Todo lo que tienes que saber sobre la tormenta geomagnética que afecta al planeta

Si en los últimos días te sentaste a ver la televisión y en medio de tu programa favorito una placa te alertó de un corte en la transmisión por una «interferencia solar». No se trata de una inocentada o broma de mal gusto de tu proveedor de cable. Efectivamente algo interesante está ocurriendo en el espacio.

El Sol emite constantemente un flujo de partículas energéticas cargadas eléctricamente, que producen un campo magnético. A esto se le llama ‘viento solar’, y puede verse perturbado de acuerdo a la actividad del astro, explicó a Sputnik Gonzalo Tancredi, director del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Uruguay).

«Por ejemplo se puede producir una burbuja de plasma en la superficie del Sol, que se inyecte al espacio interplanetario y produzca una perturbación sobre ese flujo de partículas. Si esa burbuja está dirigida hacia la Tierra, cuando llega hay un mayor flujo de partículas que interactúan con el campo magnético terrestre», dijo el astrónomo.

Este último oficia como «un escudo de protección» frente al viento solar, pero cuando hay más tránsito de partículas, su capacidad de defensa disminuye, y una serie de fenómenos pueden provocarse en la atmósfera.

El más célebre, tal vez, sean las auroras, tanto boreales como australes, por su efecto espectacular, que cautiva la admiración de personas que se dirigen especialmente a las zonas árticas de Canadá, Rusia y Escandinavia o a algunos sectores de la Antártida para apreciar los cielos coloreados por nubes brillantes que van cambiando.

«Hasta hace unas pocas décadas, esta era quizás la manifestación más relevante. Ahora, con el desarrollo de la tecnología y el uso de aparatos electrónicos, las variaciones de campo magnético producen perturbaciones en este tipo de equipamiento, empezando por los satélites artificiales», dijo Tancredi.

Estos artefactos, que orbitan en torno a la Tierra, se pueden ver afectados por el mayor flujo de partículas energéticas. Los efectos pueden ir desde desperfectos hasta la avería total. Pero aún si esto no sucede, las telecomunicaciones se pueden ver afectadas por la acción de las partículas solares en la ionósfera. Allí, se produce el «rebote ionosférico», especialmente de las comunicaciones de radio de onda larga.

Ahora ya sabes por qué muchos internautas se han quejado desde el 14 de marzo en redes sociales de las placas que sus proveedores de televisión satelital pusieron en onda. Y por qué es posible que una situación así se repita hasta el 18, cuando se espera que ya haya pasado este viento solar intensificado. Sin embargo, la parte más intensa pasó.

Ciertamente, no solo las televisiones se pueden ver perturbadas. Los vuelos que surcan los cielos al mismo tiempo al mismo tiempo que ocurre una tormenta geomagnética podrían tener problemas. En ocasiones, en las más intensas, las corrientes eléctricas inducidas han ocasionado inconvenientes en líneas de alta tensión o en transformadores.

En Québec, en 1989, millones de personas quedaron sin energía eléctrica por un fenómeno así. Una situación similar se repitió en Sudáfrica en 2003. Tancredi puntualizó que en ocasiones pueden llegar a producirse «corrientes eléctricas inducidas en gasoductos y caños de grandes proporciones».

No está claro de qué otra manera afecta a las personas por fuera de estas situaciones, pero sin duda «es un área de estudios» en la que queda mucho por descubrir. Se trata de fenómenos «descubiertos recién en las últimas décadas».

«Particularmente en nuestra región —Uruguay, noreste de Argentina y sur de Brasil— estamos en una zona de la tierra donde se encuentra la llamada anomalía magnética del Atlántico sur. Es la región del planeta con la menor intensidad del campo magnético a nivel global», dijo Tancredi.

«Ese escudo de protección que es el campo magnético está debilitado en nuestra región, lo que hace que las partículas energéticas puedan llegar a menores alturas, más cercanas a la superficie, y eso lleva a desperfectos a nivel regional que todavía están en una fase de estudio», concluyó.