Espías y amenazas nucleares al servicio del público
Tom Cruise volvió nuevamente a Misión Imposible: Repercusión, en la que deberá detener a un viejo villano, usando más la inteligencia que los trucos.
Una misión más para Tom Cruise que dejará mucha adrenalina en el público. Misión Imposible: Repercusión retoma la saga que planteó J.J. Abrams en 2006.
Hunt es perseguido por el gobierno luego de haber fallado una misión para recuperar plutonio. Es ahí donde se centra la acción y entran en el juego viejas y nuevas caras que serán fundamental en la trama.
El director Christopher McQuarrie sabe como manejar la acción y al propio Cruise en las excelentes escenas en las que involucra peleas y persecuciones.
Lo mejor que tiene la película es la acción, pero me refiero a la intensidad de cómo se resuelven los problemas. Se usa más la cabeza que los puños, cosa que sólo se vio en la primera entrega dirigida por Brian De Palma.
En cuanto a los personajes, sigue siendo inquietante la presencia de Solomon Lane (Sean Harris) ese villano tan odioso, como interesante. La novedad es la llegada de Henry Cavill (El Hombre de Acero y Liga de la Justicia) que interpreta al misterioso August Walker.
A fin de cuentas Misión Imposible: Repercusión es una de las más interesantes entregas de la saga y en la que está combinación justa entre la acción pura y la inteligencia.
Calificación: Buena.