¿Cómo está respondiendo el mercado cambiario?
El mercado cambiario refleja la profunda desconfianza que tienen los agentes respecto a la sostenibilidad del tipo de cambio y la solvencia de la economía.
- Economía
- Dic 1, 2018
Con un tipo de cambio duplicado, tasas de interés de referencia cercanas al 70% y en medio de un proceso recesivo que vino para quedarse, los últimos datos de octubre del Balance Cambiario del Banco Central generaron gran expectativa. Se esperaba ver el impacto de las últimas medidas del Banco Central sobre el Mercado Único y Libre de Cambios y la reacción de los agentes económicos.
Los resultados del Balance Cambiario del BCRA arrojaron que la formación de activos externos (FAE) del Sector Privado no financiero ascendió a USD 1.163 millones en el mes de octubre y acumuló USD 25.959 en los diez primeros meses del año. El dato mensual implicó una caída del 40% con respecto a igual mes de 2017 (USD 487 millones menos) y una suba del 48% con respecto al acumulado anual de los diez primeros meses de 2017.
Al desagregar los USD 1.163 millones en concepto de FAE, se observó que USD 475 millones corresponden a la compra neta de billetes (es decir, atesoramiento por parte de residentes) y USD 689 millones a inversiones de residentes en el exterior. Si se analiza en detalle la adquisición neta de billetes, se observa que tal partida se redujo un 64% con respecto a igual mes del año anterior (USD 837 millones menos).
En octubre, las compras brutas de billetes por parte de residentes alcanzaron los USD 2.433 millones, lo que implicó una caída de USD 400 millones respecto a septiembre. Si bien el volumen operado disminuyó con respecto al mes anterior, se produjo un aumento en la cantidad de clientes que compraron (20.000 aproximadamente). Se destaca que el 98% de los compradores realizaron operaciones por hasta USD 10.000, acumulando el 41% de las compras de billetes.
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Asimismo, aumentaron las operaciones por montos de hasta USD 10.000 y bajaron las de más de USD 5 millones en el mismo mes. Esto puede ser entendido como una respuesta positiva de los grandes operadores a las altas tasas de intereses que ofrecían las inversiones en pesos, pero por otro lado, como la persistencia de la desconfianza de los pequeños compradores se siguen inclinando al dólar ante un panorama de incertidumbre cambiaria.
Por su parte, las ventas de billetes alcanzaron los USD 1.958 millones, monto que representó una suba de USD 400 millones aproximadamente con respecto a septiembre. También, aumentaron en cerca de 50.000 el número de clientes que vendieron dólares. Específicamente, en octubre, los operadores con ventas superiores a USD 2 millones, concentraron 4 puntos porcentuales más que el mes previo. Del total de clientes que vendieron divisas, aumentó la cantidad de clientes que operaron por encima de los USD 2 mil y disminuyeron los que vendieron por hasta USD 10 mil.
En síntesis, en las operaciones de compra de dólares de octubre, aumentó la cantidad de clientes que adquirieron divisas por montos bajos, y bajó la cantidad de aquellos que lo hicieron por montos considerables. Lo contrario ocurrió en las ventas.
Esto puede entenderse de la siguiente manera: en un contexto de altas tasas de interés en moneda nacional que paga el Banco Central sólo a las entidades bancarias, los grandes operadores de dólares se volcaron a las inversiones en pesos para sumarse al carry trade, mientras que aquellos residentes que manejan menores montos, que no alcances esos rendimientos, siguen volcándose a la moneda extranjera. Vale asimismo considerar que las ventas de dólares también están motivadas por la iliquidez que reina en el mercado doméstico y por las oportunidades de negocios que se generan en pesos, inmediatamente después de una brusca devaluación.
Sea por elevadas (muy elevadas) tasas de interés, como por una demanda persistente de dólares por parte de minoristas que no pueden acceder a las mismas, el mercado cambiario refleja la profunda desconfianza que tienen los agentes respecto a la sostenibilidad del tipo de cambio y la solvencia de la economía. Ambos segmentos de compradores siguen descontando un mayor riesgo cambiario, lo que anticipa más nubarrones para esta nueva fase de la “turbulencia cambiaria”.