El FMI estima que el PBI de la Argentina caerá 1,3% este año
De esta manera, el organismo empeoró el pronóstico que había elaborado en abril de este año, cuando vaticinó una caída del 1,2%.
- Economía
- Jul 23, 2019
El FMI ajustó a la baja su pronóstico sobre el comportamiento de la economía argentina durante este año y estimó que el PBI del país caerá 1,3%.
En abril último, el organismo internacional había vaticinado que el PBI caería 1,2%.
Para 2020, el Fondo Monetario prevé que la Argentina se recupere y crezca 1,1%, pero unos meses antes había estimado una mejora de 2,2%.
«La economía de Argentina se contrajo en el primer trimestre del año, aunque a un ritmo más lento que en 2018», evaluó el FMI, al presentar la última actualización del informe «Perspectivas de la Economía Mundial».
A nivel latinoamericano, el Fondo señaló que en el inicio de 2019 la actividad se «desaceleró notablemente» en varias economías de la región, a raíz de «factores idiosincrásicos».
El caso más preocupante es el de Venezuela, cuyo PBI caerá 35% este año, según el organismo crediticio.
Para toda la región, el nuevo informe aguarda un crecimiento de 0,6% (0,8 puntos porcentuales menos que en abril) y un repunte a 2,3% en 2020.
Las previsiones de crecimiento para 2019 en las dos economías más poderosas de América Latina reflejan un 0,8% para Brasil y 0,9% para México, por debajo de las previsiones de abril último.
«La considerable revisión a la baja para 2019 refleja las rebajas de las calificaciones crediticias de Brasil y México», indicó el Fondo.
Y con relación al Brasil, sostuvo que «el ánimo se ha deteriorado notablemente, dada la persistente incertidumbre acerca de la aprobación de la reforma de las pensiones y otras reformas estructurales».
El empeoramiento del panorama de la región se encuadra en una reducción de las previsiones para el crecimiento mundial, con una rebaja de 0,1% para 2019 y 2020, que marcan una expansión de 3,2% y 3,5%, respectivamente.
Para el organismo, un menor crecimiento mundial es resultado de «un agravamiento de la tensión en grandes mercados emergentes que actualmente están inmersos en difíciles procesos de ajuste macroeconómico (como Argentina y Turquía)».