Comenzó en Siria una tregua entre el gobierno y los rebeldes, negociada por Rusia y Turquía
El Ejército y algunos grupos insurrectos se comprometieron a cesar las hostilidades lo que abrió un nuevo horizonte de esperanza para poner fin a un devastador conflicto en el país árabe de ya casi seis años.
- Internacionales
- Dic 29, 2016
La tregua aceptada por el gobierno sirio y un amplio espectro de milicias rebeldes entró hoy en vigencia, tras ser negociada por Rusia y Turquía, y abrió un nuevo horizonte de esperanza para poner fin a un devastador conflicto en el país árabe de ya casi seis años.
La agencia de noticias oficial siria SANA informó del inicio de la tregua a la medianoche local (19 hora argentina), poco después que las localidades controladas por la oposición en la región de Guta, en las afueras de Damasco, fueran fuertemente bombardeadas por el Ejército, con un saldo de 23 muertos.
No es la primera vez que se declara una tregua en Siria y luego fracasa; sin embargo, a lo largo del día de hoy el Ejército y algunos grupos rebeldes se comprometieron a cesar las hostilidades.
«La comandancia general de las Fuerzas Armadas anuncia un alto total a todas las hostilidades en territorio sirio desde la hora cero del 30 de diciembre», dijo el Ejército sirio en un comunicado transmitido por la TV estatal, poco después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara el acuerdo de tregua desde Moscú.
En el mismo anuncio, el Ejército sostuvo que el cese del fuego no incluye los combates contra «las organizaciones terroristas» como el grupo islamista radical Estado islámico (EI) y la antigua filial de Al-Qaeda anteriormente conocida como Frente Al-Nusra, ahora renombrada como Frente Fateh al Sham.
No obstante, el principal organismo de oposición de Siria, la Coalición Nacional, una entidad política con sede en Turquía, confirmó su apoyo a la tregua y dijo que será respetada por las facciones armadas Frente Fateh al Sham y el Ejército del Islam, algunas de las fuerzas rebeldes más poderosas.
«La Coalición Nacional expresa su apoyo al acuerdo e insta a todas las partes a que cumplan con ello», sostuvo su vocero, Ahmed Ramadan, y agregó que «va a ser observado por los grupos moderados» pero que «van a responder» si son atacados, informó la cadena de noticias BBC.
En tanto, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), que integra la coalición nacional, subrayó la importancia de que el alto el fuego sea «global y no parcial», dijo a vocero, Riad Nasan Aga, en declaraciones a la agencia de noticias EFE.
La Comisión dio la bienvenida al acuerdo del alto el fuego, aunque el organismo recordó que otros ceses de hostilidades fueron «violados anteriormente por el régimen sirio e Irán, e incluso, por Rusia».
El acuerdo de alto el fuego fue anunciado primero por Putin, aliado militar clave de Damasco, durante una reunión en Moscú en la que aseguró que gobierno y oposición habían firmado el pacto y que ambas partes se comprometieron en otro documento a «iniciar negociaciones de paz para el arreglo» del conflicto.
En un encuentro con los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa, Putin anunció también la reducción de la presencia militar rusa en Siria, donde el Kremlin lanzó en septiembre de 2015 una campaña de ataques aéreos contra los grupos rebeldes que quieren derrocar a su aliado el presidente sirio Bashar Al Assad.
El canciller sirio, Walid al Mualem, afirmó hoy a la televisión estatal que el acuerdo alcanzado es «una oportunidad real de alcanzar una solución política al conflicto» en Siria.
El gobierno de Turquía también celebró el pacto.
«Ambos bandos se comprometen en este acuerdo a parar los ataques armados, incluidos los ataques aéreos, y a no ampliar las regiones que tienen bajo control», indicó un comunicado de la Cancillería turco, que aclaró que Turquía y Rusia apoyan el alto el fuego «en calidad de garantes».
Aunque no participó públicamente de la mesa de negociación, el gobierno de Estados Unidos también celebró la nueva tregua.
«Todo esfuerzo para parar la violencia, salvar vidas y crear las condiciones para nuevas y productivas negociaciones políticas es bienvenido», aseguró Mark Toner, vocero del Departamento de Estado norteamericano, en un comunicado.
El acuerdo se produjo luego de que el gobierno sirio, apoyado por Rusia e Irán, recapturara la semana pasada la norteña ciudad de Alepo después de casi cinco años de enfrentamientos con grupos rebeldes vinculados a Turquía que controlaban la mitad este de esa urbe, la segunda mayor del país, desde 2012.
La toma de Alepo fue la victoria más importante del gobierno sirio y el peor revés para la oposición desde el inicio de la guerra, y fue posible gracias a un acuerdo de evacuación mediado también por Rusia y Turquía que permitió la salida de 35.000 civiles y combatientes insurgentes del sector oriental de la ciudad.
El acuerdo firmado hoy es el primer cese del fuego a nivel nacional que cuenta con la participación de Turquía, un partidario de la oposición siria.
Horas antes de este anuncio, y mientras se especulaba con que el alto el fuego era inminente, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, en entrevista con el canal de TV turco A Haber, había dicho que con la tregua el movimiento islamista libanés Hezbollah debe retirarse de Siria.
Este grupo está respaldado por Irán -que según el funcionario también actuará como «garante»- y envió a miles de combatientes a Siria para apoyar a las fuerzas Al Assad.
Sin embargo, el presidente del Consejo Político del grupo chiita libanés, el jeque Ibrahim Amín al Sayed, afirmó hoy que sus combatientes, que apoyan al gobierno de Al Assad, no se retirarán de Siria «hasta la derrota total de los extremistas».
«Permaneceremos en Siria hasta la derrota completa del proyecto terrorista», dijo Al Sayed en declaraciones a la prensa tras entrevistarse con el patriarca cristiano maronita, monseñor Bechara Rai, en la localidad de Bkerke, al norte de Beirut.
Con las cartas ya sobre la mesa, Turquía anunció que tiene la esperanza de que «dentro de poco», ambas partes se reúnan en Astaná, la capital de Kazajistán, «bajo el patronazgo de los países garantes, para revivir de nuevo un proceso político bajo supervisión de Naciones Unidas».
Se estima que más de 300.000 personas murieron en Siria desde el inicio de la guerra, en marzo de 2011, luego de una serie de protestas populares contra el gobierno que fueron duramente reprimidas. Unas 12 millones de personas son desplazados o refugiados por este conflicto, según estimó la ONU.
El gobierno sirio ahora controla las cinco ciudades más grandes del país, aunque distintos grupos armados rebeldes siguen actuando en numerosas regiones.
Foto: Abd Doumany/AFP