MARTES, 26 DE NOV

Tostadas francesas

Originalmente se hacían para aprovechar el pan duro de días anteriores, este plato es para disfrutar en un desayuno especial.

Por Hernán Cabrera

La primera referencia conocida de la tostada francesa está en la obra de Apicio. Él compiló una colección de recetas latinas que data de los siglos IV o V. El recetario menciona que debe sumergirse en leche, no en huevo, y no le da un nombre especial. Se limita a llamarla aliet dulcia (otro plato dulce).
El plato fue conocido ampliamente en la Europa medieval bajo los nombres de suppe dorate, soupys yn dorye, tostées dorées y payn purdyeu. Martino da Como escribió una receta. La tostada francesa era servida a menudo con aves de caza y otras carnes. La palabra soup o suppe en los nombres citados se refiere a que ha sido sumergida en un líquido, una «sopa».
El nombre habitual en francés es pain perdu (pan perdido), en referencia al pan duro usado para prepararla. También se le ha llamado pain doré (pan dorado).​ El término pain perdu puede ser una metáfora en referencia a la consecuencia de sumergirlo.
Un recetario alemán del siglo XIV usa la denominación arme ritter (caballero pobre), un nombre usado en inglés como poor knight y en las lenguas nórdicas. También en el siglo XIV Taillevent presentó una receta para las tostées dorées.

Ingredientes:

  • 2 o 3 rebanadas gruesas de pan duro pero con miga
  • 2 huevos
  • 1 vaso de leche
  • 4 cucharadas de azúcar
  • Manteca
  • Canela o esencia de vainilla

Preparación:

Cortar el pan en rebanadas más o menos gruesas (3-4 centímetros) y reservar. En una fuente batir los huevos e incorporar la leche, el azúcar y la canela. Batir bien y verter en una bandeja honda, donde se colocan las rebanadas de pan para que se empapen bien de la mezcla, dándoles la vuelta de vez en cuando hasta que hayan absorbido todo el líquido.
Por último, en una sartén grande, derretir un poco de manteca y colocamos las rebanadas por ambos lados. Si vemos que nos quedamos sin manteca, podemos ir añadiendo un poco a cada nueva rebanada. No usar un fuego demasiado fuerte o se quemará la manteca, y no queremos eso.
Una vez fritas, dejamos que las tostadas reposen un poco en un plato con papel de cocina, para retirar el exceso de aceite, luego espolvoreamos un poco de azúcar y canela y ya podemos disfrutar de estas deliciosas tostadas francesas, porque tibias están realmente espectaculares.

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