«¡Qué lo parió!», ya pasaron 8 años querido Fontanarrosa
No es casual que el escritor y humorista rosarino se haya ido en el mes que se festeja el Día del Amigo. Allegados cuentan sus historias y lo recuerdan en Conclusión.
- Ciudad
- Jul 19, 2015
Por Marcelo Rodriguez
Sus propias palabras no lo podían definir mejor: “Puto el que lee esto. Nunca encontré una frase mejor para comenzar un relato”, diría el genial Roberto Fontanarrosa.
“De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: Me cagué de risa con tu libro”.
Roberto “Negro” Fontanarrosa, emblema rosarino a la amistad y a las costumbres argentinas, llegó al mundo un 26 de noviembre de 1944 y partió el 19 de julio de 2007. Lleno de virtudes, imaginación y una capacidad increíble para plasmar en papel relatos de la vida cotidiana que cautivaron y apasionaron a quien lo leyó.
El mayor legado que dejó el Negro fue el sentido de la amistad y por ello Conclusión entrevistó a sus amigos y gente que trabajó con él, entendiendo esto como el “mejor homenaje a la amistad”.
Rafel Ielpi
Ielpi y el “Negro” se conocieron en el año 1969 y trabajaron juntos en la revista “Boom”.
El prestigioso periodista, escritor y poeta, amigo personal y compañero de trabajo de Roberto Fontanarrosa, dialogó con Conclusión y habló sobre los libros del “Negro”: “Una de las grandes virtudes que tiene la narrativa del negro es la utilización del lenguaje, es decir el manejo del habla coloquial de los argentinos y en algunos casos de los rosarinos tiene una impronta que atraviesa casi todos sus cuentos y novelas”, comentó.
Ielpi, actual director del Centro Cultural “Roberto Fontanarrosa”, destacó “la capacidad de captación de la realidad circundante” en los cuentos que hacía. “Siempre situaba sus historias en lugares emblemáticos, en bares en las canchas de fútbol. Su lectura tiene la particularidad de atravesar todas las capas sociales”, expresó su compañero de trabajo en la revista Boom.
Ielpi resaltó al libro ‘El mundo vive equivocado’, como una de las obras emblemáticas de las cualidades que destacó de Fontanarrosa.
Su amigo lo recordó con melancolía y finalizó diciendo que “la partida del Negro fue una perdida personal enorme y mayor para la literatura argentina”.
Ricardo Centurión
Conclusión estuvo en la famosa “mesa de los galanes” del bar El Cairo, y en un mano a mano con Ricardo Centurión –músico y uno de sus integrantes- se pudo captar la más pura esencia de la apasionante historia de la vida de Fontanarrosa.
“En la mesa al Negro se lo nombra como cuando estaba vivo, como cuando estaba de viaje”, expresó Centurión mientras recuerda a su amigo. “Cada uno de los integrantes de la mesa llevó el duelo y dolor por la partida del Negro a su manera y como pudo, pero nunca instalamos la partida del Negro como tema de conversación”, comentó.
“Siempre sigue estando, la mesa sigue dando las anécdotas cotidianas de las que él se nutría para hacer los cuentos” y siguió comentando que “la mesa de los galanes era una ironía de él. Tomaba cosas simples que si yo las cuento no son más que pavadas, pero el Negro tenía la magia necesaria para inmortalizarlas en sus historias y cuentos que tanto hacen reír a la gente”, manifestó el amigo de Roberto.
Centurión contó que la «mesa de los galanes» tuvo siempre un promedio de cinco a seis integrantes permanentes, pero la sola presencia de Fontanarrosa entre ellos fue lo que la inmortalizó. “Desde esta mesa el Negro tomó historias y estupideces que nosotros decíamos y las convirtió en historias y hasta en una obra de teatro”, comentó a Conclusión.
“El Negro se divertía mucho con nosotros y nosotros con él, nos cargábamos, nos preparábamos bromas, los chistes nunca faltaban, conociéndonos ya sabíamos cómo molestar a cada uno. Fuimos un grupo de amigos como tantos, con el Gordo, el Pelado, el Mentiroso, el que no quiere pagar, y el Negro tuvo la genialidad de saber plasmarlo y contarlo al mundo haciendo reír”, explica Ricardo.
“El Negro se fumó Buenos Aires, se fumó la fama. La gente podía pensar que él no se daba cuenta de quién era, pero si él se daba cuenta, lo que pasa es que no le importaba. Era único, y se lo extraña mucho”, finalizó su amigo emocionado.
Joan Manuel Serrat
“No conozco a nadie que haya vivido con tanta generosidad como él, con tantas ganas de vivir y de burlar a la muerte”, señaló el catalán en alguna de las docenas de conferencias de prensa que ha dado. “Sin duda alguna, el Negro fue a lo largo de su vida un ejemplo, pero en sus últimos años, en su disputa por la supervivencia, fue un ejemplo de cómo un hombre enfrenta el destino que le toca, algo que no puede controlar, algo que como un injusto castigo le cayó encima”, agregó.
Su historia
Como escritor, incursionó en géneros como el cuento y la novela, que llevaron el relato costumbrista a una dimensión original, ingeniosa y divertida. Siempre estuvo muy cerca del fútbol, y como buen “futbolero”, era hincha fanático del club de sus amores, Rosario Central, equipo al que seguía desde chico.
Amante apasionado de este deporte al cual le dedicó varias de sus obras, como el cuento “19 de diciembre de 1971” , incluido en Nada del otro mundo (1987), y considerado un clásico de la literatura futbolística argentina.
El más importante de sus creaciones fue el gaucho Inodoro Pereyra, sátira de la literatura
gauchesca inspirada en el Martín Fierro, junto a su fiel amigo el perro Mendieta, voz de la razón y la conciencia del gaucho, publicadas desde 1972 en la revista de humor cordobesa Hortensia, dirigida por Alberto Cognigni (cuna de sus dos creaciones más importantes: Inodoro y Boogie).
En 1973 hace su aparición en la nueva contratapa del diario Clarín, junto con Caloi, Viuti, Tabaré, Altuna, Dobal, Ian, Rivero y Crist (con quien entabló una gran amistad hasta el final de sus días y se encargaba de dibujar muchas de las ideas del Negro), con su primer trabajo publicado el 7 de marzo de ese mismo año.
En 1976 se introducen las aventuras de Inodoro Pereyra definitivamente en el diario, y luego de pasar por diferentes secciones se incorpora regularmente a la revista Viva, perteneciente a este mismo medio.
En 1968, atravesado por un contexto convulsionado por el Mayo francés y la dictadura de Juan Carlos Onganía, el Negro Fontanarrosa comienza a trabajar en la revista rosarina Boom, dirigida por Ovidio Miguel Lagos, quien lo convoca para ilustrar las tapas en color. Allí publica su primer chiste: un policía muestra su bastón manchado de rojo sangre y dice: “No hay ninguna duda, eran comunistas”.
En 1971, en pleno auge de la era James Bond, crea una parodia del agente secreto, personaje con el nombre de Ultra (75 páginas dibujadas en tinta china), de la que sólo se publican capítulos en la revista rosarina Tinta.
Boogie el aceitoso, (uno de sus personajes más significativos después de Inodoro) es el descendiente directo de este personaje que reeditará la Universidad de Rosario.
A fines del 1972 aparece la revista Satiricón, donde el humorista gráfico rosarino publica historietas basadas en cuentos de Borges, en películas o en best-sellers famosos. Asimismo, trabajó en la revista Mengano, nacida en 1974, donde se muda “medio a la fuerza” el personaje de Inodoro, junto con varios de los integrantes de Satiricón: Limura, Bróccoli, Amengual, Viuti y él mismo, que trabajarán paralelamente en las dos publicaciones.
Ese año, Ediciones de la Flor publica la primera compilación de las aventuras de “El renegáu”, inicio de una serie que superó la veintena de volúmenes; también Boogie, que consiguió que la editorial lanzará el título inicial de su colección, que actualmente tiene doce tomos.
En 1976, la revista mexicana Proceso publicó las tiras de Boogie el Aceitoso, estando unos cuantos años entre sus páginas. En 1979, este personaje hace aparición en las páginas del quincenario Humor Registrado. La historieta se publicó también en el semanario La Maga.
En 1981 la Editorial Pomaire publica Best Seller, novela inicial del Negro. Al año siguiente, el mismo sello lanza El área 18. En 1984 aparece la revista Fierro, y en sus páginas se incorporan, algunos años
después, la serie Semblanzas deportivas, así como las aventuras de Sperman, un donante de esperma, ambos creados por Fontanarrosa y en 1987 aparece la revista chilena Ácido, cómic donde el humorista colabora con sus historias.
Muchos de sus cuentos fueron dramatizados y convertidos en obras de teatro y de televisión. Se han escenificado más de cinco versiones de “El renegáu”. Una versión de dichas aventuras del gaucho fue llevada al teatro de Buenos Aires en 1998, con un enorme éxito de público y de la crítica y la última de ellas por el elenco “El Galpón” de Montevideo.
Del mismo modo Aryentains, un espectáculo basado en los cuentos de Usted no me lo va a creer (2003), fue estrenado por primera vez el mismo año en que se publicó el libro, y Aryentains II, basado en su último libro el rey de la milonga (2006), que fue estrenado un año después de la publicación del libro.
En 2007 salió al aire el ciclo televisivo“Cuentos de Fontanarrosa”, dedicado a los relatos del “Negro”, por
la Televisión Pública. Entre sus personajes se encuentran además, la Hermana Rosa, la Eulogia Tapia y Nabucodonosor II, estos dos últimos en la tira de Inodoro Pereyra.
En 1980 empieza a colaborar con Les Luthiers, como asesor creativo en la elaboración de espectáculos en un momento en el que querían formar un grupo de apoyo al cual les brindó ideas. Pero a pesar de que el grupo no se formó, comenzó a trabajar con ellos de todas maneras con todo lo inherente al humor.
Fue expositor en el “III Congreso de la Lengua Española” que se desarrolló en Rosario, en noviembre de 2004. En el mismo dio una charla sobre un tema que le interesaba mucho disertar: “Las malas palabras”. Y comenzaba su memorable disertación con las siguientes preguntas: “¿Por qué son malas las palabras? ¿Les pegan a las otras? ¿Son malas porque son de mala calidad?”…
Algunos interrogantes formulados por Fontanarrosa en ese congreso y como respuesta se llevó risas, y aplausos por parte del público allí presente: “Mierda es una palabra también irreemplazable. El secreto está en la ‘r’ fuerte, porque en otros lugares es más débil, como la pronuncian los cubanos, que la hacen más suave, como los chinos”, dijo el Negro.
Recibió varios premios y distinciones. Entre ellos, el diploma al mérito en la categoría de “Artes visuales” al mejor Humor Gráfico. En 1994 recibe por primera vez el premio Konex de platino en la categoría de “Letras” por mejor Literatura de Humor y el diploma al mérito en esa categoría.
En 2002 fue jurado de estos premios en la categoría de artes visuales y en 2004 recibe el diploma al mérito por el cuento Quinquenio (1994-1998). El 29 de enero de 2006 fue homenajeado en Colombia por cuarenta escritores de todo el mundo como mejor escritor, elegido por sus pares en el “Hay Festival” que se celebró en la ciudad de Cartagena, donde destacaron la obra y el humor del rosarino, agradeciendo el galardón “en nombre del pueblo argentino” y entregándole como premio dos tomos de la primera edición del libro Dombey e hijo escrito por Charles Dickens publicado originalmente en 1848.
El Senado de la Nación le entregó la Mención de Honor “Domingo Faustino Sarmiento”, en reconocimiento a su vasta trayectoria y aportes a nuestra cultura nacional, el 26 de abril de 2006. El 9 de agosto de ese mismo año, Fontanarrosa recibió el título de Doctor Honoris Causa, máximo galardón que otorga la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) por su aporte a la cultura y el compromiso en la defensa de los Derechos Humanos, según la resolución aprobada por unanimidad en la sesión del Consejo Superior de esa prestigiosa entidad junto con Quino, a quien le otorgó esta misma distinción.
En diciembre de 2006 recibe el premio La Catrina en la 20ª Feria Internacional del Libro de la ciudad de Guadalajara, reconocimiento que cada año se entrega en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta.
El 18 de enero de 2007 anunció que dejaría de dibujar, debido a que había perdido por completo el control de su mano derecha por padecer esclerosis múltiple, lo cual dificultaba sus funciones motrices.
Por otra parte, aclaró que continuaría escribiendo los guiones para sus personajes. En esos días, Fontanarrosa había adelantado su decisión a través de una “Carta a los lectores” publicada el domingo 14 de
enero de 2007 en la revista Viva informando su estado, y la de su trabajo como dibujante: “Fue un alivio llegar a esta determinación porque ya me costaba mucho dibujar y me salía mal”, declaró el autor al Canal 3 de Rosario. No obstante, antes de abandonar el dibujo, Fontanarrosa creó un personaje a pedido de los dirigentes de Central. A su creación la bautizó El Canaya (con ‘y’), un hincha de fútbol (obviamente del club
de sus amores) personificado con un gorro de tela y una lengua con forma de corazón.
Carta a los lectores
Por Fontanarrosa
Finalmente, la mano derecha claudicó. Ya no responde, como antaño, a lo que dicta la mente. Por lo tanto e independientemente de que yo siga intentando reanimarla, me veo en la necesidad de recurrir a alguno de los muchos excelentes dibujantes y amigos que tengo para que pongan en imágenes mis textos. En Viva, hay dos frentes a cubrir: el chiste unitario quincenal y la página de Inodoro Pereyra, que se alternan. Hoy presentamos, acá, en la página siguiente, la propuesta para el chiste quincenal. Nadie mejor en este caso, a mi juicio, para graficar mis ideas, que el Negro Crist. Porque lo conozco desde hace más de 30 años, porque somos como hermanos y porque dibuja en blanco y negro o a color; mucho pero mucho mejor que yo. Siempre admiré su virtuosismo y hoy me alegra poder aprovecharme de él y lucirme de esa forma. Lo de Inodoro Pereyra es más complejo. Pero creemos estar cerca de una solución a través de un dibujante cercano a mi estilo. No digo igual, porque el intento de lograr un clon limitaría muchísimo la creatividad del ilustrador. Vale este informe a los lectores para que no se sorprendan al advertir que he mejorado notablemente la calidad de mis trazos y mis colores.
Nos estamos viendo. Negro Fontanarrosa
“El Negro y la muerte”
Por Roberto Fontanarrosa
“¡Y otra que a veces pienso y escucho cuando la gente dice, eh: que suerte fulano se murió mientras dormía, creo que es una instancia lo suficientemente importante como para estar despierto no?, este, pienso que uno merecería ser testigo de, de una determinación que no le corresponde, que no esta en manos de uno, no?…!”
“Mensaje para el 2050”
“¡Un mensaje para algunas personas que sean jóvenes en el 2050, podría ser, si es que este mensaje esta encerrado en un CD, o en algún soporte digital de los que se usan ahora, que cuando me encuentre, pregunten por mi, por Fontanarrosa, y se acerquen a mi en el 2050, porque para esa época yo voy a estar empezando a envejecer y posiblemente voy a necesitar ayuda de los más jóvenes, simplemente eso…!”