VIERNES, 29 DE NOV

El Papa dedicó la misa en Temuco a las víctimas de la dictadura de Pinochet

"Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", dijo el pontífice en su homilía, celebrada en el Aeródromo de Maquehue, centro de detención y tortura durante la dictadura militar.

El papa Francisco dedicó la misa que ofició este miércoles en Temuco (sur) a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y fustigó el uso de la violencia en la lucha por reivindicar los derechos indígenas, en una región en plena tensión por el conflicto mapuche.

«Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias», dijo el pontífice en su homilía de la «Misa por la integración de los pueblos», celebrada en el Aeródromo de Maquehue, que sirvió de centro de detención y tortura durante la dictadura militar.

El Papa pidió un momento de silencio por tanto «dolor y tanta injusticia», en medio de la emoción que se palpaba en el ambiente. Pero la región de La Araucanía, donde se enclava Temuco, es también escenario de la lucha que libran los mapuches, la etnia más importante de Chile, que denuncia discriminación y abusos y reclama la restitución de territorios ancestrales hoy mayoritariamente en manos privadas.

Francisco, que como argentino es un gran conocedor del problema mapuche, escogió visitar Temuco (800 km al sur de Santiago) para tomar contacto directo con esta población.

Pero algunos grupos han optado por la violencia. Horas antes de la llegada del papa a esta región se produjeron una serie de ataques contra la policía, tres iglesias católicas y una evangélica. Además fueron dañados tres helicópteros que se utilizan por las empresas forestales para apagar incendios, según autoridades. Estos ataques se suman a los sufridos la víspera contra dos pequeñas iglesias que quedaron totalmente destruidas.

La violencia llama a la violencia

Los autores de estos atentados dejaron panfletos en las iglesias alusivos a la demanda mapuche que exige la restitución de tierras. El Papa recordó que «no se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división» y «más que impulsar los procesos de unidad y reconciliación, terminan amenazándolos», porque la «violencia llama a la violencia», dijo el pontífice.

Después de la liturgia, el Papa se reunirá con un grupo de indígenas, cuyas identidades aún no fueron reveladas por la organización del encuentro, para posteriormente regresar a Santiago.

La machi o mayor figura médica y religiosa del pueblo mapuche, Francisca Linconao, en prisión domiciliaria nocturna a la espera de un nuevo juicio imputada por el asesinato de un matrimonio de ancianos en 2013, esperaba ser una de las personas que recibiría el Papa.

En una carta dirigida al pontífice en que le pide que interceda ante el gobierno chileno para revisar su situación procesal, aseguró que «en Chile sólo a los Mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se nos respeta la presunción de inocencia».

El presidente electo, el conservador Sebastián Piñera que asumirá la presidencia en marzo también reaccionó en Twitter. «Mi rechazo absoluto a los cobardes y violentos ataques ocurridos en el sur, en víspera de la visita del Papa», escribió.
 
Recorrido en papamóvil

Pese al ambiente de tensión, el Papa se desplazó en papamóvil saludando a las miles de personas que flanqueaban la carretera hasta el aeródromo de Maquehue. «¡Francisco, amigo, el sur está contigo!», coreaban desde los altavoces.

Desde la medianoche, miles de fieles iniciaron la vigilia en la base aérea, a la que accedían después de recorrer más de tres kilómetros a pie. Envueltos en mantas o bolsas de dormir, con gorros y parkas para soportar el frío de la noche en el sur de Chile, los peregrinos aguardaron horas la presencia del papa Francisco, el segundo pontífice que visita la ciudad después de Juan Pablo II en 1987.

«Creo que vale la pena (el sacrificio), porque el mensaje que trae el papa Francisco lo necesitamos hace mucho tiempo en nuestro país. Han pasado 30 años desde la última visita (de un papa) y creo que eso nos va a llenar a nosotros los chilenos, de paz, de esperanza y de fe», dijo a la AFP Jessica Pinto, que viajó más de tres horas para poder ver al pontífice.

La visita de Francisco a Temuco «refleja su preocupación por una zona que ha vivido tensiones importantes, con quienes quiere compartir un mensaje de paz y donde busca llevar unas palabras de esperanza que posibiliten el encuentro entre las personas», dijo recientemente el coordinador nacional de la Comisión que organiza su visita a Chile, Fernando Ramos.

En la región se asientan la mayoría de las comunidades mapuches, la mayor etnia chilena, que antes de la llegada de los conquistadores españoles en Chile en 1541, eran dueños de las tierras desde el río Biobío hasta unos 500 kilómetros más al sur. Pero tras sucesivos procesos, fueron reducidos a vivir en cerca de un 5% de sus antiguos dominios.

Además del conflicto mapuche, la visita se ha visto marcada por el problema de los abusos sexuales a menores en la iglesia.El martes, el papa confesó en Santiago su «dolor» y «vergüenza» por los abusos de curas pederastas y se reunió con víctimas. Posteriormente en una reunión con sacerdotes les pidió tener «la valentía de pedir perdón».

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