Cuando el odio de género es condenado de manera ejemplar

Amancay Diana Sacayán fue asesinada en Octubre de 2015 por Gabriel David Marino con quien había mantenido una breve relación. El cuerpo fue hallado atado de pies y manos y presentaba 27 lesiones de las cuales 13 eran puñaladas. En el lugar encontraron elementos cortantes como una tijera, un cuchillo de cocina y un martillo. En el juicio se determinó también que había un sujeto más, que no fue identificado y que además le robaron 20.000 pesos, delito por el cual Marino fue absuelto.

Lo llamativo de este caso es que por primera vez en la historia se falló bajo la figura de “Travesticidio”, lo que implica un crimen de odio, ejecutado mediante violencia de género. En el juicio participaron de manera activa agrupaciones de diversidad y siempre se desarrolló con perspectiva de género.

Este crimen conmovió notablemente a toda la comunidad ya que Amancay Diana Sacayán fue una gran militante y dirigente trans que siempre estuvo  a la vanguardia de obtener leyes de identidad de género y el tan solicitado cupo laborar trans. En sus años de lucha logró ser líder de la asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y dirigente de Movimiento Antidiscriminación de Liberación (MAL).

Conclusión dialogó con la militante trans Jackeline Romero, presidenta y fundadora de Red Diversa Positiva y responsable política, por Santa Fe, de la corriente nacional Martín Fierro.

“Tengo sentimientos muy cruzados, una mezcla de sensaciones de alegría y tristeza por este fallo. Fue histórico, inclusive a nivel mundial, ya que el asesinato de Diana fue alevoso y saber que hoy los jueces entendieron que fue un crimen de odio es muy relevante. Esto a nosotras nos abre una puerta ante la justicia”.

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Hace poco también se sentenció a los asesinos de Vanesa Zabala en Reconquista, “allí fue homicidio agravado por alevosía pero no “travesticidio”, por eso lo de Diana es de vital importancia. Lo ocurrido nos marca un camino en la justicia, fue ejemplificador y de aquí en adelante  necesitamos que nuestras compañeras asesinadas tengan justicia y puedan descansar en paz”, dijo emocionada Jackeline.

“Es una condena irreversible y no tiene posibilidad de libertad condicional, por lo cual celebramos que un loco seguirá estando preso y ninguna de nosotras correrá riesgos de toparse con este psicópata”, enfatizó la militante.

Una sociedad que excluye, “sabemos que hay mucha gente que nos odia, pero lo que le hicieron a Diana fue tremendo, yo me imagino lo que debe haber sido para todos los compañeros, compañeras y compañeres que tuvieron que escuchar como sufrió nuestra compañera antes de morir”.

En contraposición con los derechos ganados como la identidad de género, el cupo trans, la media sanción de la ley de despenalización del aborto, se palpa una parte de la población que   se encierra en un conservadurismo que sólo implica más y más odio, “la media sanción hizo reaccionar a la gente de manera violenta, hay un sector de la sociedad que en su momento con la ley de identidad de género nos decía que éramos unas degeneradas, para qué la queríamos y que no teníamos derechos. Siempre anteponiendo la religión, en este caso sufrimos violencia cuando nos dicen que no podemos militar la ley porque no podemos parir o somos hombres vestidos de mujer. Yo no tengo dudas que esto de Diana va a generar rispideces y comentarios de odio”.

En cuanto a la actualidad que vive la comunidad trans la militante agregó, “sufrimos la falta de inclusión, no tenemos acceso al trabajo, a la salud y a la vivienda. Ese odio del que te hablo es el mismo que te topas cuando vas a buscar trabajo, imaginate cuando te agarra este tipo de sujetos  cuando trabajas en la noche. De hecho muchas compañeras son agredidas cotidianamente, lamentablemente no somos noticia pero sucede. Vivimos aterradas por las situaciones de violencia  a las que estamos expuestas”, concluyó Romero.

La justicia y las leyes avanzan desarticulando viejos mandatos y preconceptos, el problema radica en que gran parte de la sociedad decide no ser empática y volcarse en el camino del odio y el prejuicio. Ayer fue un día histórico que sentará un precedente y servirá para muchas trans que sólo pretenden ser libres y vivir en paz.