MARTES, 26 DE NOV

La Salada complica a Lousteau, Cambiemos y al peronismo bonaerense

Las relaciones políticas de Castillo y Antequera, los dueños de La Salada. 

Por Alejandro Alfie

Los vínculos políticos de Jorge Castillo y Enrique Antequera, dueños de La Salada, comenzaron a salpicar a Martín Lousteau, Cambiemos y al peronismo bonaerense.

Apenas detuvieron a Castillo, «el Rey de La Salada», su figura se vio relacionada con el kirchnerismo, que le dio protección política durante todos estos años. Sin embargo, ahora también se supo de su militancia radical y su apoyo a Lousteau para las próximas elecciones.

“No tengo fotos, no lo conozco, nunca fui a La Salada”, dijo Lousteau, durante una recorrida de campaña por la ciudad de Buenos Aires.

Castillo es afiliado radical de la provincia de Buenos Aires. “Va a ganar el pibe, Lousteau va a ganar si la UCR entiende que tiene que trabajar en la periferia de la Capital”, aseguró en su radio La Salada.

El 30 de abril, Castillo posteó en Facebook, su apoyo a Lousteau. Y el 25 de mayo, estuvo en una de las mesas del acto que la UCR porteña organizó, en Costa Salguero, en apoyo a Lousteau. Fue uno de los que apoyó el lanzamiento de su candidatura a diputado nacional. Castillo estuvo a pocos metros del candidato y subió a las redes sociales parte de su discurso.

Lousteau intentó despegarse de Castillo. “Fue un acto que hicieron los radicales y donde me invitaron a ser orador. Había tres mil personas, que pagaron su entrada a trescientos pesos”, aseguró Lousteau. “De la presencia de Castillo en ese encuentro me enteré igual que ustedes, a través de los medios”, agregó.

Por el contrario, Guillermo Moreno se declaró “amigo” de Castillo. “Los peronistas tenemos permitido tener un sólo amigo radical y tengo un amigo radical, que es Castillo», dijo el polémico ex funcionario K.

Muchos recordaron que Moreno llevó a Castillo en la comitiva de empresarios que viajó con él y Cristina Fernández de Kirchner a Angola, en su gira de negocios de 2012.

Pero quien aparece con vínculos políticos más directos es el socio de Castillo, Enrique Antequera, dueño de Urkupiña, uno de los tres predios de La Salada. Hasta la detención de Castillo, Antequera pretendía ser candidato en las próximas PASO del PJ bonaerense, en la lista de Mario Ishii.

En las anteriores PASO, Antequera iba a ser primer candidato a concejal K en Lomas de Zamora, en una lista que se dio de baja a último momento, para garantizar la reelección del intendente Martín Insaurralde.

Ahora comenzó a circular una foto, de 2009, de Antequera con Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y Patricia Bullrich, en La Salada. Pero fue Carrió quien apuntó contra Antequera en la denuncia que presentó el 17 de mayo último, donde le dedicó un capítulo entero. Allí alertó sobre la “conexión judicial, política y policial”, en el “entramado de crimen y corrupción en sectores de los municipios de Lanús y Lomas de Zamora”.

En esa denuncia Carrió también implicó al intentendente de Lanús, Néstor Grindetti (Cambiemos). Y mencionó un vínculo entre Antequera y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.

Los vínculos políticos de Jorge Castillo y Enrique Antequera, dueños de La Salada, comenzaron a salpicar a Martín Lousteau, Cambiemos y al peronismo bonaerense.

Apenas detuvieron a Castillo, «el Rey de La Salada», su figura se vio relacionada con el kirchnerismo, que le dio protección política durante todos estos años. Sin embargo, ahora también se supo de su militancia radical y su apoyo a Lousteau para las próximas elecciones.

“No tengo fotos, no lo conozco, nunca fui a La Salada”, dijo Lousteau, durante una recorrida de campaña por la ciudad de Buenos Aires.

Castillo es afiliado radical de la provincia de Buenos Aires. “Va a ganar el pibe, Lousteau va a ganar si la UCR entiende que tiene que trabajar en la periferia de la Capital”, aseguró en su radio La Salada.

El 30 de abril, Castillo posteó en Facebook, su apoyo a Lousteau. Y el 25 de mayo, estuvo en una de las mesas del acto que la UCR porteña organizó, en Costa Salguero, en apoyo a Lousteau. Fue uno de los que apoyó el lanzamiento de su candidatura a diputado nacional. Castillo estuvo a pocos metros del candidato y subió a las redes sociales parte de su discurso.

Lousteau intentó despegarse de Castillo. “Fue un acto que hicieron los radicales y donde me invitaron a ser orador. Había tres mil personas, que pagaron su entrada a trescientos pesos”, aseguró Lousteau. “De la presencia de Castillo en ese encuentro me enteré igual que ustedes, a través de los medios”, agregó.

Por el contrario, Guillermo Moreno se declaró “amigo” de Castillo. “Los peronistas tenemos permitido tener un sólo amigo radical y tengo un amigo radical, que es Castillo», dijo el polémico ex funcionario K.

Muchos recordaron que Moreno llevó a Castillo en la comitiva de empresarios que viajó con él y Cristina Fernández de Kirchner a Angola, en su gira de negocios de 2012.

Pero quien aparece con vínculos políticos más directos es el socio de Castillo, Enrique Antequera, dueño de Urkupiña, uno de los tres predios de La Salada. Hasta la detención de Castillo, Antequera pretendía ser candidato en las próximas PASO del PJ bonaerense, en la lista de Mario Ishii.

En las anteriores PASO, Antequera iba a ser primer candidato a concejal K en Lomas de Zamora, en una lista que se dio de baja a último momento, para garantizar la reelección del intendente Martín Insaurralde.

Ahora comenzó a circular una foto, de 2009, de Antequera con Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y Patricia Bullrich, en La Salada. Pero fue Carrió quien apuntó contra Antequera en la denuncia que presentó el 17 de mayo último, donde le dedicó un capítulo entero. Allí alertó sobre la “conexión judicial, política y policial”, en el “entramado de crimen y corrupción en sectores de los municipios de Lanús y Lomas de Zamora”.

En esa denuncia Carrió también implicó al intentendente de Lanús, Néstor Grindetti (Cambiemos). Y mencionó un vínculo entre Antequera y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.

Las fotos que comprometen en plena campaña

El megaoperativo judicial contra el líder más famoso del complejo La Salada, Jorge Castillo, atrajo los flashes hacia el multimillonario empresario acusado por media docena de graves delitos. Pero sin los toques bizarros de su colega  – aunque con las mismas ansias de vincularse con la política – Enrique “Quique” Antequera, el otro directivo de La salada, también salió del segundo plano: por Whatsapp o correo electrónico, se multiplicaron las fotos de Quique con sus sucesivos referentes. En el 2009, se lo ve sonriente y ganador en una foto junto a Elisa Carrió y Margarita Stolbizer, cuando se postulaba como candidato a legislador provincial del Acuerdo Cívico y Social. Pero también hay fotos más recientes del administrador del predio Urkupiña – una de las tres ferias internadas del complejo La Salada – junto al diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel, y también al lado del actual ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo. Al parecer, la lista de políticos que ruega que no afloren más de esos recuerdos, sería más larga que la de damnificados por Castillo.

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