Casi dos millones de peregrinos musulmanes llegan al monte Arafat
Esta etapa está dedicada a la oración y las invocaciones. Este año, por primera vez, se han implementado medidas de seguridad ante la multitudinaria convocatoria.
- Internacionales
- Ago 31, 2017
Cerca de dos millones de fieles empezaron a reunirse el jueves por la mañana en el monte Arafat, un etapa culminante de la gran peregrinación musulmana en Arabia Saudí, el hach, dedicada a la oración y las invocaciones.
A primera hora de la mañana, varios helicópteros sobrevolaban el perímetro, mientras los fieles iban llegando desde el amanecer al monte Arafat o Jabal Al Rahma, el monte de la Misericordia.
Desde la planicie de Arafat se podían ver pequeñas manchas blancas en los flancos de la colina. Los peregrinos, vestidos de blanco, se iban concentrando, buscando un lugar en las rocas, ya calientes por el sol.
La etapa en Arafat está dedicada a la oración y las invocaciones. En los ramales que enlazan la planicie con el monte, los peregrinos invocaban a Dios con las palmas levantadas hacia el cielo.
Otros se habían instalado en tiendas o sobre una sábana al borde de la carretera, entre botellas vacías y basura.
Fue en el monte Arafat donde el profeta Mahoma pronunció, según la tradición islámica, su sermón de adiós a los musulmanes, que lo habían acompañado en la peregrinación del fin de su vida, hace casi 1.400 años.
Insolaciones -.
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«Subí esta noche y oré. Tomé fotos y llamé a mi familia y mis amigos», contó Maolana Yahia, de 32 años y procedente de Yakarta (Indonesia), con un cigarrillo entre los dedos.
Antes de las 10H00 (07H00 GMT), la temperatura ya superaba los 30ºC. En el hospital situado frente al monte se había reservado una unidad para las insolaciones.
«Algunos peregrinos olvidan protegerse la cabeza con un paraguas, por ejemplo, cuando rezan», lamentó un enfermero del hospital ubicado frente al monte, Bandar Al Harthi.
«Hemos desplegado 326 ambulancias por todo el recorrido de la peregrinación para que puedan atender a los enfermos muy rápidamente», explicó el médico Meshal Alanzi, de la Media Luna Roja.
Por la noche, los peregrinos visitarán Muzdalifa y, el viernes, efectuarán el ritual de la lapidación de Satán, que en 2015 acabó en tragedia. Una gigantesca estampida dejó casi 2.300 muertos, incluyendo cientos de iraníes.
A causa de las tensiones entre Riad y Teherán, los peregrinos iraníes no pudieron realizar el hach en 2016.
«Este año se han tomado medidas de seguridad adicionales, sino no habríamos venido», afirmó a la AFP Reza, un jubilado procedente de Teherán.
Primera vez
Al pie del monte Arafat se instalaron barreras móviles para regular a la multitud. «Las moveremos para ensanchar los pasillos cuando haya más peregrinos», indicó a la AFP Ahmed al Baraka, de las fuerzas especiales.
Las autoridades saudíes movilizaron importantes medios, incluyendo 100.000 miembros de las fuerzas de seguridad, y afirmaron estar preparadas para hacer frente a cualquier eventualidad.
«Es la primera vez que veo algo como esto, voy a orar por mis tres hijos y mi familia hoy», confió, emocionada, Fatima Arfaoui, oriunda de Béja, en el noroeste de Túnez.
Sentadas con el monte de la Misericordia a la espalda, ocho jóvenes de una misma familia, venidas desde Ghana, retomaban fuerzas tras una larga caminata nocturna hasta el monte Arafat desde Mina, al este de La Meca.
Entre ellas, Khadija, Munira, Aicha y Awa, de entre 18 y 30 años y todas casadas. «Es la primera vez que salgo de Ghana. Mi marido me dejó irme sola porque es La Meca», contó Khadija, de 25 años.