VIERNES, 22 DE NOV

El Papa va a Egipto con la meta de tender un puente «indispensable» con el Islam

Francisco partirá mañana desde Roma con el objetivo de llevar adelante una visita de dimensión "pastoral, ecuménica e interreligiosa". Además, se reunirá con el presidente del país africano Abdel Fatah Al-Sisi.

El papa Francisco iniciará mañana una visita de dos días a Egipto en la que buscará llevar un espíritu de «reconciliación» con el islam y reforzar la condena al uso de Dios para justificar actos de violencia, un acercamiento considerado «indispensable para el mundo moderno» desde la comunidad musulmana.

El Pontífice partirá por la mañana de Roma para llevar adelante una visita de dimensión «pastoral, ecuménica e interreligiosa», como la describió en diálogo con Télam el cardenal argentino Leonardo Sandri, y durante la que se reunirá con el presidente del país africano Abdel Fatah Al-Sisi, con el mayor líder del islam sunnita, el gran Imán de la Universidad Al-Azhar Ahmed El-tayeb y con el patriarca copto-ortodoxo, la mayor Iglesia cristiana de la región, Teodoro II.

«Teniendo en cuenta que los Papas construyen su papado llevando su palabra y su visión del mundo a los diferentes países, hay que destacar los viajes que ha tenido Francisco, en particular a tierras del islam», afirmó a Télam el referente musulmán y miembro del Instituto de Diálogo Interreligioso impulsado por el entonces cardenal Jorge Bergoglio en 2001, Omar Abboud.

«Básicamente entiendo que este viaje a Egipto es histórico porque con gran trabajo se salió de una situación de ciertos problemas que había durante el Pontificado anterior», agregó Abboud en referencia a los conflictos originados en 2006 y 2011 entre el mundo musulmán, El Cairo y el Vaticano tras una serie de dichos de Benedicto XVI primero sobre Mahoma y luego pidiendo mayor protección a los cristianos en Egipto.

«Francisco se va a encontrar con quien es en el mundo islámico la figura más influyente de todas, el imán de Al-Azhar. No es solamente la universidad central del islam sino que su opinión es fundamental para el mundo del islam sobre cada tema. En ese sentido, Francisco inaugurará una nueva era», agregó Abboud.

«Y este encuentro puede ser comparado al que tuvieron San Francisco de Asís y el sultán Malik Al Kamil en Egipto en 1219. Con diferentes circunstancias, ciertamente, pero trataron de llevar ambos una palabra de paz. Esta reunión no es sólo importante; es indispensable para el mundo moderno», propuso el también legislador de la Ciudad de Buenos Aires.

En ese marco, Abboud resaltó desde el IDI la adhesión «a cualquier gesto que tenga como objetivo la paz y la otredad, y toda visión a esto que siempre pregona el Papa, la cultura del encuentro, que está impresa en la mayoría de los islámicos».

En un viaje en el que Francisco pronunciará mañana un discurso durante una conferencia internacional sobre la paz que se desarrolla en Al-Azhar, Abboud coincidió en la deslegitimación que impulsa el Obispo de Roma para quienes traten de asociar la religión con las prácticas terroristas.

«Los delitos los cometen las personas, no las creencias religiosas. El terrorismo ofende a Dios y a todos los creyentes y a todos los hombres del mundo que en su buena voluntad eligen la espiritualidad como camino», agregó Abboud.

Con el lema «Papa de paz en Egipto, país de paz», el Pontífice partirá de Roma a las 10.45 locales (5.45 de Argentina) para llevar «un mensaje de fraternidad y de reconciliación» con el islam y «consuelo» a la Iglesia copta, tras el doble atentado que a inicios de abril dejó 46 muertos en dos iglesias cristianas.

El carácter de cercanía entre los cristianos, en un país con 90% de musulmanes, 10% de coptos ortodoxos y apenas un 0.31% de católicos, estará reforzado por la presencia del patriarca Ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I.

La visita, en la que Bergoglio estará acompañado por Télam entre otros medios, servirá también para encontrarse con la pequeña comunidad católica, para quienes celebrará una misa el sábado por la mañana en el Air Defence Stadium de El Cairo, donde estará acompañado por el patriarca copto-católico, Ibrahim Isaac Sidrak, y a la que también asistirán copto-ortodoxos y musulmanes dentro de las 30.000 personas para las que hay capacidad.

El viaje al país que es además sede de la Liga Árabe sirve para devolver también la visita que el jeque de Al Azhar, Ahmed El-Tayeb Tayeb, hizo al Vaticano en 2016, y que supuso un punto de inflexión en los contactos bilaterales tras casi una década de distanciamiento luego de un comentario de Benedicto XVI sobre Mahoma que en 2006 molestó a la comunidad musulmana.

En 2011, las relaciones entre el Vaticano y la institución sunnita se enfriaron definitivamente luego de que horas después de un atentado contra los coptos en Alejandría Jospeh Ratzinger pidiera una mayor protección a los cristianos, lo que El Cairo interpretó como una injerencia política que llevó al país a retirar su embajador ante la Santa Sede, y a la universidad de Al Azhar a interrumpir sus relaciones.

Hoy en día, de todos modos, la universidad fundada en el año 975 está envuelta en una fuerte polémica con el gobierno de Al-Sisi por una serie de disposiciones de la administración política sobre el divorcio que el centro sunnita considera una «intromisión» en la doctrina islámica.

En una cuarta dimensión además de la pastoral, ecuménica e interreligiosa, la visita del Pontífice destacará de alguna forma el rol de Egipto en la búsqueda de la paz regional y como sede de la Liga Árabe.

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