Crítica situación y peligro de cierre de centros de diálisis de todo el país

Una preocupante situación financiera atraviesan los centros de diálisis privados de distintos puntos del país. Así lo denunció la Confederación de Asociaciones de Diálisis de le República Argentina (Cadra), desde donde informaron que la mayoría se ha visto obligada a endeudarse y realizar procedimientos de emergencia y, en muchos casos, se han visto en situaciones límites para poder continuar brindando las prestaciones que utilizan más de 30.000 pacientes en 300 centros en todo el territorio nacional.

«El mayor problema que tenemos es que los financiadores – Pami, Incluir Salud y obras sociales provinciales- no actualizaron los valores de retribución siguiendo la evolución del dólar y la inflación y eso nos creó un desfasaje muy difícil de sostener, por cuanto la mayoría de nuestros insumos son en moneda norteamericana, y los sueldos se ajustaron con la inflación de la misma forma”, explicó Darío Zapata, titular de Cadra. 

Zapata especificó que mientras el valor de la saeción se incrementó el 32% durante 2018, el dolar superó el 120%. Eso implica, por ejemplo, que un catéter que cuesta 207,06 dólares, por lo cual hace un año se pagaba $4244,73 y actualmente, el mismo catéter cuesta $9267,28.

Además, Zapata agregó: “Tenemos una prestación de alta complejidad con una gran cantidad de material importado, además de los incrementos salariales y el aumento de los medicamentos y los servicios (Gas, Luz, Agua, Residuos Patógenos), que suman monto que, en la mayoría de los casos, no se pueden afrontar, destacando asimismo la imposibilidad actual de renovación y mantenimiento de los equipos de diálisis y tratamiento de agua, no fabricados en el país”.

Otro de los puntos señalados por el titular de Cadra es el servicio de traslado de los pacientes . «Las obras sociales han transferido la responsabilidad a los centros de diálisis, y esa es una prestación totalmente ajena al servicio médico que, además, se hace insostenible debido al incremento de más del 75% de los combustibles».

“Es imposible interrumpir la prestación sin poner en riesgo la vida del paciente”, remarcó Zapata.

Finalmente, admitió que de no encontrar una resolución favorable por parte de los financiadores, existe la posibilidad cierta del cierre de los centros de diálisis debido a la insolvencia y asfixia financiera que sufren.