Miguel Lifschitz vislumbra un escenario de «polarización»
El candidato a gobernador por el Frente Progresista afirmó que le llevó tiempo instalarse en la sociedad santafesina pero "creceremos". Apuesta a que se repita lo que ocurrió hace cuatro años.
- Política
- Abr 20, 2015
El candidato a gobernador de Santa Fe por el Frente Progresista, Cívico y Social, Miguel Lifschitz, aseguró hoy que el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) que tuvieron lugar ayer en la provincia los coloca en un escenario de «absoluta polarización» frente a las elecciones definitivas que tendrán lugar el 14 de junio.
Lifschitz afirmó hoy que el escenario político que surge de las elecciones primarias provinciales «es parecido» al de 2011.
«El escenario es parecido al del 2011», enfatizó Lifschitz, quien recordó que en los últimos comicios para gobernador, que consagraron a Antonio Bonfatti, el actual oficialismo provincial se impuso por escaso margen al PRO.
En declaraciones a medios radiales de la ciudad, esta mañana, el líder socialista destacó que «tendremos que hacer una lectura de estas elecciones Primarias en donde muchos votantes que antes nos seguían, hoy optaron por otras opciones, pero también, deberemos plantearnos que proyecto de provincia queremos».
«Tenemos que replantearnos el tema de la inseguridad, creo que los que me conocen saben que soy un tipo honesto y auténtico. Haremos junto a la intendenta y el gobernador una lectura de los que no nos votaron y corregiremos mucho de lo que nos falta por hacer», agregó Lifschitz.
El postulante socialista aseguró que «hubo un respaldo al gobernador Bonfatti» y que le llevó «tiempo» instalarse como candidato.
«La diferencia de votos entre el PRO (Miguel Del Sel) y el Frente Progresista fue de 0,4 por ciento, prácticamente un empate, lo que nos posiciona en un escenario de absoluta polarización frente al 14 de junio. Por eso, tenemos que consolidar nuestra posición y salir a la búsqueda de los votos necesarios para ganar», dijo Lifschitz esta mañana.
El candidato que se impuso en la interna del Frente Progresista estimó, además, que los votos que ayer fueron al radical Mario Barletta (el vencido) «van a permanecer en su gran mayoría» en su espacio político, por lo que será necesario «ir por el 40 por ciento que ha elegido otras opciones, que ya no son competitivas».
«Vamos a ir por ese caudal de votos, buscando estirar una diferencia a favor nuestro, en un escenario parecido al de 2011, en el que Agustín Rossi (Frente para la Victoria) sacó la misma cantidad de votos que (Omar) Perotti (FpV), y también hubo paridad entre el Frente y el PRO, que se definió en tres puntos a favor para el lado de (Antonio) Bonfatti (actual gobernador de Santa Fe)», dijo Lifstchitz.
El candidato socialista se refirió a los puntos más sensibles del actual gobierno, entre los que inscribió los temas de «infraestructura y rutas, seguridad, y generación de empleo», y dijo que «son los principales desafíos que tiene la provincia por delante» y que serán «los principales debates de campaña» de cara a los comicios provinciales del 14 de junio.
En cuanto a la inseguridad, el candidato dejó claro su punto de vista respecto a que «ha quedado en evidencia que el problema no es exclusivo de Santa Fe», sino que «se está frente a un tema nacional».
Ayer, en una reñida elección, el candidato a gobernador del PRO, Miguel Del Sel, se consagró como el postulante más votado, mientras que el socialista Miguel Lifschitz se impuso en la interna del oficialista del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS).
Con el 100 por ciento de las mesas escrutadas, el PRO obtuvo el 32,2 por ciento de los votos, en tanto que el Frente Progresista logró el 31,8 y el kirchnerista Omar Perotti el 21,8 por ciento.
Al respecto, Lifschitz consideró que «el 32% de Miguel Del Sel puede ser voto bronca o anti-política» y evaluó que «hay una amplio sector polarizado que va a tomar partido por nuestra posición».
«Tenemos una buena base para las elecciones definitivas», señaló el postulante socialista, quien dijo que va a hacer énfasis en la «experiencia» de gestión de su fuerza política.