SáBADO, 30 DE NOV

Siria: una ola de atentados deja al menos unas 40 personas fallecidas

La ciudad costera de Tartus fue la que se llevó la peor parte. El enviado de la ONU instó a otros países involucrados a que ayuden a destrabar el acceso humanitario a la ciudad de Alepo, epicentro del conflicto.

Tras una seguidilla de atentados con bomba perpetrados este lunes aparentemente en forma coordinada en distintos lugares de Siria, murieron más de 40 personas.

Tal fue el caso de la ciudad portuaria de Tartus, en una zona donde el gobierno sirio mantiene firme control, murieron 35 personas, en su mayoría soldados, al explotar dos bombas en un puesto de control militar a la entrada de la localidad.

Según la televisión estatal, en Tartus estalló primero un automóvil cargado de explosivos, en tanto, cuando varias personas y rescatistas acudieron al lugar para ayudar a las víctimas, un terrorista suicida se hizo volar por los aires en medio de la multitud.

Asimismo, en la ciudad de Homs, en el centro de Siria, murieron al menos cuatro personas por la explosión de una bomba en un barrio mayoritariamente alauita, vertiente del Islam del presidente Bashar al Assad, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) citado por la agencia DPA.

En la ciudad de Hasaka, cinco personas perdieron la vida en el noreste de Siria, por la detonación de una bomba junto a un puesto de control de las fuerzas de seguridad kurdas,  y otras tres personas murieron por la explosión de una bomba en Sabora, al oeste de la capital siria, Damasco, y otra explosión, en la ciudad central de Homs, causó la muerte a al menos dos soldados.

El domingo, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) -que suele vengar sus derrotas con atentados- debió ceder las áreas bajo su control en la frontera entre Siria y Turquía, pero ningún grupo se atribuyó los atentados hasta el momento.

La realidad en Siria, especial pero no exclusivamente en Alepo, se hizo cada vez más dramática este fin de semana.

Ante la «creciente militarización» del conflicto sirio, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, instó ayer a Estados Unidos, Rusia, Irán, Arabia Saudita y otros países involucrados a que ayuden a destrabar el acceso humanitario a la asediada ciudad de Alepo, epicentro del conflicto.

Sin ninguna solución concreta, Kerry llamó a la calma y dijo que se tomarán «el tiempo necesario para asegurar que estamos haciendo esto de la manera en la que haya más probabilidades de éxito».

Anunció que las negociaciones con los rusos continuarán mañana lunes en la segunda y última jornada de la cumbre del G20.

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