Se entregó el primer carnet de identificación a un perro de asistencia
Una niña de 9 años con discapacidad motriz recibió la identificación que habilitará a su perra Paz a ingresar con ella a lugares de acceso público, según reglamenta desde 2008 la ordenanza 8280.
- Ciudad
- Ago 26, 2018
El pasado viernes, la intendenta Mónica Fein hizo entrega del primer carnet de identificación de un perro de asistencia para una persona con discapacidad motriz. Brisa es una rosarina de 9 años y padece atrofia muscular espinal y está acompañada por Paz, una perra labradora que a partir de ahora cuenta con la identificación que le permitirá ingresar sin restricciones a todos los espacios donde concurra su dueña.
“Genera mucha emoción ver cómo una niña como Brisa, que tiene una discapacidad motriz, se puede unir con Paz y generar así una mejor integración. Este tiene que ser un ejemplo para todos los ciudadanos, para que sepan que Brisa y Paz son una sola y que pueden entrar a cualquier lugar y desarrollar una vida en común”, expresó la intendenta, destacando el valor de contar con un carnet que oficialice una tarea tan importante como la de Paz.
Desde la Dirección de Discapacidad de la Municipalidad de Rosario, destacaron la necesidad de dar de visibilizar al caso de Paz y Brisa para que la ciudadanía comprenda la importancia de los perros de asistencia y cómo convivir con ellos con respeto y conciencia. Paz no es una mascota, sino que es un apoyo para Brisa como lo es su silla de ruedas.
“El reconocimiento a Paz es notar la discapacidad de mi hija y de muchos otros chicos. Es una forma clara de que la gente y la sociedad se dé cuenta que de que existen perros de asistencia y que sepa que dejarlos ingresar a los lugares es una forma de integrar a las personas con discapacidad”, afirmó Sebastián Vanzini, el papá de Brisa.
Paz fue asignada a Brisa desde el programa Huellas de Esperanza, dependiente del Servicio Penitenciario Federal. Tras algunas instancias de adaptación a lo largo del año, la perra convive con la familia Vanzini de forma definitiva desde mitad de julio.
La propia Brisa contó cómo fue el proceso por el cual Paz llegó a su familia: “Una amiga de mi mamá nos contó del programa. Nos contactamos, nos fuimos reuniendo y conocimos a Paz. Empezamos a ir a verla, a los entrenamientos”.
En el plan Huellas de Esperanza, reclusas del Centro Federal de Detención de Mujeres (Unidad 31 de Ezeiza), crían a cachorros desde los 45 días para que luego, junto a una instructora, los perros puedan ser entrenados y destinados a ayudar a distintas personas con discapacidades motrices. De no mediar inconvenientes y tras algunos días de convivencia, es entregado a su dueño en forma gratuita.
Este tipo de perros están especialmente entrenados para abrir y cerrar puertas, cajones y heladeras, alcanzar y levantar objetos del suelo y prender y apagar luces e interruptores, entre otras cosas. Estas son algunas de las 30 órdenes que Paz recibe de Brisa, asistiéndola así en su vida cotidiana.
“Brisa depende de toda la gente que la asiste, porque no tiene libertad de movilidad. Hoy con Paz tiene otra independencia y seguridad. La ayuda a vestirse, a sacarse el buzo, los guantes. Una característica de esta patología es la debilidad muscular así es muy común que se caigan cosas al piso, y Paz lo resuelve. La verdad que a Brisa le cambió mucho la vida”, contó el papá, Sebastián.
“Me trae cosas, me abre puertas, cajones. Me ayuda mucho. Ahora yo no le pido a mi familia que traiga cosas, sino que me las trae Paz”, afirmó Brisa, quien también asiste a su clases de inglés y catequesis acompañada de Paz. La familia se encuentra en tratativas con el colegio para que la perra pueda ingresar junto a su pequeña dueña.
La ordenanza municipal 8280 del 2008 (y su modificatoria 9289/2014) dio luz verde a la utilización de los perros de asistencia en cualquier ámbito de la ciudad, en tanto que establece por objeto garantizar el derecho al acceso, circulación y permanencia de las personas con discapacidad usuarias de «perros de asistencia» a cualquier lugar público, de atención al público, a lugares privados de acceso público y a todos los transportes públicos de pasajeros en el ámbito de la ciudad de Rosario
Cómo actuar ante un perro de asistencia
En el caso que alguien vea a Paz y quiera acariciarla, debe consultar antes con Brisa para poder hacerlo. Con la orden ‘saludá’, la perra tiene el permiso para acercarse a quien tiene enfrente. Así, Brisa tiene tiempo para prepararse, agarrar fuerte la correa, darle un poco de ella o hasta soltarla.
Además, se debe garantizar el acceso de ambas a los espacios que la normativa garantiza.
Nuevos inscriptos
En el caso de que otras personas quieran registrar animales adiestrados para estos fines y obtener un carnet como el de Paz, debe tener en cuenta las consideraciones que plantea la ordenanza correspondiente. Para ser considerado «Perro de asistencia», deberá inscribirse al mismo en un registro abierto para tal fin en el Imusa (Instituto Municipal de Salud Animal) presentando la siguiente documentación:
- La acreditación de que el perro ha adquirido las aptitudes de adiestramiento precisas llevar a cabo las funciones de acompañamiento, conducción y auxilio de las personas con discapacidad.
- La acreditación del cumplimiento de las condiciones higiénico-sanitarias establecidas.
- La identificación de la persona usuaria del perro guía.
- Certificado sanitario del can.
Asimismo la ordenanza distingue dentro de los perros de asistencia las siguientes categorías:
- Perros guía: entrenados para asistir a personas con discapacidad visual.
- Perros señal: entrenados para asistir a personas sordas.
- Perros de servicio: entrenados para asistir a personas con discapacidad física.
- Perros escuderos: entrenados para asistir personas con autismo.
- Perros de alerta médica: entrenados para asistir personas con diabetes o epilepsia.