SáBADO, 30 DE NOV

«El programa de Participación Público – Privada fue nefasto para muchos países»

Así lo afirmó el senador nacional Fernando Pino Solanas, quien dialogó con Conclusión y denunció los malos resultados del sistema.

Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

El senador nacional Fernando Pino Solanas, dialogó con Conclusión y advirtió que la modalidad «de contratación de la obra pública por medio del sistema de Participación Pública Privada (PPP), se trata de una formula cuyos resultados fueron nefasto para varios países».

El sistema fue duramente cuestionado en varios países de Europa y la experiencia en varios lugares del mundo demostró que en este tipo de operatoria la inversión pública resultó altamente perjudicial para los Estados por el excesivo endeudamiento externo.

El origen del PPP es el Reino Unido de Margaret Thatcher, y así ese tipo de esquema de asociación pública privada se extendió a otros países (España, Chile, Brasil, Panamá, Colombia, Perú, Francia).

Sin embargo, la Oficina Nacional de Auditoria británica (NAO) denunció los malos resultados del sistema porque los sobre costos fueron de hasta el 40 por ciento en las obras.

Además, en España, la quiebra de las empresas constructoras que participaron de esta modalidad empujó a la administración española a estatizar cuatro autopistas construidas mediante PPP, arrojando una perdida de 2500 millones de dólares al Estado español.

En síntesis, se probó que hubo un impacto negativo en los ingresos fiscales por los privilegios solicitados por los inversores, y los proyectos originales devinieron en mayores costos.

La nota completa.

El 25 de abril se presentaron en el Centro Cultural Kirchner, las propuestas para la red vial que se concretará mediante el sistema denominado Participación Publico Privado aprobada por el Congreso de la Nación en noviemnre de 2016.

Fueron 26 empresas, 19 locales y 7 extranjeras, las que participaron las propuestas técnicas para la construcción de 2500 kilómetros de rutas y autopistas en cinco provincias.

El capital con el que deberán contar para concretar el plan de obras es de 6000 millones de dólares durante los primeros cuatro años.

Una vez concluido ese período de tiempo, según estimaciones de Vialidad Nacional se adicionarán 2023 millones de dólares para obras de mantenimiento y reparaciones hasta la finalización del contrato.

Los oferentes que pretenden encarar la construcción y concesión por quince años de rutas que atraviesan las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y La Pampa decidieron asociarse en diez consorcios constituidos por 19 compañías argentinas y 7 firmas extranjeras.

Techint, Roggio, Cartellone, ODS y Sacde (ex Iecsa) son algunas de las constructoras que participan en la puja para hacerse con alguno de los seis corredores que serán licitados.

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