panzas inocentes y excluidas por un sistema más frío que el mismo frío. No, además hay en “Las del Indú” actividades educativas, culturales y deportivas.

“Todo lo hacemos a pulmón”, dice Valeria. Y se nota que es a pulmón y con amor, con mucho amor. Y la educación se deja ver. A medida que los moteros bajan de sus máquinas, los chicos se acercan y saludan con respeto y dan un “gracias por venir”, aunque en realidad las gracias las dan los visitantes por ser tan cálidamente recibidos.

El comedor se sostiene por la ayuda municipal y por las donaciones que recibe. Pero como siempre hace falta más,  las mamás se lanzan a la tarea de golpear puertas que se abren. 

La tarde soleada transcurre entre música, merienda, chicos que se toman fotos montados en las motos y  baile. Uno de los moteros se anima y canta “Juntos a la par”, del recordado Papo, mientras mirando todo ese paisaje de desprotección, que algunos no conocerán jamás y ante el que otros permanecen siempre indiferentes, otro  le dice a un compañero de rutas: “Esta es la realidad. Esta es la verdad”.

La movida solidaria hasta el comerdorcito de Granadero Baigorria fue impulsada por la Peña de Fútbol Los Históricos, de las localidades de Albarellos y Coronel Bogado, que se llevó justamente los aplausos, una peña con sabor a gol, pero con más sabor a amor y a solidaridad. A la iniciativa se sumaron moteros de esas localidades, que hicieron correr el anuncio logrando que se sumaran otros de Rosario y otras localidades.

“Las del Indú” están en Facebook y allí pueden mandar mensajes aquellos que deseen colaborar con tan bella obra.