SáBADO, 23 DE NOV

Rodriguez Saá busca reactivar la «esperanza» en el peronismo hacia 2019

El gobernador de San Luis será el anfitrión de un nuevo "Encuentro de la Militancia Peronista", que tendrá lugar el próximo 16 y 17 de marzo y que buscará consolidar la idea de una gran PASO opositora para enfrentar a Cambiemos.

El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, será el anfitrión de un nuevo «Encuentro de la Militancia Peronista», que tendrá lugar el próximo 16 y 17 de marzo y que buscará consolidar la idea de una gran PASO opositora para enfrentar a Cambiemos en 2019.

Las dos jornadas de debate, que ya están siendo difundidas a través de un flyer en las redes sociales, tendrán lugar en la ciudad puntana de La Pedrera, y llevarán como consigna la idea de que existe un «nuevo amanecer» del campo nacional y popular en 2019.

Según pudo saber NA de fuentes cercanas al mandatario puntano, el móvil de este tipo de encuentros es convencer a muchos de los gobernadores de extracción peronista que por el momento cuidan la relación política con el Gobierno de que existen chances concretas de asestarle una derrota a Cambiemos en 2019, y que por lo tanto vale la pena jugarse por asumir los costos de una postura mucho más crítica.

El operativo «nuevo amanecer» que impulsa Rodríguez Saá apunta en esta primera etapa a sembrar esperanza de que «hay 2019», y a partir de esa premisa romper el pacto que ata a muchos gobernadores a no levantar la voz contra el Gobierno a cambio de conservar la gobernabilidad en sus territorios.

En diálogo con NA, un dirigente del peronismo que viene trabajando por la unidad lo resumió de la siguiente forma: «´Hay 2019´ es una bandera que se levanta frente a algunas miradas que sostenían que hay que conservar el distrito pero que el macrismo siguiera gobernando». Según dijo, «no hay ningún límite» en la tarea de acumulación dirigencial y política en un marco de unidad.

No obstante hizo una diferenciación entre los gobernadores que tienen una mirada de sintonía política con el oficialismo, y aquellos que hicieron concesiones al Gobierno como la firma del Pacto Fiscal pero que «si existiera una alternativa para el 2019» podrían dar un giro en su vínculo con la Casa Rosada para subrise al barco de la oposición dura.

«Si hay 2019, ¿qué hacen Gildo Insfrán (Formosa) o Carlos Verna (La Pampa)? No es lo mismo Juan Schiaretti (Córdoba) o Juan Manuel Urtubey (Salta)», ejemplificó.

«Cambiemos tiene una lógica darwinista. Primero te coopta y después te destruye», señaló, en una advertencia dirigida a los sectores más «dialoguistas» del PJ.

La metodología que alienta Rodríguez Saá para lograr administrar la diversidad dentro del espectro del peronismo y sus aliados es la de una gran interna con dos o más fórmulas, algo que hasta Cristina Kirchner, luego de dos elecciones sucesivas en las que retaceó esa posibilidad, ahora estaría aceptando como inevitable.

Tanto el intendente de Resistencia, Jorge «Coqui» Capitanich, como el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, llevan la voz cantante del espacio de la ex presidenta en sus recorridas por el interior el país, coincidiendo en la necesidad de abrir una PASO competitiva.

La particularidad de la propuesta puntana es que se plantea la inclusión de un mecanismo en la carta orgánica del frente que se conforme por el cual los postulantes que pierdan la interna y que lleguen a un piso mínimo de votos sean incorporados como compañeros de fórmula de los candidatos que ganaron la PASO.

El mismo criterio se propone para la integración de las listas definitivas de legisladores nacionales: el objetivo es ofrecer un esquema que seduzca a los sectores peronistas que corren en desventaja en volumen electoral respecto del kirchnerismo, de manera tal de contener toda la oferta opositora en un solo frente, evitando la dispersión.

«Hay que revisar el formato de las PASO, para que el que pierda la interna no se vaya a la casa», sintetizaron las fuentes consultadas.

Al igual que Rodríguez Saá, Capitanich también está haciendo punta de lanza en la tarea de recolectar adhesiones del espacio denominado «nacional y popular» para parar en el escenario político una opción competitiva, que a su entender debe ser «de centroizquierda y de base populista y progresista», en abierta contradicción con Cambiemos.

Al calor de estos movimientos políticos, nació lo que algunos denominan «grupo Resistencia», una proto-agrupación de dirigentes, entre ellos muchos intendentes del peronismo K, que ve con buenos ojos un posible lanzamiento de Capitanich como aspirante a suceder a Mauricio Macri.

Sin embargo, la danza de nombres recién comienza y en el run- run de la política también sonaron los nombres de Agustín Rossi, Axel Kicillof, Sergio Uñac y, por supuesto, Alberto Rodríguez Saá.

Días atrás Capitanich mantuvo un encuentro con el ex gobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri, con quien compartió su mirada sobre la necesidad de contribuir a la polarización política, y el viernes desembarcó junto a Rossi en Corrientes, con quien encabezó un panel dedicado a la misma temática.

Foto: Carreira Victor/Telam

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