Cada vez menos gente visita los cementerios
Sólo con pasar por las puertas de las necrópolis municipales se puede deducir que ya no son tantos los deudos que los visitan como años atrás. Conclusión visitó lugares emblemáticos de la ciudad.
- Ciudad
- May 22, 2015
Por Marcelo Rodriguez
Todos aquellos que ya tienen cuatro décadas o más, pueden recordar que cuando eran niños la visita a la tumba de los seres queridos formaba parte de las cuestiones pensadas para los fines de semana.
En aquellos tiempos, al llegar a las inmediaciones de cualquiera de los cementerios, se podía percibir el aroma a flores que inundaba el aire y eso se debía a la cantidad de puestos de venta instalados en todo el perímetro de aquellos lugares.
En cambio, hoy se puede apreciar a simple vista que las puertas de los cementerios municipales se encuentran casi desiertas. En el Salvador, por ejemplo, hay un puesto de venta de flores, solitario sobre calle Ovidio Lagos, que abre unas pocas horas al día. También la zona de estacionamientos está casi siempre libre de vehículos, marcando indudablemente un cambio de costumbres.
Conclusión recorrió el cementerio El Salvador y observó el deterioro de las paredes que se encuentran fuertemente afectadas por la humedad y denotan que hace un largo tiempo no reciben pintura.
Pese a ello, al ingresar, la gente se encuentra con un grupo de empleados que desarrollan muy bien su labor y brindan una buena atención.
Para conocer detalles y la opinión de las autoridades del lugar, Conclusión dialogó con el director general de Cementerios, Edgardo Pereyra, como también con el subdirector, Marcelo Alonso, quienes son los responsables de La Piedad y El Salvador, además del Crematorio, respectivamente.
Al ser consultado sobre la menor concurrencia de gente a los cementerios, Pereyra contesto: “Sí, efectivamente hay menos concurrencia de público en general, a pesar que los domingos sigue siendo el día de más movimiento”.
Al consultarles sobre los factores que creen pueden impulsar este comportamiento, ambos contestaron que “son varios los motivos, pero uno de ellos tiene que ver con la decisión de muchas familiar de cremar a sus difuntos, esto se viene manifestando desde hace unos diez años y cada vez más”, expresó Pereyra.
Sobre esto es importante recordar que en el año 1963, la Iglesia Católica levantó la prohibición que impedía a sus fieles optar por la cremación. El canon 1176 del Código de Derecho Canónico establece: «La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohíbe la cremación, a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina Cristiana».
Otro de los aspectos motivo de la charla fue el tema inseguridad, de la cual los cementerios no son ajenos. Alonso señaló que por los reiterados hechos de inseguridad tuvieron que tomar mayores medidas de prevención.
“La colocación de rejas, el levantamiento de muros perimetrales, la colocación de cámaras de seguridad, el refuerzo de personal policial y más seguridad privada, son medidas que tuvimos que tomar por los robos, tanto a las instalaciones del cementerio como a los visitantes”, explicó.
La Piedad, cuya superficie cubre 24 hectáreas, cuenta con tres agentes de la policía provincial que cubren las entradas y el perímetro, garitas con personal de seguridad privada que controlan el ingreso, y en el caso de vehículos, éstos están obligados a registrarlos a la entrada y salida.
Para el caso de El Salvador, donde la superficie cubre 10 hectáreas, la presencia policial se reduce a dos efectivos, mientras que la seguridad privada cubre los ingresos.
Otro tema fue saber si los propietarios de nichos y panteones están al día con el pago de lo que les corresponde en calidad de tales.
“Solo el treinta por ciento de los titulares tienen sus pagos al día”, afirmó Pereyra, quien se lamentó que “el resto sólo se acuerda cuando alguien de su entorno fallece. Allí es donde nuestras oficinas de administración brindan la información necesaria para que los usuarios puedan regularizar sus deudas y realizar los trámites de sepultura. También aquí se hace todo lo referente a sucesiones, cambios de titularidad etcétera”, agregó.
Tanto El Salvador como La Piedad dependen de la Municipalidad de Rosario y responden a la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente. El sector de crematorio, si bien tiene un director asignado aparte, se encuentra dentro del predio de La Piedad bajo la misma condición.
Una gran parte de las instalaciones de El Salvador son sinónimo de imponentes estatuas y monumentos, obras maestras de la arquitectura y del arte, que se pueden apreciar a continuación.