LUNES, 25 DE NOV

Merecido reconocimiento a la primera víctima de la Triple A

Se trata del ex senador radical Solari Yrigoyen. La placa conmemorativa fue instalada en el garaje donde guardaba su auto, que voló por los aires con el adentro el 21 de noviembre de 1973, y del que logró salir con vida, aunque muy malherido.

 

El radicalismo porteño homenajeó hoy al ex senador Hipólito Solari Yrigoyen, primera víctima de un atentado con bomba de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), con el descubrimiento de una placa conmemorativa a 46 años del hecho, en el lugar donde se produjo el ataque en el centro de la ciudad de Buenos Aires.

Del homenaje participaron los legisladores porteños de la UCR Juan Francisco Nosiglia y Leandro Halperín, además de la histórica dirigente partidaria Lucía Alberti, y de otros miembros del centenario partido.

«Agradezco este acto de enorme generosidad del que me complace formar parte. Lo veo como un respaldo a todas las luchas que llevé en mi vida y que, a pesar de las vicisitudes, no me apartaron de los sueños, la doctrina y las utopías de la UCR», afirmó Solari Yrigoyen durante el acto de homenaje.

Una bomba le voló el auto

La placa conmemorativa fue instalada en la puerta del garaje situado en Marcelo T. De Alvear 1279, donde el ex senador radical guardaba su auto, que voló por los aires con el adentro, la mañana del 21 de noviembre de 1973, y del que logró salir con vida, aunque muy malherido.

«En memoria al atentado al senador nacional por la provincia de Chubut, Hipólito Solari Yrigoyen, primera víctima de la Triple A», reza la placa que descubrieron hoy los dirigentes radicales y que lleva a la firma de la Legislatura porteña, que aprobó su instalación por ley.

«Este es un homenaje a la trayectoria de un dirigente que nos enorgullece pero también a un día triste en su vida personal y en la vida institucional de la Argentina», apuntó Nosiglia. Y agregó: «Hipólito es un dirigente que dedicó su vida a defender la democracia, la soberanía sobre las Islas Malvinas, a los trabajadores y a los derechos humanos. Es uno de los pocos dirigentes que prestigia a la política».

El atentado contra Yrigoyen fue el primero cometido contra un senador nacional luego del fallido intento de asesinar a Lisandro De la Torre en la propia Cámara de Senadores, en 1935, y en el que murió su par santafesino, Enzo Bordabehere.

Encendido discurso

Días antes de que estallara la bomba -el 16 de noviembre-, Solari Yrigoyen había dado un encendido discurso durante el tratamiento del proyecto de ley -luego aprobado- de Asociaciones Profesionales, que terminaría de dar forma a la estructura y jerarquías dentro de los sindicatos en el país.

Fueron más de cuatro horas de objeciones contra la reelección de autoridades gremiales y el control y la recaudación del dinero para las obras sociales, que le valieron el rechazo del jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de ese momento, el histórico dirigente Lorenzo Miguel, que tildó al radical de «enemigo público número uno de la clase obrera organizada».

Ese mismo fin de semana, llegó a su estudio jurídico una carta membretada con la dirección de la sede del Comité Capital de la UCR con una hoja que llevaba escrito sólo tres letras: «A. A. A».
Sin comprender su significado, Solari Yrigoyen pidió explicaciones a las autoridades de la UCR, que no supieron responderle por el contenido de la carta, que negaron rotundamente haber enviado.

Finalmente, el martes 21, al ingresar en el garaje donde guardaba su auto, el senador radical voló por los aires luego de que explotara la bomba que el grupo terrorista de ultraderecha le colocara en su auto.

Mal herido y muchas cirugías

Media decena de operaciones permitieron salvar su vida, aunque debió pasar meses en silla de ruedas para luego usar muletas y, finalmente, usar un bastón, que lo acompaña hasta el día de hoy, a sus 86 años.

«Desde hace 46 años celebramos la vida en Hipólito y de su afición por ser ese clavo en el zapato que representan quienes luchan por los derechos humanos, y de quienes tienen el valor de defender las causas más nobles a pesar de los intentos de silenciarlo», sostuvo la dirigente Lucía Alberti, durante su homenaje.

«Hoy es el más radical de los radicales por haber soportado tantos atentados (sufrió otros dos intentos de asesinato). Ha sido, y es, nuestro maestro y mentor», cerró Alberti.

 

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