La campaña santafesina puso un pie en tribunales

Por David Narciso

La campaña electoral en la provincia puso un pie en la Justicia a poco de iniciarse. Fue el candidato a gobernador por el oficialista Frente Progresista, Antonio Bonfatti, quien esta semana hizo dos presentaciones ante el fiscal general de la provincia Jorge Baclini denunciando “una campaña sucia” en su contra y de su partido para presentarlo como un candidato con vínculo con miembros del narcotráfico. Apunta a una serie de perfiles web y a la página del autodenominado sindicato policial Apropol. La segunda presentación busca que Facebook baje esas publicaciones e informe nombres y apellidos de quienes financian las publicaciones a través, por ejemplo, de la red Audience Networks. La investigación quedó a cargo del fiscal Marías Ocariz de la Unidad de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación de Rosario.

Las presentaciones son secuela de la foto en la que Bonfatti aparece con Lorena Verdún, ex mujer de uno de los líderes de la banda de Los Monos, tomada la noche del 3 de marzo pasado en los carnavales del parque Scalabrini Ortiz. Bonfatti, y oficialmente el Partido Socialista, informó que fue una de las tantas fotos con asistentes al carnaval que hizo esa noche y que no sabía que se trataba de una persona vinculada a la familia Cantero.

Eso mismo explica en la denuncia y agrega: “A las pocas horas de haber sido tomada, esa foto comenzó a circular en las redes sociales desde cuentas y perfiles en su mayoría presuntamente falsos, lo cual evidencia una clara maniobra con la intencionalidad política de desprestigiarme como candidato a gobernador, pero también de imponer ideas propias y combatir las mías y de mi partido político infundiendo temor al presentarme también falsamente como alguien con relación con integrantes de bandas de narcotraficantes”.

El ex gobernador afirma que “se trata de operaciones con clara intencionalidad de mancillarme y amedrentar a la población” y pide una investigación que “establezca la posible existencia de delitos de acción pública que conduzca a una oportuna determinación de los responsables de su organización, planificación y ejecución”.

Si bien el encuadre jurídico corresponde a la fiscalía, el escrito sugiere un “atentado al orden público previsto en el art. 213 bis del Código Penal”.

La denuncia apunta contra la página apropol.com.ar. Apropol (Asociación Profesional de Policías, aunque jamás fue reconocida como organización sindical) “primero publicó la foto y con posterioridad un audio” de una supuesta conversación telefónica en la que Verdún le cuenta a una amiga que Bonfatti se le acercó a saludarla y que incluso le dijo que estaba a su disposición para lo que necesitara. Incluso afirma que se reunía con su ex marido, el Pájaro Cantero. “En ese audio se da un sentido completamente tergiversado a la foto”, se afirma en la denuncia del candidato.

También señala que “ese audio tendría su origen en un tweet de la cuenta a nombre de Susana Stewart Altamirano, @SuStewartAlta, que rezaba: “Ya me conocen soy investigadora y al que le joda se jode. Subí la foto de Bonfatti y Lorena Verdun. Se las robaron todos. Pero el audio de Verdum explicando la foto y otras cositas la tengo yo”.

En tercer lugar apunta a una página de facebook denominada “En el nombre de la Rosa”. Lo llamativo de esta página es que fue creada horas después de la publicación de la foto y se cree que para distribuir ese contenido publicitando en Facebook, Instagram y la red de Audience Networks que hace que aparezca en medios tradicionales como por ejemplo el diario deportivo Olé, donde se mostraba como publicidad previa a videos de un partido de Rosario Central. Durante toda la semana a partir de su creación el 4 de marzo, contenido publicitado de esta página apareció en las ubicaciones que ofrece la plataforma publicitaria de Facebook.

Un dato que no pasó desapercibido para los especialistas informáticos de la campaña del oficialismo es que en el algoritmo de Facebook aparece como primera página vinculada a “En el nombre de la rosa” la de Apropol Santa Fe.

“Es evidente que detrás de la foto y el audio referidos habría una agrupación de personas… –dice la denuncia–. Desconozco quiénes son… pero sí estoy convencido que pretenden atemorizar a la población creando un falso vínculo entre mi persona y las bandas de narcotráfico para imponer sus ideas… y también modificar las de la población en favor de las de aquella agrupación o de terceros”.

Nombres por favor

La segunda presentación busca que la Justicia ordene a Facebook Argentina “el cese de la distribución de los anuncios con contenidos difamatorios que la página “En el nombre la rosa” hace a través de esa plataforma y se publicita en todas las ubicaciones que la empresa brinda a sus clientes, incluyendo la propia red social Facebook, Instagram, y medios de noticias a través de su Audience Network”.

Con la presentación, los asistentes jurídicos del ex gobernador adjuntaron capturas de pantalla “probatorias de la publicidad, y el nivel de actividad del post, que evidencia la inversión publicitaria en esta maniobra, ya que es imposible que con los 200 seguidores de una página recién creada con el único fin de desprestigiarme, se hubiera alcanzado esa cantidad de reacciones y comentarios sin publicidad paga”.

Las formas, el encadenamiento de hechos (no es creíble que un candidato en campaña busque sacarse fotos con miembros de una familia narco para perjudicarse a sí mismo), los perfiles de redes sociales usados son elocuentes en cuanto a que se trató de una maniobra planificada previamente que comenzó cuando Verdún sorprendió a Bonfatti en el carnaval y se sacaron la foto. Un dato que preocupa al entorno del candidato es que su visita al carnaval no había sido publicitada.

Verdún

Ex pareja de Claudio Pájaro Cantero, líder de Los Monos asesinado en mayo de 2013, Lorena Verdún fue mencionada en los medios la última semana por sus contactos con Marcelo D’Alessio, el falso abogado procesado y detenido en el marco de una causa por extorsión que tiene como imputado al fiscal federal Carlos Stornelli y que provocó un terremoto político a nivel nacional.

Radio Dos reveló en los últimos días comunicaciones de D’Alessio con Verdún. El falso abogado buscaba llegar a Monchi Cantero (condenado como líder de Los Monos), ofrecía realizar cámaras ocultas para desprestigiar al gobierno provincial y, según el juez, en los allanamientos a su casa se hallaron diversos materiales, entre ellos una carpeta titulada “Narcotráfico Rosario”.

En el oficialismo santafesino creen que estas revelaciones permiten atar cabos con maniobras como la foto que le arrancaron en el carnaval a Bonfatti y su posterior campaña de difusión en perfiles y páginas de internet acusando vínculos con narcotraficantes.

Verdún ya planificó otro escándalo con gran repercusión pública la noche de la presentación del libro “Los Monos” a cargo de los autores, que debió suspenderse.

Fake news y campañas sucias

Fake news (noticias falsas) y campañas sucias están en el centro del debate político en gran parte del mundo. La explosión digital, el auge de las redes sociales y el cibermarketing electoral las convirtió en un arma poderosa a la hora de difundir pero también de descalificar, dañar a adversarios e influir sobre los votantes.

Las legislaciones que regulaban la publicidad electoral fueron sobrepasadas por estas nuevas modalidades y sobran ejemplos en los últimos años de escándalos y sospechas por la manipulación de redes. El caso más notorio quizás sea las sospechas de que Rusia influyó para que ganara Donald Trump en Estados Unidos.

Países como la misma Rusia, Francia entre muchos otros están debatiendo legislaciones sobre fake news, campañas sucias, publicidad digital. La complejidad aparece a la hora de plasmar leyes que eviten los abusos y las maniobras sucias sin afectar la libertad de expresión, que a la vez es en lo que se escudan compañías como Twitter o Facebook para no hacer más de lo que hacen, salvo orden judicial, con respecto a perfiles falsos o vinculados a trolls informáticos. En el Congreso argentino hay varios proyectos para penar la suplantación de identidad en las redes sociales, entre otras maniobras.

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