Unidos por la música y por la sangre
Hugo y Melisa son, además de dos grandes artistas, padre e hija. Junto a otros seis músicos le dan vida a Sin Anestesia, grupo rosarino que ya ha cumplido 20 años y fue distinguido por el Concejo Municipal.
- Espectáculos
- Feb 7, 2017
Por Santiago Fraga
A la hora de hablar de genética, muchas veces en el tiempo se planteó el interrogante sobre si las habilidades artísticas se pueden heredar de una generación a otra. Así también, siempre que el hijo de un artista se para sobre un escenario genera una especial curiosidad para comprobar si esto es verdad. Mientras la ciencia intenta responder a ello, en Rosario la gente puede disfrutar de un ejemplo perfecto en el que la buena música se hace presente con una unión de sangre.
Hugo y Melisa García, padre e hija, forman parte de Sin Anestesia, grupo que el 17 de julio 2016 cumplió 20 años y en 2014 fue declarado como conjunto musical distinguido por el Concejo Municipal de Rosario. También recibieron el premio Musi, de parte del Sindicato de Músicos de Rosario.
“Este grupo si tiene 20 años juntos por algo es”, aseguró Hugo García, histórico guitarrista de la ciudad, en una charla con Conclusión. “La variedad, la chispa y la frescura que hay sobre el escenario lo hace muy divertido, diferente a una banda que sólo sube, toca sus temas y se va. Si bien Pepe interpreta bien los temas de Sabina, Lelo es un brillante cantante, mi hija también y aparte canta temas de otros autores”, continuó.
La referencia es para José Pepe Táljame (voz y armónica) y Lelo Lezcano (voz y guitarra), dos de los fundadores y principales impulsores de Sin Anestesia. Precisamente, la banda (y su nombre) tiene sus raíces en la época en que ellos dos cursaban en la facultad de medicina, donde tocaban en peñas y encuentros familiares y también le ponían música a poesías inéditas de Joaquín Sabina.
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Hugo, por su parte, hasta ese momento venía haciendo un camino algo distinto. Él formaba parte de la llamada trova rosarina, tocando con músicos como Adrián Abonizio, cuando una noche de 1997 se cruzó con aquellos dos músicos en el bar La Puerta, del cual era productor de espectáculos. Era el primer show en público de Pepe y Lelo, por lo que García decidió subir, zapar con ellos un rato y darles una mano. Finalmente quedó en el grupo y así nació Sin Anestesia.
Dos meses después, aparecería en escena Melisa, que por entonces tenía 17 años y nunca había cantado en su vida. “A los dos meses deciden salir de los barcitos y tocar en un teatro, y ahí me llaman a mí para subirme al escenario porque la hija de Pepe no se animaba a subir sola al escenario a cantar”, contó a Conclusión quien hoy es la voz femenina principal del grupo. “Fui para acompañarla a ella, sin saber un tema, y al final terminé quedando yo”, terminó.
Padre e hija
Para Hugo, tocar junto a Melisa es darse un gusto como lo hace por ejemplo Juan Carlos Baglietto con su hijo Julián, pero además es un gran orgullo.
“Uno siempre orgulloso, y aparte que es lindo de compartir escenario y con el tiempo lo empezamos a disfrutar cada vez más. Es muy lindo compartir oficio con un hijo, y mejor que con una esposa, porque con una esposa siempre se arma la podrida”, bromea el guitarrista, a lo que su hija responde: “Nosotros no peleamos, nos llevamos bien. Yo lo reto a veces, porque tengo mi carácter, pero como él es tranquilo sólo me mira (risas)».
Al verlos juntos, el parentesco se nota claramente. Así también se nota cómo entre ambos se complementan, cosa que no ocurre solamente en el escenario, sino hasta para dar una entrevista: cuanto más seria está Melisa, más bromea Hugo, y es inevitable que cada pregunta termine en risas.
Hoy ella es una estupenda cantante, pero tuvo que aprender desde cero el oficio, y su padre fue gran parte responsable de ello. “En su momento yo no entendía nada y mi viejo me tuvo que enseñar desde soldar un cable hasta como ajustar una consola. Era como que estaba permanentemente viendo mucho lo que hacía él”. “Ahora yo gozo de verla a ella hacer todo”, la interrumpió. “Claro, y él baja con su guitarrita nomás”, respondió ella.
Sin Anestesia, veinte años después
En cuanto al grupo, pese a ser algo completamente distinto a lo que García tocaba anteriormente, Sin Anestesia fue creciendo exponencialmente con el tiempo, y la química entre todos se traduce en el escenario. “Por estar tanto tiempo juntos ya somos todos una familia; sabemos las mañas del otro, cuál es el momento de cada uno. Más allá de haberse convertido en un trabajo, nos divertimos”, dijo Melisa. “No sabríamos qué hacer un fin de semana si no tocamos”, cerró Hugo.
En la actualidad, a veces más, a veces menos sobre el escenario, la banda está compuesta por ocho integrantes. Además de Hugo, Melisa, Pepe y Lelo, también participan Celina Torres (voz, quenacho y acordeón a piano), Rodrigo Zacarías (teclados), Gastón Hermier (bajo y guitarra) y Tito Galizia (percusión).
A 20 años de su creación, Sin Anestesia ya pasó por más de 1.500 lugares y tocó alrededor de 3.000 recitales en su historia, números que no dejan de crecer. La interpretación de temas de Sabina es uno de los platos fuertes del grupo, que lleva grabados cinco discos entre temas propios y versiones en vivo.
Cantar con Joaquín
Desde aquel 1996 hasta hoy, Sin Anestesia ha pasado por momentos inolvidables. La distinción hecha por el Concejo Municipal, celebrada con un recital íntimo, fue uno de ellos, pero sin dudas el punto culmine fue cuando el propio Sabina los invitó a compartir escenario con él.
“Hay experiencias buenas en su mayoría y pocas no tan lindas, nada malo, pero cuando compartimos escenario con Sabina en Provincial, que nos aplaudieron tanto a nosotros como a él, fue hermoso”, admitió Hugo.
“Particularmente no me voy a olvidar nunca cuando subimos al escenario, que la gente se paró a aplaudirnos, y lo que más me llamó la atención fue que Pepe por ahí tiene la manía de cambiar algunas letras mientras canta y amoldarlas a lo que es la realidad acá (porque las originales usan muchos modismos españoles o lugares). Nosotros subimos a cantar “Y no dieron las 10”, y la gente cantaba nuestra letra adaptada y no la de Sabina. Eso fue terrible. Eran 8.000 personas cantando nuestra letra”, recordó con emoción Melisa.
La escena artística rosarina
Otro de los gustos que ha tenido Sin Anestesia es haber tocado prácticamente en todos los lugares donde se puede tocar música. Han recorrido toda la provincia de Santa Fe, el sur de Buenos Aires y Córdoba, por ejemplo, y teniendo esa experiencia en cuenta es que afirman que si bien Rosario “ha crecido y está muy hermosa, le estaría faltando una noche más artística”.
“Que no haya tantos problemas para que un grupo toque en un bar. Facilitarle a los bares que puedan poner espectáculos, así generamos fuentes de trabajo para los artistas y también para los locales que trabajarían con eso. En eso, si bien no hemos retrocedido tanto, no hemos avanzado. La noche de Rosario sigue siendo bastante tristona en ese aspecto”, criticó finalmente la cantante.
Este 2017 lo encuentra a Sin Anestesia tocando desde el primer fin de semana. El bar La Favrika ya se ha convertido en uno de sus lugares habitués, como así también sus toques en El Aserradero o sus viajes a Pergamino, entre los muchos lugares que tienen el lujo de escuchar su música.
Fotos: Diego Genovese, Emilia Taljame, Leo Otero, Sin Anestesia