MARTES, 26 DE NOV

Británicos empiezan a darle la espalda al alcohol y buscan alternativas

En 2017, de 7.100 personas de al menos 16 años entrevistadas para un estudio de la Oficina de estadísticas nacionales (ONS), sólo el 57% había consumido alcohol en el curso de la semana anterior. Era el nivel más bajo en 12 años.

 

Stuart Elkington, de 47 años, lleva siete sin probar el alcohol. En el Reino Unido ya no es una excepción, porque cada vez más personas optan por la sobriedad, forzando a la industria de las bebidas alcohólicas a adaptarse a ellas.

«Me di cuenta de que dormía mejor, me sentía bien, y tenía más energía», explicó a la AFP este hombre, que renunció al alcohol justo cuando trataba de fundar una familia con su compañera.

En 2017, de 7.100 personas de al menos 16 años entrevistadas para un estudio de la Oficina de estadísticas nacionales (ONS), sólo el 57% había consumido alcohol en el curso de la semana anterior. Era el nivel más bajo en 12 años. En 2005, cuando esta encuesta se hizo por primera vez, la proporción era de 64,2%.

Y los abstemios son cada vez más numerosos: 20,4% de la población no bebe jamás, por 18,8% doce años antes.

En el conjunto de naciones, el Reino Unido suele aparecer en los puestos veintitantos en consumo de licores y cerveza.

Para Stuart Elkington, el bienestar reencontrado no estaba exento de frustraciones. «Echaba de menos tomarme una cerveza.

Pero cuando trataba de encontrar una [sin alcohol] con buen gusto, no lo conseguía».

Así que en 2016 lanzó Dry Drinker, una empresa de venta en internet de cervezas, vinos, y licores sin alcohol o con muy poco alcohol. Su catálogo se fue ampliando y hoy cuenta con más de 100 productos, algunos británicos otros del resto de Europa.

«Cuando tienes hijos, una familia o una vida muy activa, no quieres perder tiempo con resacas. Para mí, se trataba de sacarle el mejor partido: saborear una cerveza, pero sin los aspectos negativos», aseguró.

Batalla feroz

En dos años, las ventas aumentaron rápidamente, coincidendo con la llegada al mercado de nuevos productos de mejor calidad ofreciendo «el gusto de alcohol sin el alcohol», explicó Elkington.

Una tendencia reforzada por la creciente popularidad de la campaña «Dry January» («Enero sobrio»), una iniciativa lanzada en 2013 que anima a los británicos a no beber durante un mes tras los excesos de las fiestas navideñas.

Las ventas de vino sin alcohol aumentaron un 8% entre 2015 y 2017 en el Reino Unido, según la consultora Kantar Worldpanel, y las de cerveza y sidra con menos de 1,2% de alcohol un 28%.

El motor de esta demanda «es la toma de conciencia» de los consumidores sobre los riesgos de excederse con el alcohol, explicó la sociedad de análisis económico BMI Research, afirmando que se trata de un fenómeno extendido por «los países desarrollados» en general.

La industria del alcohol y los supermercados se han volcado en esta tendencia comercialmente prometedora.

«En un mercado que se encoge, la batalla por mantener la cuota de mercado es inevitablemente más feroz», constató John Timothy, que dirige el lobby británico del alcohol, Portman Group. Los productores dedican «millones de libras» a las nuevas bebidas sin alcohol para mejorar su calidad, según él.

El mercado británico ha visto recientemente el lanzamiento de nuevas cervezas sin alcohol, una de ellas de la primera empresa cervecera mundial, la belgo-brasileña AB InBev, que prevé que en 2015 una quinta parte de sus ventas sea de cerveza sin alcohol.

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