JUEVES, 21 DE NOV

Nielsen: «Se están fogoneando ingredientes que van a llevar a un fracaso económico»

El ex secretario de Finanzas de la Nación analizó los motivos y las consecuencias de la depreciación del peso frente a la divisa norteamericana, cuestionó al Poder Ejecutivo por "abandonar el camino correcto". Argentina no puede tolerar un nuevo fracaso económico", advirtió.

 

Desde que el Gobierno de Mauricio Macri decidió recalibrar en diciembre último las metas de inflación y consecuentemente el Banco Central comenzara a recortar gradualmente la tasa de Política Monetaria, el dólar inició una escalada que marcó esta semana un récord histórico en la cotización de la divisa, que ya roza los $20.

En diálogo con ámbito.com, el exsecretario de Finanzas de la Nación, Guillermo Nielsen, analizó los motivos y las consecuencias de la depreciación del peso frente a la divisa norteamericana, cuestionó al Poder Ejecutivo por «abandonar el camino correcto» en materia inflacionaria y advirtió que «la Argentina no puede tolerar un nuevo fracaso económico».

Periodista: ¿La escalada del dólar se puede trasladar a los precios de los bienes y en cuánto puede afectar los números de la inflación del primer trimestre?

Guillermo Nielsen: Lo del dólar no lo podés analizar aisladamente de la percepción que está teniendo el mercado. Creo que lo que está pasando en el mercado es que se está volviendo a la expectativa de demanda de dinero del 28 de diciembre cuando el Gobierno recalibró las metas de inflación para este año y los siguientes. En ese sentido, la suba de dólar marca que la idea de que (el presidente del Banco Central, Federico) Sturzenegger retomaba la conducción de la Política Monetaria tratando de domesticar la inflación fue ficción. Si bien los que manejan la economía son los políticos, la conclusión es que sorprendentemente, la está manejando gente que no sabe de economía.

P.: ¿Cuáles cree que son los motivos de esta suba de la cotización del dólar?

G.N.: Yo creo que hay una caída de la demanda de pesos y suba de la demanda de dólares producto de la baja de tasas y de la imagen que se va componiendo en el mercado. Esto te pega directamente en las expectativas de inflación. Ahí se retrae la demande de pesos y aumenta la de dólares.

P.: ¿Cree que se equivocó el Gobierno al corregir las metas de inflación?

G.N.: Esto es un tema muy delicado. La Argentina no está para un nuevo fracaso económico. Y me parece que se están fogoneando ingredientes que van a llevar a un fracaso económico. Creo que las expectativas de inflación bien medidas, si haces hoy una encuesta, te dan que la inflación va a estar al mismo nivel que el año pasado. Eso en sí mismo es parte de un fracaso económico. Porque a la vez no vas a lograr un mayor crecimiento, que es la línea argumental del Gobierno ya que las expectativas no son favorables. No hay expectativa de solidez económica.

P.: Desde el Gobierno remarcan que metas de inflación más laxas permiten priorizar el crecimiento económico. ¿Esto es así?

G.N.: Es una fantasía setentista pensar que se podía relajar la meta de inflación en beneficio del crecimiento económico. Eso no existe. Pero hay una fantasía setensista en el sentido económico. «Un poquito de inflación aceita la economía», decían en aquellos años. Y está clarísimo que no te aceita nada, más bien te pone una bomba.

P.: ¿Cree que a partir de recalibrar las metas, el BCRA perdió independencia?

G.N.: Sturzenegger sigue siendo el presidente del Banco Central en lo formal pero en lo real dejó de ser economista para pasar a ser un político.

P.: El presidente Macri hace hincapié permanentemente desde que asumió en la necesidad de concretar inversiones. ¿Se están concretando esas inversiones?

G.N.: Los anuncios de inversiones son un verso. Es condición necesaria pero no suficiente. Los CEOS que están en el Foro de Davos, si bien tienen una buena predisposición, también tienen dudas que juegan en los directorios de las corporaciones. Y son estos directorios los que voltean las mismas porque no hay certezas. Salvo cosas muy específicas y ligadas a alguna cuestión natural como puede ser el litio. Ahí tenés un recurso. Eso sí es un ancla de inversiones. O en el sector agropecuario que sigue siendo un sector que invierte, donde no hay una corporación sino que tenés un mercado muy competitivo.

P.: ¿En qué sectores se pueden vislumbrar consecuencias del aumento del dólar?

G.N.: La suba del dólar confirmó el temor inicial que generó el recalibramiento de las metas por parte del Gobierno. Esto se traslada al sector de la energía, que opera con precios dolarizados. E implica un aumento de la nafta que va a complicar el tema de subsidios al transporte. Y en una segunda ronda te aumenta el costo de la electricidad. En el caso del gas es más imperfecto el mercado pero también te lo afecta. Quiero decir que este aumento del dólar impacta en el sector regulado.

P.: ¿A qué otros sectores de la economía afecta esta suba del dólar?

G.N.: Por la formación de expectativas de precios, cuando el dólar sube en la Argentina, todo el mundo saca la birome. Y las empresas, para cubrirse, mandan las nuevas listas de precios.

P.: ¿Cómo impacta esto en el índice de inflación en el comienzo del año?

G.N.: El primer trimestre va a estar herido, sin control de la inflación. Que marzo no sea explosivo en el tema precios es algo que el Gobierno ya perdió. Da la impresión que después de la conferencia del 28 de diciembre se asustaron y le dieron más espacio a Sturzenegger, que tampoco bajó tantos las tasas. Yo pienso que la conferencia fue totalmente un error pero tiene una cosa buena que es que transparentó cuál es la verdadera intención que tienen. Así y todo creo que el Gobierno decidió abandonar el camino correcto.

P.: ¿Condiciona al Ejecutivo esta suba del dólar a la hora de negociar paritaria con los gremios?

G.N.: Yo esperaba, como racionalista de la economía, que el Gobierno jugase un partido tranquilo con el tipo de cambio por lo menos hasta la definición de las paritarias. Esto se complica. Creo que va a haber una negociación salarial mucho más dura. El Gobierno se metió en una trampa gigantesca. Falta economía y sobre política, que además no tiene experiencia en política económica. Aguantar hasta que pasen las paritarias era elemental.

Fuente: Ámbito

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