Arte en la cárcel: herramienta que atraviesa muros y promete futuros
Los talleres artísticos que se realizan en distintas unidades penitenciarias de la ciudad tuvieron su cierre con la llegada de diciembre. Conclusión compartió esos momentos con quienes apuestan a la reinserción e inclusión social.
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- Dic 20, 2016
Por Florencia Vizzi
Para el arte no hay prisión. Esa frase sobrevuela a cada una de las personas que día a día se proponen modificar una realidad que suele presentarse como irreversible. Esa realidad que marca el paso tras los muros de las cárceles.
Sean prisiones para hombres o para mujeres, estos universos paralelos, que funcionan con códigos, leyes, autoridades y dinámicas propias, donde no aplican ninguna de las lógicas que rigen la sociedad organizada, suelen ser de todo, menos un espacio de “rehabilitación” que posibilite una reinserción social exitosa y una opción de vida diferente para quienes permanecen allí, privados de su libertad.
Para intentar romper con esas reglas, y apostando a una sociedad que encuentre la tan ansiada seguridad superando los parámetros de más cárceles y más policías, decenas, cientos de personas, día a día transitan los enrejados corredores intentando una salida diferente a la lógica carcelaria.
Son talleristas, artistas, comunicadores, pasantes, estudiantes universitarios, psicólogos, voluntarios, que creen, firmemente, que es posible modificar la forma de ver la vida de quienes cumplen condenas y ofrecerles herramientas que les posibilite acceder a otras oportunidades y ambiciones cuando les toque ganar nuevamente su libertad.
Mujeres tras las rejas copando la Plataforma Lavardén
La Organización no Gubernamental Mujeres tras las rejas hace más de diez años que recorre la cárcel de mujeres, trabajando sobre las oscuras aristas que la cuestión de género afila en la vida carcelaria.
La Unidad Penal Nº 5 de Rosario, conocida también como el Instituto de Recuperación de Mujeres, aunque muchas veces las internas hablen de ese nombre con sarcasmo, aloja alrededor de 45 presas, algunas de ellas con sus hijos, y es el escenario en el cual la ONG despliega sus actividades, intentando, a través del arte, transformar la realidad cotidiana de las internas.
Taller de teatro, escritura, radioteatro, taller textil y radio en vivo, a través de la FM Aire Libre, son algunas de las actividades que desde la ONG se impulsan tras los muros. Con un plus, desde este año, algunas de las producciones del taller textil se venden en distintas ferias de la ciudad, permitiéndole a las internas acceder a un pequeño ingreso.
Como todos los años, al llegar diciembre, Mujeres tras las rejas organizó el cierre anual de sus actividades, dando la batalla para conseguir los permisos que habiliten a las internas a tener su propia fiesta fuera de la cárcel y a mostrar a todos que es lo que hacen detrás de ese cerco inexpugnable. Además, dicho cierre se transmite en vivo por la radio.
En el hall central de la Plataforma Lavardén se montó parte de la muestra: allí se expusieron las alfombras y retratos bordados creados durante las tardes de actividad de “El Enredo”, los libros de poemas editados con las producciones del taller literario, fotos y paneles que contenían la historia de la ONG.
“Como todos los años, realizamos la radio en vivo tratando de cerrar las intervenciones anuales desarrolladas en la Unidad 5″, relató la presidenta de la organización, Graciela Rojas.
“Aquí tratamos de visibilizar a las mujeres presas, mostrando imágenes de mujeres trabajando, escribiendo … mostramos sus producciones, alfombras, libros…. Todas aquellas cosas que las mujeres en el encierro producen”, contó la licenciada y fundadora de la ONG.
“Aquí rompemos con el estereotipo de que las mujeres presas no hacen nada y son incapaces”, enfatizó Rojas. Y agregó: “Hace 10 años que estamos en esta batalla buscando el hilo que nos permita desenredar la trama patriarcal, que no solamente encierra en mayor número a mujeres vulnerables, desamparadas, solas, generalmente cabezas de hogar, con muchos chicos a su cargo, que cuando se desmorona eso quedan a cargo de otras mujeres, sino que castiga más cruentamente a esas mujeres”.
“El sistema penitenciario es aún más ciego, más feroz con las mujeres, teniendo en cuenta que no hay una ley penitenciaria con especificidad de género… y ese es el punto en el que nos hemos propuesto trabajar el próximo años”.
Uno de los reclamos más fuertes de Mujeres tras las rejas tiene que ver, precisamente, con que la prisionización femenina no está contemplada en ningún lado, las cárceles de mujeres no están contempladas en ninguna ley, lo cual permite ignorar mucho más fácilmente las más básicas necesidades de las mujeres en esa situación. Como en todo, la cuestión de género influye enormemente en este tema en particular. Cosas básicas, como la atención médica por ejemplo, no está contemplado por carecer de normas que se ocupen de ellos.
La presidenta de la ONG remarcó que “La prisionización de mujeres necesita de muchos recaudos específicos, como por ejemplo los relacionados con la salud:con la salud ginecológica, con la maternidad con los partos, con el parir en el encierro, con amamantar, con no tener intimidad y no poder crear el vínculo. En el penal sólo hay un médico de guardia, y en caso de que una de las chicas tenga una hemorragia nocturna, se desangraría. Ni hablar de los niños que hay en el penal. Si alguno de los chicos sufriera un falso crup moriría. Porque tiene que esperar hasta el otro día, porque habría que llamar al sistema de guardia general que hasta que llegue… son muchas horas y no sobreviviría”.
Al respecto, Rojas relató que cuando se reunieron con el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, él dijo que esas cuestiones “no figuran en la legislación”. “Entonces, agregó, “debemos ir por la legislación. Vamos a trabajar con diputados empujando la palabra, porque sabemos que lo que no se nombra no existe”.
“También trabajamos codo a codo con los concejales, expresó, porque si bien, todo el mundo dice, ‘los concejales no tienen a cargo las cárceles’, los ciudadanos que están alojados allí son, en su gran mayoría, rosarinos. Por lo tanto tienen a cargo que esas mujeres que están privadas de la libertad ahora no hayan estado escolarizadas, no hayan tenido controles de salud, no hayan tenido protección del Estado . Por lo tanto quiere decir que los concejales tienen que saber de cárceles, también tienen que estar vinculados, esto debe convertirse en un Estado Transversal, de todos lados, de la Nación, de la Provincia y por supuesto la Municipalidad”.
Y cerró: “Esta sala debería estar llena de gente, esa gente que pide a gritos más cárceles, más seguridad, más policía pero que ignora que el verdadero camino a la seguridad es más salud, más educación, más capacitación”.
REA, REA, REA
Hay luces, color, música, radio en vivo, un panel en el que participan la concejal Norma López y un reconocimiento de la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe a la labor de la ONG.
El escenario de la Lavardén estalla con el arte que intenta mostrar las internas que pudieron participar.
Y en un momento, con la sala a oscuras, se escuchan las producciones que cuajaron en el Taller de Radioteatro. “Rea, rea, rea… así nos llaman, así nos identifican, no somos personas, no tenemos sentimientos, sólo somos reas, un número más entre tantos números”, critican esas voces. “Pagar por lo que hicimos mal, pero no de esta forma tan inhumana”.
“Los talleres son un lugar de libertad, expresó Eli, una de las internas desde el escenario, quienes los coordinan nos transportan a otros lugares”. Luego se paró, y junto a Maru, una de las coordinadoras, se dio el lujo de cantar unos cuantos temas, algunos de ellos, con letras creadas por las chicas que participaron del Taller de Escritura.
Al cierre, los operadores de la radio se sumaron a la banda para acompañar las voces de las internas, y así, por unos momentos, la vida fue libertad, y la libertad fue una fiesta.
Recupera los vínculos y aprender a relacionarnos de otra forma
La Unidad Penal Nº 3 tiene un gran patio central. Una vez al año se puebla de color y música, cuando los talleres que allí se dictan realizan el cierre anual y festejan lo logrado.
La mayoría de esos talleres son coordinados por la organización La Bemba del Sur. Comunicación, Teatro, Cine, Vínculos, Filosofía, Artesanía son sólo algunos de los que se dictan entre la población carcelaria del penal.
Las paredes lucieron una impactante muestra de fotos, producidas por los internos con la ayuda de Florencia Giacobbe y algunas de las mesas fueron el mostrador para los trabajos de madera tallalda y mosaiquismo. Además, los alumnos del taller del teatro mostraron su trabajo ante los demás internos y los familiares que participaron de la muestra, y los responsables del taller de cine mostraron un video y contaron lo que hacían, al igual que los de Filosfía y de Vínculos.
“Básicamente, consiste en que vienen las chica, nos hacen sacar, nos traen hasta acá, vemos películas, muchas veces las elegimos nosotros y otra ellas, y después hablamos de lo que vimos y de lo que nos pareció”, contó Maxi, un reciente apasionado por el cine. “También, a veces, comemos unos sandwichitos”, remató.
Por su parte, Leo, del taller de Vínculos, agradeció muy emocionado lo vivido allí. “Este es el primer año que se hace este taller, y fue muy importante. Sobre todo para superar nuestros problemas de adicciones, y para poder pensar en otro tipo de vida. Para pensar que hay otras formas de ver la vida, y de relacionarnos”.
Entre fotos, películas, teatro y mucho arte, no faltó la música. A pura cedencia y baile, los Herederos de la Cumbia, una banda oriunda de Maciel, llenó de ritmo el patio de la prisión y quebró la fortaleza de los barrotes.
Al final la despedida, y la contenida ansiedad porque pasen los próximos meses de receso y el hormigueo de los talleristas en los pasillos vuelva a empezar.