SáBADO, 23 DE NOV

El catarí Al-Attiyah ganó la primera etapa del Dakar en autos

El piloto de Toyota, junto a su compañero francés Matthieu Baumel y su par británico de motos Sam Sunderland (KTM) ganaron este sábado la primera etapa del rally, entre Lima y Pisco.

El piloto catarí de autos Nasser Al-Attiyah y su copiloto francés Matthieu Baumel (Toyota Gazoo) y su par británico de motos Sam Sunderland (KTM) ganaron este sábado la primera etapa del rally Dakar 2018, entre Lima y Pisco.

Al-Attiyah, ganador del Dakar en 2011 y 2015, puso un tiempo de 21 minutos 51 segundos para ganar el primer especial de la prueba, de 31 km sobre terreno arenoso.

Segundo llegó a 25 segundos el sudafricano Bernhard Ten Brinke y tercero a 34 segundos el peruano Nicolas Fuchs (tercero), ambos del equipo Borgward.

Por su lado, el británico Sam Sunderland (KTM), defensor del título, ganó con un tiempo de 20 minutos 56 segundos en motos, aventajando en 32 segundos al francés Adrien Van Beveren (Yamaha) y en 55 segundos al chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna).

«Hemos alcanzado rapidamente a Peterhansel. Hemos estado por algunos minutos detrás de él y nos hemos dicho vamos», dijo el copiloto del catarí, Baumel, que celebró la habilidad de Al- Attiyah en terreno arenoso. «tenemos una pequeña ventaja».

El actual bicampeón del rally Dakar, Stéphane Peterhansel, de Peugeot, perdió 2:15 minutos y terminó en el undécimo lugar.

«No tuve un buen feeling. El sol estaba fuerte, no podía ver el otro lado de las crestas de las dunas. Preferí mantenerme seguro», dijo Peterhansel, recordista de victorias en el Dakar (13).

Mientras tanto, el francés Sébastien Loeb (Peugeot) finalizó el tramo a más de 5 minutos 37 segundos de distancia del líder debido a una falla en sus frenos y llegó vigesimonoveno.

«Por suerte solo fueron 31 kilómetros», expresó Loeb, que busca ganar por primera vez el Dakar en su tercera y última participación en la legendaria prueba.

«¡Hice la etapa sin frenos! ¡Cero frenos!» agregó, sin saber donde «se generó el problema». «Sin frenos es verdaderamente una mierda». Despues de sólo tres kilómetros Loeb tuvo que jugar con su caja de velocidades, enlentecer el ritmo en las cumbres de las dunas, para evitar lo peor.

El domingo, en el segundo especial, en terreno arenoso como el de este sábado, pero nueve veces más largo, de 267 km, Loeb intentará descontar la desventaja.

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