VIERNES, 29 DE NOV

EE.UU., China y Rusia, divididos sobre los ensayos nucleares de Corea del Norte

En una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad, los tres países evidenciaron diferencias para enfrentar los desafíos de Pyongyang, el primero advirtió que se agotan las opciones diplomáticas, en tanto, los demás convocan a la calma.

La ONU se mostró hoy alarmada tras «la peligrosa provocación» lanzada ayer por Corea del Norte con el lanzamiento de la más potente de sus pruebas nucleares, mientras en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad celebrada hoy EEUU, China y Rusia evidenciaron diferencias para enfrentar los desafíos de Pyongyang, el primero advirtiendo que se agotan las opciones diplomáticas y los otros convocando a la calma.

El ensayo nuclear es «profundamente desestabilizador para la seguridad regional e internacional», dijo el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, al comienzo de una reunión de urgencia del Consejo, la segunda en menos de una semana y la décima en lo que va del año para abordar la amenaza nuclear norcoreana.

En el cónclave, EEUU, que ayer había amenazado con lanzar un «ataque masivo» en represalia contra Pyongyang, afirmó hoy que «ha llegado el momento» de «agotar todas las vías diplomáticas», tras acusar al líder Kim Jong-un de estar «pidiendo una guerra», según señaló la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikky Haley.

Poco después, el embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vitaly Churkin, convocó al organismo internacional a profundizar la búsqueda de soluciones diplomáticas y a «actuar en forma calma y equilibrada» ante la crisis provocada por el test nuclear y rechazó de plano que haya una «solución militar».

«No hay duda de que experimentamos uno de los momentos más graves y dramáticos en la península coreana», afirmó el embajador ruso, citado por la agencia de noticias EFE y DPA.

China, en tanto, dijo que «jamás aceptará una guerra en la península coreana» y llamó a poner freno al «ciclo vicioso» en el deterioro de la seguridad en la zona, además de pedir que se apoyen los esfuerzos para conseguir una desnuclearización.

El representante de Seúl ante la ONU, Cho Tae-yul, por su parte, reclamó hoy que el Consejo de Seguridad emita una «resolución con nuevas medidas más duras que sean proporcionales al nivel de la gravísima amenaza» que planteó Corea del Norte al hacer estallar un dispositivo nuclear ayer, y pidió «bloquear todos los fondos» hacia el régimen norcoreano.

Las diferencias en el seno del Consejo, la instancia con máximo poder de decisión en el organismo, dan cuenta del complejo ajedrez geopolítico y militar desatado en el mundo con la constatación del poder nuclear desarrollado por el país asiático y los riesgos que comporta una solución no diplomática al conflicto.

Hoy, el canciller británico, Boris Johnson, advirtió que si Pyongyang fuera atacada, el país podría «evaporar gran parte de la población surcoreana» incluso con un ataque militar convencional, sin armas nucleares.

«La distancia entre Corea del Norte y Seúl es muy, muy pequeña y un ataque norcoreano podría evaporar gran parte de la población surcoreana incluso con armas convencionales, de modo que no es realmente muy fácil de contener o resolver», dijo Johnson, según el Telegraph.

Al terminar la reunión del Consejo, hoy, Estados Unidos anunció que distribuirá un borrador de resolución con nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang y comunicó su deseo de que el proyecto se vote el próximo lunes, aunque no precisó qué incluiría ese borrador de resolución.

El anuncio lo hizo la propia Haley quien subrayó la necesidad de que se cierren las negociaciones previas durante esta semana para que el texto pueda ser votado en una semana, puesto que Pyongyang tiene intención de realizar en las próximas horas un nuevo ensayo balístico.

Previo a la reunión del Consejo, varios líderes mundiales reclamaron a la comunidad internacional profundizar «hasta donde sea posible» las sanciones sobre Pyongyang con vistas a asfixiar completamente su economía y coincidieron en la necesidad de dar «una respuesta militar contundente».

Los presidentes surcoreano y estadounidense, Moon Jae-in y Donald Trump, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, intensificaron sus contactos telefónicos en las últimas horas para sacar adelante un nuevo paquete de sanciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Moon reclamó aplicar «un nivel máximo de sanciones y de presión» sobre Pyongyang, según informó la oficina presidencial de Seúl, mientras que Tokio y Washington apuestan por imponer un embargo total de petróleo sobre Corea del Norte, dijeron fuentes gubernamentales niponas.

China, en tanto, hasta hace poco un aliado tradicional del hermético país asiático, había anunciado que no excluye la posibilidad de apoyar en la ONU un embargo total de petróleo a Corea del Norte y urgió a ese país a «no escalar las tensiones» con nuevos lanzamientos de misiles.

Las cinco potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en tanto, rechazaron hoy en bloque la «actitud beligerante» de Corea del Norte en la declaración final de su novena cumbre, en la que destacaron la importancia de actuar en conjunto para resolver los conflictos globales.

«Deploramos fuertemente el test llevado a cabo por Corea del Norte», apunta la declaración emitida tras reunirse esta mañana los líderes en la ciudad china de Xiamen, solo un día después de que el Gobierno de Pyongyang realizara su sexta prueba nuclear.

Israel en tanto, a través del portavoz de la cancillería, Emmanuel Nahsho; condenó también el test nuclear y consideró que el mismo evidencia «la actitud desafiante de ese país», y conminó a Pyongyang a «cumplir todas las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a este asunto y abstenerse de hacer más ensayos, desarrollar armas de destrucción masiva y los mecanismos para dispararlas».

Nahsho señaló que «una contundente respuesta internacional evitaría que otros países actúen de modo similar».

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